Capitulo 9

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Abracé a Maddison lo mas fuerte que pude, me sentía fatal. Me sentía rota. No se cuanto tiempo estuvimos abrazadas pero se me pasó bastante rápido. Por primera vez desde que la abracé, levanté la cabeza y me encontré con la mirada de Maddison. Su mirada tenía una mescla de preocupación y lástima. No sé si escuchó algo o no, pero prefería que lo hubiese escuchado, así tendría que ahorrarme el contar todo lo que acababa de pasar. 

- ____ - susurró. - ¿Estás mejor? - yo solamente asentí un poco insegura. 

No estaba bien, claro que no estaba bien, pero no tenía ganas de hablar de ello ahora, prefería dar un paseo, tomar el aire, tranquilizarme. Sí, eso era, necesitaba tranquilizarme y dejar de pensar.

- ¿Quiéres que vayamos a dar una vuelta? - volví a asentir, parecía que Maddy estuviera leyendome el pensamiento o algo parecido. - Venga, vamos. 

Antes de irnos, le dije a Madisson que quería ir al baño. Tenía que salir a la calle y prefería que la gente no me viera con los ojos hinchados, la cara roja y con mocos. Así que fui al baño y me lavé la cara. Al salir, encontré a Maddy sentada en el suelo, cuando oyó mis pasos, levantó la cabeza y me sonrió de la manera mas dulce posible. Yo le devolví el gesto, era lo menos que podía hacer. La ayudé a levantarse, y nos fuimos. 

Mientras caminábamos por la calle, las dos estábamos en silencio, y creo que era normal. Seguramente habría escuchado toda la discursión o al menos habría visto lo que pasó y  ella entendía que quiera estar en silecio, además yo no estaba de humor para hablar sobre eso, pero tenía que agradecerselo.

- Oye, Maddy. - la llamé y dejé de andar, ella se giró e hizo lo mismo que yo mientras me miraba esperando a que siguiera hablando. - Gracias por todo de veras, y siento lo de tu camisa. - la zona del hombro de su camisa estaba mojada y un poco negra gracias a mis lágrimas y a el poco rimel que me puse. Que irónico, un día que me pongo rimel, y para esto. Genial ____, pensé.

- Sabes que no es nada, tonta. Además es lo menos que puedo hacer. Seguro que tú hubieses echo lo mismo que yo. - me sonrió y yo le devolví el gesto. - Vamos, las chicas nos esperan.

- ¿Las chicas? - ¿cómo que las chicas? Yo no había quedado con nadie. 

- Sí, me preguntaron que dónde estaba y tuve que decirselo, les dije que estábas conmigo y querían verte. - agachó la cabeza un poco avergonzada.

- ¿Les has contado lo que a pasado? - pregunté un poco extrañada por su gesto.

- No exactamente, les he dicho que te a pasado algo con Niall pero no el qué. Lo siento ____, no sabía que no querías que se lo dijese a las demás. - me miró un poco apenada y yo no sabía por qué lo hacía. Es decir, tendría que decirselo a las demás igualmente, no me importaba cuando fuera, es más, cuanto antes mejor.

- Eh Maddy, no pasa nada. - le sonreí para que viera que no estaba enfadada. - Tendría que haberselo contado a las chicas igualmente, no me importa tranquila. - ella me sonrió mas tranquila.

- Vale, pues vamos entonces. - me cogió del brazo y empezamos a caminar.

Después de estar unos diez minutos caminando, aproximádamente. Llegamos a una casa roja, bastante acogedora, tenía dos balcones llenos de flores en la parte de arriba y unas ventanas un poco mas grandes que la puerta en la parte de abajo. La puerta era grande, como la de los castillos y la casa era muy pero que muy bonita. Maddy tocó el timbre y la puerta se abrió mostrándonos a Ruth con una sonrisa en la cara. Supuse que era su casa.

- Hola chicas. - nos enseñó su preciosa sonrisa. - Pasad, las demás estan dentro. - nosotras asetimos y entramos en la casa. - Vamos, venid. Estámos en mi habitación. 

Nada es como parece. (Niall Horan y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora