ENTRE DOS MUNDOS [TT]

13. Titubeos, heridas y una pasado nublado

NARRA JENNIFER

Después de la grandiosa tarde de ayer, ahora mismo a las 8.30 de la mañana a primera hora de insituto, me siento indecisa. Lo que he vivido hace apenas 12 horas ha sido tan raro...La encerrona en los pasillos del instituto, ese chico rubio, la fuerza iniguanable de Ryan para abrir la cerradura de la puerta principal.

Pero lo sorprendente és, que eso no fue todo, ya que Ryan me hizo conmover con su tremendo regalo de cumpleaños. Cuando dejó en mis manos ese precioso casco de moto no pude ser capaz de pronunciar palabra alguna.

Flashback

-¿Qué pása, por qué no dices nada?-me pregunta Ryan posando sus manos en mis brazos, acariciándolos, recomponiéndolos, acostumbrándolos a su tacto...

-Yo, no lo entiendo, ¿Por qué ésto? te ha debido costar una pasta- Es lo único capaz que he puedo pronunciar

-Te lo he comprado ya no por tu cumpleaños, sino porque vas a necesitarlo cada vez que estés conmigo-dice seguro de sus palabras, como si ya supiera que vamos a estar juntos para siempre. Sé que eso debería tranquilizarme, pero por alguna razón inexplicable me hace sentir aferrada a algo que igual no es lo correcto para mí.-Y no te preocupes por el dinero, ese es el menor de mis problemas.

-No, no puedo aceptarlo, esto es demasiado, casi no nos conocemos...¿qué pasará cuándo no estemos juntos?

-¿Ya te estás cansando de mí? Joder Jenn, habermelo dicho antes...-dice con enfado en su voz

-Claro que no idiota-digo apoyando mi cabeza en su pecho- no creo que pueda cansarme de ti.

Veo como una sonrisa maliciosa aparece en su boca mientras se acerca a mi oido, susurrándome para que no puedan oirle sus hermanos;

-Deja de decirme esas cosas, porque en menos de un segundo, podria echarles de aqui y no se cuanto aguantaría sin llevarte a mi cuarto.

Noto como un conocido calor me sube hasta mis sienes, que se ponen rojas al instante a la vez que observo como Ryan sonrie satisfecho.
"¿Cómo sé atreve a decirme éso?Y más delante de sus hermanos, pero la verdad es que me gusta como me hace sentir. Libre y atrevida, me hace descubrir una nueva faceta de mi misma, que ni siquiera sabía que existía."

Fin de Flashback

Lo que me dejó bien en órbita, fue el comentario de Mark;
<<Dicen que Ryan tiene la personalidad de un lobo, deberías preguntarle por qué.>>

¿Ésto es una clase de acertijo o álgo?

¿A qué se debé eso, á caso es perspicaz, atrevido, peligroso?

Y si quizas con eso, lo que intentaba decirme es que debería alejarme de él, porque yo soy su próxima presa...

-Julian y Jennifer, os toca- oigo decir al profesor.

"¡Oh mierda, lo había olvidado por completo, la exposición de historia!"

Una tremenda acidez me corroe desde el estómago hasta la garganta que hace que mi cuerpo comience a temblar nada más levantarme de la silla.

Al llegar al centro del aula, todas las miradas están puestas en nosotros. Dios mío, nunca había estado tan nerviosa.

Cuando Jules empieza a decir su parte, jugueteo con los dedos de mis manos intentando que nunca llegue mi turno para hablar.

Cada palabra que sale de su boca, con precisión y elegancia hacen que cada vez esté mas aterrorizada de mi seguridad.

-Señorita Jennifer,¿se encuentra bien?- pregunta el profesor con un toque de recelo en su voz, como si le molestara mi situación.

Noto la fija mirada de Jules sobre mí, pero soy incapaz de entablar palabra...hasta que noto su mano cogiendo la mía con fuerza. Lo miro sin entender y lo único que me ofrece es una cálida sonrisa entregandome su plena confianza;

-Vamos, puedes hacerlo.

"Puedo hacerlo, puedo hacerlo, puedo hacerlo" Repito en mi cabeza una y otra vez hasta que noto como mis labios se mueven con las palabras del trabajo grabadas en mi cabeza.

Pasa un minuto, dos, tres...aplausos.
Todo esta bien, ha salido bien.

Me giro hacia Jules y le abrazo contenta por nuestro trabajo realizado.

-Lo has hecho incluso mejor que yo.

-Calla, no te creo- digo con una pequeña sonrisa.

Cuando llega la hora del descanso, acompaño a Julian, ya que me ha invitado a sentarme con su grupo, sin dejarme dar un NO por respuesta.

La cafetería esta a rebosar de alumnos que van y vienen sin parar con comida.

Yo opto por elegir algo ligero, una manzana y un batido.

Cuando me siento, en la mesa con ellos, como hace unas horas antes las miradas se posan en mí, haciéndome todo tipo de preguntas que ni siquiera soy capaz de responder.

Unos pequeños golpes en mi hombro derecho me hacen girae hacia donde proceden

-¿Pódemos hablar?- pregunta Ryan con la mandíbula completamente en tensión.

-No creo que sea un buen momento, estoy reunida- digo señalando con mi mano a la gente de la mesa.

-Es importante Jenn- intenta convencerme.

-Eh, idiota- oigo la voz de Jules a mi lado levantándose frente a Ryan a mi lado- te ha dicho que no es buen momento, así que largo- dice echandolo con un movimiento de lo más despreciable.

-Mira imbécil, podría acabar contigo ahora mismo, así que más vale que no me jodas.-

"¿Qué esta pasando aquí?"

-¿Quién té crees qué éres Ryan? No te tengo miedo.- contraataca Jules.

-Pues deberías tenerlo- el puño de Ryan choca contra la cara de Jules que hace que se tambalee.

-¡Ryan!- exclamo asustada mientras me da una mirada asesina que me hace retroceder un poco.

Veo como sale de la cafetería e intuitivamente le sigo hasta que sale fuera del recinto.

-Ryan- grito pero es inmune a mis súplicas,- por favor espera.

Veo como se para en seco y saca un cigarrillo del bolsillo trasero de su pantalón encendiéndolo en su boca con el mechero.
Al llegar hasta él me paro de frente si:

- ¿Péro qué es lo qué te pása?¿Por qué diantres le has pegado?- exploto frente a él sin una gota de temor.

-¿Créés que soy idiota? ¡os he visto en tu clase cogidos de la mano, incluso abrazados!- me grita.

-¿Y qué hay de malo en éso? Solo es mi amigo.

-No te creo.- dice dando una calada

-¿Qué? Esto ya es el colmo, debería ser yo la que no confiara en tí, eres tú el típico chico popular que se lía a una chica noche tras noche, y te molesta que yo me haya abrazado a un simple compañero de clase porque he sufrido un ataque escénico en medio de una exposición.- le grito de la misma manera que él a mí.-¿y qué demonios hacés fumando?

Sus manos, son puños ahora. Tira la colilla al suelo y la pisa con tanta fuerza que alrededor de la zapatilla se acumula el polvo de la tierra.

-Fumo cuando tengo ataques de ansiedad y miedo a perder algo que necesito tener cerca.

-¿Y qué se supóne que tiénes ahora?- digo dando un paso hacia su cuerpo.

-Las dos cosas.