ENTRE DOS MUNDOS [TT]

6. Adversidad palpitante

El pánico me inunda al ver la escena que estoy viviendo.

Mi madre esta tirada en el suelo, incosciente. Intento hablarle,hacer que responda...pero lo único que se hoye son mis gritos de desesperación
Mientras le tomo el pulso marco el número de la ambulancia;

-Vamos,vamos- digo con las lágrimas acumulandose en mis ojos.
Me tranquilizo al ver que sigue respirando y que su corazón sigue latiendo.

La ambulancia llega en 10 minutos. Intentan calmarme, pero no lo consiguen aunque sé que lo pretenden.

Al llegar al hospital, me dicen que descanse en la sala de espera hasta que me anuncien que hay alguna novedad.

Me odio a mi misma. Sabía que esto ocurriría y no he estado ahí para impedirlo.
Cuando he visto que las luces estaban apagadas, ya he notado que algo raro pasaba ya que a las 20:30 que es la hora a la que hemos llegado, no había ninguna señal que me dijera que había alguien dentro.

Juego con mis dedos, mientras limpio las pequeñas gotas que resbalan por mis mejillas.

-Familiares de Caroline Walters- oigo que un doctor nombra el nombre de mi madre y acto seguido levanto la vista caminando hacia él.

-¿Qué ocurre?¿Está bien?- pregunto con resignacion

-Tranquila está consciente, pero no puedes entrar a verla, necesito que vayas a casa y descanses.

-No, no puedo hacer eso cuando mi madre está ahí..-señalo los pasillos con habitaciones.

-Debes descansar, vete a casa nosotros nos ocuparemos de ella ¿vále?

Despues de estar 5 minutos discutiendo sobre lo que debo hacer, salgo de allí sin elección alguna.

Cuando entro de nuevo a casa, el ambiente es frío y nada acogedor. Ahora, ¿cómo puedo estar tránquila? Y si él vuelve, no puedo permitir qur mi padre vuelva...

Me cambio de ropa trás asearme y me metó en la cama, dejando que el sueño me trague por completo hasta que me toque levantarme de nuevo mañana.

Un nuevo día, y vuelvo a parecer un animal rabioso. No he dormido a penas nada, y he visto hora trás hora en el reloj.

Al bajar las escaleras para dirigirme a la cocina, veo que todo esta como el día anterior

"Tendré que recoger esto"- me digo a mi misma.

Ni siquiera sé para que he bajado,si no voy a desayunar.

Vuelvo a subir y me meto al baño. Todavía puedo recordar el instante de ayer cuando tenía el corazón en la garganta. Un pequeño dolor se posa en mi pecho al recordarlo y sin poderlo aguantar, me pongo la ropa para ir al instituto y salgo de está casa que tantos malos recuerdos me hace recordar.

Durante el camino, ni siquiera me esfuerzo en conectar mis cascos al móvil, ya que no me apetece nada escuchar música.

Ya en la puerta del instituto, no me molesto en fijarme si Ryan está aqui, ya que me pongo la capucha de la sudadera impidiendo así que nadie vea mi rostro.

El agobio de la gente caminando por los pasillos me hace marear. Noto como una mano se posa en mis hombro izquierdo y incoscientemente apoyo mi cabeza en la taquilla y comienzo a llorar.
Ryan me arrastra hasta un lugar más tranquilo, pero yo sigo con las mangas de la sudadera en mis ojos, tapando el tremendo estropicio que se esta formando en ellos.

-Ei,Jenn, ¿qué te ocurre? - pregunta con dulzura y yo niego sin querer contestar.-Vamos, no voy a asustarme por ver tu rimel corrido.

Sonrio ante su terrible comentario para convencerme y me dejo caer al suelo quedando apoyada en la pared.

Aparta mis manos de la cara y yo echo la cabeza hacia atrás intentando conseguir tranquilizarme. Cuando noto que limpia mis mejillas con sus dedos le aparto con suavidad:

-No tienes porque estar aquí conmigo

-Pero quiero estarlo-me reprocha y una risa amarga sale de mi sin entender.-¿Quiéres contarme lo qué sucede?

Niego y por lo que veo entiende que no quiero hablar del tema y se lo agradezco.

-¿Crées que eres capaz de salir de nuevo fuera?- pregunta ayudando a levantarme y un pequeño "Sí" se escapa de mis labios.

Veo que esta frente mi, relativamente cerca y empiezo a notar de nuevo como la temperatura aumenta cada vez que estoy cerca de él.

-Jenn yo...-antes de poder seguir le interrumpo

-¿Puédes hacérme un favor?- pregunto y el asiente convencido-Pasa la tarde conmigo, necesito distraerme.