37. Quedarme mudo mientras te miro

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NARRA RYAN

Hace más de media hora que hemos llegado a mi casa y Jennifer esta completamente fuera de control.
Me divierte el hecho de verla de la mimsa forma en la que yo actúo, destruyendo todo lo que hay a su alrededor.

El suelo del salón se ha convertido en un camino de cristales de colores.

-¿Te sirve para algo este método?- cuestiono divertido para quitar un poco de peso al asunto.

-No-suspira- necesito otra cosa para desahogarme.

-¡Dios!-exclamo-¿Cómo puedes decir eso? Acabas de romper casi la mitad de nuestra vidriera- río sin poder evitarlo y ella me mira con una ceja alzada.

-¿De verdad, tanto te divierte esta situación?-pregunta poniendo sus manos a cada lado de su cintura.

Pone los ojos en blanco y se aparta de mí con un leve empujón. Sujeta su cabeza con las manos y niega repetidamente dándome a entender que no esta bien.

-No logro entender nada Ryan, creo que esto me sobrepasa

Me acerco a ella de nuevo y acuno sus mejillas en las palmas de mis manos. Sus ojos se pierden en los mios y vuelve a negar cerrándolos. Un pequeño sollozo escapa de su garganta que me obliga a abrazarla para dejarle claro que estoy aquí para lo que necesite.

-¿Qué es lo que ha pasado? ¿Qué me ha cambiado?-susurra-Creí que todo iría bien ahora que estoy en mi último curso para terminar la secundaria, pero apareces tú, el chico que me ha hecho abrir los ojos a la realidad que me rodea, él que ha estado para mí incluso en los momentos en los que a duras penas me conocías y todavia no logro entender por qué.-noto sus dedos apretando con fuerza mi camiseta-Un hermano Ryan, mi hermano es Julian Blake ¡Dios mio, esque esto no puede estar pasándome!Acabo de enterarme de que aquel hombre al que he llamado papa durante mas de 15 años era una sustitución a mi figura paterna real, él cual se hace llamar Anthony Blake... un hombre de unos 45 años que ha estado a punto de quitarme la vida solo para obtener mi poder. Sí, ese que ni yo misma termino de entender, y tú, ¿sabes lo que soy?-una lagrima rueda por su mejilla pero no la aparto, estoy inmóvil- Yo solo quiero ser una chica normal, de esas que salen los viernes por las tardes con sus amigas y se pasan las tardes de sabado en casa viendo capítulos de sus series favoritas para matar el tiempo...¿crées que pido demasiado Ryan?- su mirada es profunda y llena de dolor por la traición- Mi único deseo es ser normal, como todos los demás...

Su agarre se afloja mientras veo como limpia sus rosadas mejillas haciendo que un pequeño borrón negro aparezca bajo sus ojos. Sonríe y añade- Debo de estar horrorosa- niego cogiendo sus manos entrelazando a la vez nuestros dedos.

-No, nunca podrás ser horrorosa- cierra los ojos de nuevo y veo como agacha su mentón-Eres la chica más preciosa y alucinante que he conocido nunca.

-Calla-dice avergonzada.

-Hablo muy en serio Jenn, no tienes porque avergonzarte-Una idea pasa por mi mente y comento-Creo que se lo que podemos hacer.

-Por favor, no me digas que descansar...porque no lo haré, no hoy, no esta noche.

-No-digo riendo-ven.

Salgo de nuevo de mi hogar sin dar importancia a coger las llaves, ya que supongo que mis hermanos estarán aquí para cuando haya vuelto a casa. Aprieto su mano con tanta fuerza que noto como un pequeño quejido sale de la boca de Jenn.

"Lo siento, pero estoy demasiado nervioso"

(...)

-Ryan, llevamos más de 30 minutos caminando-suspira trás de mi Jennifer agotada- ¿Por que demonios no hemos cogido la moto?

ENTRE DOS MUNDOS [TT] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora