Nada es como parece. (Niall Horan y tú)

Capitulo 13

Ya era Lunes. El fin de semana me lo pase durmiendo, tenía una resaca. Ugh. No vuelvo a beber. Lo peor era que no me acordaba de nada, pero de nada. No se cómo llegue a casa  y tampoco es que me interese mucho, la verdad. Seguro que alguna de las chicas me trajo a casa así que no le di importáncia al tema. Que por otra parte, ellas no me han llamado en todo el fin de semana, y seguro que conociéndolas han estado igual o peor que yo. Me reí ante mi pensamiento. La verdad es que ellas tendrían resaca, porque las pocas cosas que recuerdo son a Leire bailando conmigo y a las chicas bebiendo. Sí, habrían tenido resaca.

Me levanté de la cama y me di una ducha rápida. Cuando sali, me vestí con algo normal, unos tejanos ajustados, una camiseta de manga corta rosa pastel que tenía escrito en negro "Only cute boys allowed" y unas vans negras. 

Bajé a la cocina y mi madre -como siempre- tenía una taza de café en la mano. Esta vez no cogí nada para comer, no tenía mucha hambre, la verdad. Tomé mi móvil, las llaves, me colgué mi mochila y salí de casa, no sin antes darle un beso de despedida a mi madre. 

Cuando llegué al instituto las chicas ya habían entrado, pero Leire -por mi suerte- estaba en la puerta buscándo a alguien con la mirada. Cuando me vio, sonrió y me cogio del brazo llevandome hacia clase mientras me saludaba de una manera un tanto extraña. 

Nos sentamos en clase de historia. Ugh. Como odiaba esa clase, además el profesor no era muy simpático que digamos y eso no ayuda a que la clase me guste más. La clase se acaba y le doy gracias a Dios o a quien quiera que este allí arriba. No se pasó tan lenta la clase después de todo. La siguiente clase fue igual, solo que era Biología y se me pasó rápido, muy rápido. Me encantaba esa asignatura. Había pensado mas de una vez en ser Biologa pero tampoco le di importácia, ya pensaría a que me quería dedicar mas adelante. Y la última clase de la mañana. Geografía, genial. Era la clase que mas odiaba de todas. 

- ¿Y si no entramos? - me preguntó Leire mientras nos dirigíamos a clase.

- ¿Pero qué dices? - exclamé mientras reía. 

- Es que no me apetece ir. - bufó mientras dejó de anda y se quedaba parada en mitad del pasillo.

- A mi tampoco, pero tenemos que ir. ¡Venga ya! - la cogí del brazo mientras la llevaba a clase. - Seguro que la clase se pasará mas rápido de lo que crees. - mentí. Obviamente era la peor clase de todas, por no decir la mas lenta y mas aburrida. Esa clase no iba a pasarse deprisa ni en un millón de años, pero es que si no le decía eso no quedría entrar.

- Sí, seguro. - murmuró.

Entramos en clase y como no, el profesor ya estaba dentro de clase con una de sus muchas sonrisas falsas. Iba de simpático pero a mi me daba un asco. Siempre llegaba unos diez minutos amtes de que empezará la clase, no entendía como podía ser tan rápido porque ese hombre tendría ya sus cincuenta años. 

- Buenos dias clase. - dijo sonriendo de una manera falsa e inspeccionando la clase con la mirada.

- Buenos dias profesor Fergunson. - contstamos todos al sumiso.

En esta clase cada uno iba en un asiento individual porque a el señorito -por no decir viejo- no le gustaba que fuéramos en parejas. Estúpido. Leire estaba sentada un asiento detrás de mi y a la fila de la derecha, por lo cual, si yo giraba un poco mi cabeza a la derecha la veía de pleno. En estas clases no solíamos hablar. El profesor te mandaba en seguida a dirección. Lo que yo decía, que era un estúpido.

- Pss. - noté como alguien susurraba algo pero lo ignoré. Seguro que sería algún idiota intentando llamar la atención.

- Pss, _____. - lo volví a ignorar y de repente noté como algo me golpeaba la cabeza.