Capitulo 11

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-¡_____! - gritó mi madre desde el piso de abajo. ¿Qué hora era? Bah, seguro que todavía me quedaba un rato. Mi madre se calló y volví a caer en mi profundo sueño. - ¡_____ que llegas tarde! - mi madre abró la puerta gritándo como una loca. Vale, me había dormido, pero no hacía falta ponerse así tampoco.

- Vale, vale. - dije bostezando. 

Miré el reloj de mi pared y en diez minutos las clases empezaban. ¡Mierda! Yo pensaba que me quedaba mieda hora o así.  Me levanté de un salto y cogí lo primero que encontré en el armario -unos vaqueros, una camiseta de los ramones y las vans- me cepillé el pelo -que lo llevaba echo una meirda- y me lo recogí en una coleta alta. Cogí la mochila, el teléfono y las llaves y bajé a la cocina.

- Desayuna. - me obligó mi madre.

Cogí una manzana y me la comí mientras ataba los cordones de mis vans. Mi madre me lanzó mi chaqueta y lo m´s rápido que pude salí de casa a paso rápido. Eso me pasaba por quedarme hasta tarde mirándo películas pero ¿quién se resistiría a un maratón de Harry Potter? Yo no, claramente.

Las clases ya habían empezado, seguro, y a mi aún me quedaba una calle para llegar. Aligeré el paso y llegué al edificio. Una vez allí, tome aire y con mas tranquilidad me adentré. 

Llegué al laboratório y llamé a la puerta.

- Pase. - ordenó la profesora desde dentro del aula.

Abrí al puerta y todo el mundo se me quedó mirando. Ugh. ¿Por qué me miraban? Odiaba que lo hicieran. Vale que había llegado tarde pero esa no es excusa.

- Lo siento, me dormí. - dije cerrándo la puerta.

- Que sea la última vez. - dijo la profesora mientras se giraba para escribir algo en la pizarra.

Me dirigí a mi asiento y me extrañó bastante no ver a Leire. ¿Dónde estará? Mi cabeza empezó a pensar múltiples razones y llegué a la conclución de que estaría enferma o algo parecido.

Me concentré en lo que estaba explicándo la profesora, aunque mi cuerpo estaba ahí, mi mente no loe staba. 

- Bueno, ahora para hacer ls pruebas hay que ponerse en pareja. Las cuales haré yo. - dijo cogiendo la lista de todos los nombres de la clase.

Mierda. Ojalá no me tocase con Ashley o Courtney. Ugh, como las odiaba.

- Brooks y Callaham, Montgomery y Fields, García y Horan... - ¿Qué? No, no, no puede ser. Me niego rotúndamente. ¿Por qué tenía que haber asistido a esa clase? Siempre faltaba y de pronto hoy tenía que venir. 

- ¿Puede cambiarme de compañero? - le pregunté a la profesora. Ella levantó la vista y dijo solemne:

- No, considero que ustedes dos harán un buen trabajo. Siéntese con su compañero. - me señaló el asiento libre al lado del idiota de Horan.

- Zorra. - susurré delante de ella mientras me sentaba n mi nuevo sitio.

- ¿Dijo algo? - interrogó la profesora.

- No.

Siguió haciéndo las parejas mientras yo jugaba con mis dedos. Notaba la vista de Niall en mi y eso me irritaba bastante.

- ¿Podrías dejar de mirarme? - pregunté mirándole fijamente.

- No. - contestó rápidamente. Bufé y me senté mirándo al frente. Lástima no tener el pelo suelto, así podría hacer una espécie de cortina que me tapase la cara.

La profesora repartió microscópios y unas hojas para anotar, después también repartió unas hojas de un tipo de planta y una bandeja con distintos ultensilios, placas y vasos.

Nada es como parece. (Niall Horan y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora