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Leire y yo no fuimos a las demás clases. Yo no me encontraba emocionalmente bien y eso era lo que mas me fasidiaba. No sé porque, pero cuando él me dice esas cosas me sientan el doble de mal que si me las dijera otra persona. Sus palabras, la opinión que tiene hacia mi me hace sentir débil porque me trata como una mierda, como si yo fuera un cero a la izquierda y eso duele, duele mucho.
Leire me llevó a un parque que estaba cerca del instituto, no era el mismo con el que me encontré con Liam, este era más grande y más bonito. Nos sentamos en el árbol más grande que encontramos y nos pusimo por la parte de la sobra.
- ¿Estás mejor? - murmuró Leire sonando más preocupada de lo que podía llegar a imaginar. Yo negué con la cabeza. No estaba bien, ¿a quién quería engañar? Además a ella era a la única persona en el mundo que no le mentiría nunca. - Venga ____, no quiero verte así. ¿Por qué te afecta tanto lo qué él te diga? Desde que has llegado siempre a parecido que no te importaba lo que los demás dijeran de ti. - y eso era verdad, pero no quería admitirlo.
- Leire, es diferente. Él es diferente. Su opinión me afecta y no sé por qué. - sollocé sin dejar de llorar.
- ____. - susurró. - Él te importa. - rápidamente negué con la cabeza. - ¿Qué piensas sobre él realmente ____? Se sincera por favor. Sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras y necesites, yo no te voy a presionar ni te voy a juzgar. - y aquí estaba la razón de por qué amo tanto a esta pequeña medio metro. Porque puede ser pequeña, pero esta chica me estaba demostrando que tenía el corazón más grande que todo el mundo entero.
- Leire yo... - cogí aire e intenté calmarme un poco. - A mi me importa su opinión, me importa lo que él piense de mi. Me jode admitirlo pero a ti no te voy a mentir. No a ti. - ella sonrió de una manera muy tierna. - Pero yo no quiero que él me importe. Me trata como la mierda más grande de toda esta cuidad. ¿Qué digo esta cuidad? Como la mierda más grande del mundo. Y yo no quiero discutir con él. Odio discutir con él. Al principio me parecía divertido, pero ahora no tengo esa sensación, ahora duele. - las lágrimas salían más rápido de mis ojos y yo no podía frenarlas, pero me estaba desahogando bastante. Después de todo, algo bueno sacaría de esto.
- Cariño. - dijo Leire mientras me abrazaba mas fuerte. - Él es así, no va a cambiar. A mi me duele verte así, pero lo mejor es que te alejes de él, de toda su mierda. Porque desde que lloraste la primera vez por una de vuestras discursiones sabía que ibas a acabar así, y odio verte así. Dejad la guerra ya, porque a él no le afecta tanto como a ti. - y dolió, me dolió mucho qe me dijera eso, pero era la verdad, yo a él no le importaba, nunca lo había echo.¿Para qué mentirme? - Pero eso sí. - dijo cogiendo mi barbilla haciendo que la mirara. - Yo nunca he dicho que no le importes, porque le importas. - negué con la cabeza. No, eso no era verdad. - _____, escúchame. Si no le importaras, ¿Por qué te llevó a casa el día de la fiesta? ¿Por qué te apartó del tío ese que quería acostarse contigo? - cogí aire para contestarle pero me volvió a cerrar la boca. - Y no me digas que era para devolverte el favor de que tú le curaras aquel día porque eso no se lo cree ni él. - eso me hizo reír. - ¡Oh! ¡Estas riéndote! Significa que estoy haciendo bien mi trabajo como amiga.
- No. - dije seria y ella quitó su sonrisa - Tú estas haciendo el trabajo de mejor amiga, porque es lo que eres para mi. - ella sonrió mostrando sus dientes, me encantaba cuando sonreía, la veía feliz, y ver a mi mejor amiga feliz es lo mejor del mundo. - En serio Leire, no sabes lo mucho que te debo. - la abracé y ella en menos de dos segundos me devolvió el abrazo.
- Escúchame, tú a mi no me debes nada, para eso están las amigas. Así que levantante, vamos a limpiarte la cara, y te llevo a casa. No me fio a que te vallas tú solita por ahí. Ahora eres vulnerable. - yo solté una carcajada y ella rió. - No a ver, ¿Y si te violan? - exclamó levantando las manos. - ¡Uh! ¡Qué disgusto! No, no, yo te llevo a casa. - no podía dejar de reír y seguro que ella estaría pensando que era bipolar, pero haciendo esas cosas yo no podía estar seria. Nos levantamos y fuimos de camino a mi casa. - Ah, por cierto, tú tambien eres mi mejor amiga. - le sonreí la abracé de nuevo.
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Nada es como parece. (Niall Horan y tú)
FanfictionUna mudanza. Nuevas amistades. Una relación que no empieza de muy buen pie. Un pasado que vuelve. Muchas peleas y odio, pero sobre todo, amor.