44. Nada volverá a ser como antes

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NARRA JENNIFER (UNAS SEMANAS DESPÉS)

Estamos a unos pocos días de acabar el curso y he tenido tiempo para pensar el rumbo que va a tomar mi vida a partir de ahora. He terminado los exámenes y las recuperaciones que me quedaban por hacer y ahora tendré unos meses para descansar, regular y allanar la travesía del verano y el siguiente curso a mi manera.

En este año, mi vida me ha sido un completo trastorno de idas y venidas, de constantes clases perdidas, de inexistentes relaciones entre compañeros...y no quiero que algo así se vuelva a repetir. Quiero y voy a ser una adolescente normal.

Todo va a cambiar.

-Creo que es lo mejor que podías hacer

-Lo sé, no tenía más remedio, no puedo seguir viviendo aquí.-le contesto a Jules

-Pero sabes que esa decisión traerá consecuencias, ¿verdad?-dice posando su brazo encima de mi hombro y yo me apoyo sobre él.

Nuestros compañeros de clase no dejan de mirarnos insólitos, por el simple hecho de vernos tan juntos. Nadie sabe que él y yo somos hermanos, y es lo mejor.

-Sí, pero lo mejor es mantenerme alejada de todo lo que pueda hacerme daño ¿no crées?

-No lo haces por eso Jennifer, los dos sabemos que es porque tienes miedo-agacho la cabeza y él aprovecha para acariciarme el pelo con dulzura.- Tienes que hablar con él

-¡No puedo Jules!-exclamo haciendo que de nuevo, algunas miradas se posen en nosotros. Veo como Jules apoya su dedo índice sobre sus labios y me hace un leve movimiento para que baje la voz-No puedo, no hablamos desde lo ocurrido aquella noche....

-Tiene que entenderlo Jenn, si no la hace...siento decirte, que ya sabes lo que eso significa.

-No lo digas por favor-susurro- él...estoy segura de que ha cambiado.

Escuchamos un reconocible carraspeo y me incorporo en mi pupitre al ver a nuestra tutora. Bien.-me digo a mi misma-Así podré preguntarle si tengo alguna asignatura suspendida.

Observo como Julian me hace una pequeña seña de "luego hablamos" y asiento sonriente.

-Bueno, chicos-comienza a hablar nuestra arcaica profesora- No puedo decir que este curso haya sido uno de mis preferidos, ni que vosotros hayais sido los mejores alumnos que he tenido-suaves risas se perciben por su comentario y opto por unirme a ellas- Pero en general, las calificaciones no han sido tan malas como esperaba. Hasta el viernes, no puedo dároslas, pero...puedo adelantaros alguna cosilla-dice y sonrío ampliamente- Con respecto a usted, señorita Walters, su madre vino ayer a hablar conmigo sobre tus pasadas faltas de asistencia, espero que Caroline ya se encuentre mejor-elevo una ceja y oigo la risa de Jules "¿qué demonios le ha contado a esta señora mi madre?"

-Bueno queridos-prosigue- ya sabeis que mañana es el baile de fin de curso, el "más importante del año"-dice con tono burlón- supongo que ya lo sabíais pero, me han comunicado que debía recordároslo.

(...)

-De verdad, no puedo creer que haya olvidado todo este tiempo el maldito baile de fin de curso.-resoplo mientras bajo las escaleras con cuidado de no caerme.- ¿Por qué todavía se siguen haciendo esas estupideces?-pregunto retoricamente sin esperar una respuesta de Jules.

-¿No vas a ir?-cuestiona-¿Te vas a perder el mejor día de todo el maldito curso?

-Sí, hay miles de cosas mejores que ir a esa...a esa...

-¿Porquería?-cuestiona de nuevo y se ríe-Deberías ir ¿sabes? Estará bien.

-Ryan estará alli...

-¿Ryan?¿En una fiesta de instituto? Por favor Jennifer, tiene 18 años.

Vaya, por una vez no puedo negar que mi mente me ha jugado una mala pasada, recordando los primeros días en los que conocí a Ryan, la tarde en el acantilado, su mención de la infancia...

-Tienes razón-afirmo- pero que esté o no, no significa que mis ganas por ir a esa estúpida fiesta se intensifiquen.

-Jennifer, vamos a ir.-bufo y me cruzo de brazos como una niña posando mis ojos en el final del pasillo.

Y me arrepiento de haberlo hecho, de haber mirado.

Las perfectas facciones de su rostro se estiran levemente mientras se ríe junto a sus amigos y no deja de sonreir. Un ardor se posa en el centro de mi cuerpo y apoyo las manos en mi estómago. Mi pecho no deja de subir y bajar y no puedo parar de observarlo, de imaginarlo de nuevo a mi lado, de recordar sus labios sobre los míos.

-Ryan-susurra Jules con una pizca de desesperación en su voz y vuelvo en mí.

-Vámonos-le ruego comenzando a caminar hacia donde él se encuentra, para salir del Instituto.

Noto los pasos de Julian detrás de mí y la mirada de Ryan recae sobre nosotros.

Agacho la cabeza cuando paso por su lado y aprieto con fuerza la mano para evitar que las lágrimas salgan sin poder evitarlo.

Unos segundos después, me doy cuenta de que no ha ocurrido nada. Todo está igual.

Y deseaba que pasara algo, que me frenara, que rozara mi brazo con sus dedos para hablar, algo.

Jules imita mis gestos y entra al coche junto a mí.

Enciende el motor mientras que yo me abrocho el cinturón, apoyando mi cabeza sobre la ventanilla, cerrando los ojos.

Sabe que es mejor no hablarme en estos momentos, pero parece serle inevitable:

-¿Sabes? Ryan siempre se ha comportado como un idiota con las chicas. Soliamos salir todas las noches de los viernes y sábados, era algo puntual, hasta que poco a poco comenzamos a ir todas las noches. Hubo un momento, en el cual dejó los estudios-susurra-Mark intentó ayudarle, pero siempre se negaba, nunca ha querido la ayuda de nadie, ni siquiera la mía.-me mira un segundo hasta que vuelve a posar la vista en la carretera-creo que contigo es diferente, te necesita.

-¿Por qué iba a necesitarme?

-Porque él es un niño pequeño, tú su flotador, se está ahogando en el agua y poco a poco estás tirando de la cuerda... para intentar ponerlo a salvo.

-No, yo...quizá eso no sea del todo cierto Jules-admito- él me ha salvado a mí, ha destapado la verdad, ha hecho que todo se acabe.

-¿Cómo estás segura de eso?¿De qué todo se ha acabado? No le regales mérito a Ryan, tu misma has salido de ésto, te has salvado a ti misma de ser una presa fácil. Ahora sabes lo que existe, los males, sabes que nunca vas a poder fiarte de nadie
...ni siquiera de tu propia sombra.-suspira- No puedes bajar la guardia, no sabes lo que puedes encontrarte a la vuelta de la esquina.

-Jules, no me ayudas ¿sabes?-tartamudeo evitando llorar-Estoy a punto de marcharme de la ciudad, de dejar todo lo que quiero aquí, mis recuerdos, mi vida pasada, mis amigos...

-¿Y a caso no quieres hacerlo?¿No quieres acabar con las heridas abiertas que no se cicatrizan con el paso del tiempo? Necesitas irte, necesitas tener una vida, tú vida.

-¡Claro que quiero, pero cuesta si eso significa dejar a Ryan aquí!-exploto propinando un fuerte golpe en el cristal del coche, formando un grieta.-Lo siento- tapo mi rostro avergonzada-quiero...que estas últimas dos semanas pasen rápido.

-No te preocupes por eso-dice acariciando mi mejilla- vamos a pasar el mejor verano de todos, te lo prometo.

ENTRE DOS MUNDOS [TT] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora