16. Recuerdos que provocan pesadillas

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NARRA RYAN

Estoy perdiendo la poca cordura que me queda.

Su cuerpo se adihere a la sudadera de una forma que no creía posible, sus curvas se transparentan a través de ella aunque este seca. Las manos me tiemblan, y unas inmensas ganas de tocarla apoderan cada parte de mí.

Estamos de nuevo frente a su casa y mientras busca las llaves soy incapaz que apartar la mirada de ella.
Oigo como caen al suelo y Jenn suelta una maldición cerrando los ojos con paciencia.
Me agacho a cojerlas y nuestros dedos se juntan sacándole una sonrisa.

-¿Qué te pasa?¿Qué ha cambiado para qué ahora no pares de sonreir?- cuestiono entrando detrás de ella.

-Supongo que me he cansado de estar triste, de ver todo negro, sin salida. Estoy cansada de llorar, de derramar lágrimas que podría esconder detras de un físico de hierro.

-Me parece un buen argumento- mierda, necesito tocarla- pero mañana hay clase, y es tarde.

Me da una sonrisa pícara y me vuelvo vulnerable al instante.

-Tienes razón, pero...¿vas a quedarte no?- pregunta poniéndome ojitos mientras coge mi mano para que suba con ella.

-Jenn yo...-no se que hacer, estoy condundido, muy confundido."Si me quedo, me van a matar las ganas de tocarla, acariciarla, de hacer un millon de cosas con su cuerpo...¡Oh mierda!"- No sé si es buena idea que me quede.- digo al fín.

Veo como su cara cambia por completo y se vuelve hacia lo que sea que este haciendo.

-Esta bien, si vas a irte ahí tienes la puerta.-su voz es cortante pero temblorosa a la vez.

Me acerco a ella e inmediatamente se aparta de mí sin entablar nada más.

-¡Oh vamos Jenn!-digo con resignación-¿te has enfadado?

Sube las escaleras dejándome ahí plantado y la furia vuelve de nuevo a mí.

"¿Qué es lo que le pasa ahora?"

En las paredes puede verse reflado el gran rojo fuego que emana de mis ojos.
Tengo que tranquilizarme o sino esto no acabará bien. Cierro mis manos en puños y camino sin saber que hacer o qué decirle.

Nunca me había pasado esto, yo nunca he ido trás las chicas. Son ellas las que vienen a mí. No tengo porque ir detrás de ella, rogándole que no se enfade, no he hecho nada malo.

Subo cada escalón encontrando algo que pueda decirme por qué sigo aquí y no me voy a casa...o a cualquier otro sitio.

"Esto está mal, no tendría que pasar, no tengo porque cambiar por una chica."

Sale de su cuarto hacia el lavabo y sus ojos se posan en mí, retándome,desafiándome...

-Voy a irme a dormir ya- se acerca hasta mí-¿te quedas o te vás?

-No te das cuenta, no lo entiendes.

-¿Qué es lo qué no entiendo Ryan?- eleva la voz desesperada por que le dé una respuesta convincente.

-No....me estás pidiendo demasiado.

-Claro, buenas noches,cuando salgas cierra la puerta.-rueda los ojos e intenta alejarse pero agarro su brazo impidiéndolo.

-¡Jenn, con la única chica, mujer o cómo quieras llamarla, que he dormido en toda mi vida ha sido mi madre!-exclamo

-¡Pues puedes irte con ella!- Grita y sus palabras me atraviesan como un puñal en el pecho.

Sé que no lo sabe, pero me duele. No puedo soportarlo, las imagenes vienen a mi cabeza y puedo jurar que estoy adentrándome en una profunda pesadilla aunque tenga los ojos abiertos;

ENTRE DOS MUNDOS [TT] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora