40. Valerie Blake

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NARRA JENNIFER

Mis manos empujan su pecho obligando a su espalda a encontrarse con la pared.

-¿Estas loco?-pregunto con un fuerte ardor en mi garganta.

Mis manos no dejan de sujetar con fuerza su camiseta, la cual se encuentra empapada de sudor y sangre.
Subo la mirada hasta su hombro del cual comienza a brotar una importante cantidad de sangre.
La voz me tiembla y no puedo dejar de tragar saliva bruscamente.
Sus ojos empiezan a cerrarse y el pánico me inunda.
Le ayudo a sentarse en el suelo y me siento justo encima de él, de sus piernas.

-Ryan-le llamo y abre los ojos con monotonía.-Debes permacener despierto.

Asiente mientras mira como me quito la camiseta para obstruir la profunda herida. Hace una mueca de dolor y dejo de presionar pero el asiente para que continúe.

-Esto no va a hacer que la sangre cese-explico con los ojos totalmente vidriosos-Así que, debes curarte y usar tus poderes de hombre lobo.

-Es demasiado profunda, no puedo...no, no puedo hacerlo-dice en un susurro pesado.

Empiezo a buscar mi móvil en el bolsillo trasero y comienzo a marcar el número de Daya.

-Venga, vamos-maldigo mientras sigo presionando su hombro.

-Jenn, no...no llames a nadie-me ruega-por favor.

-Callaté-sollozo y escucho la voz de su hermana al otro lado del telefono-Daya, por favor, teneis que venir, Ryan está herido y yo...yo, no se que hacer.

-¡¿Qué ha pasado?!-cuestiona alarmada pero se acaba el tiempo y se da cuenta-No importa, ¿dónde estais?

-En un pequeño callejón detrás de mi casa, y por favor, traedme una camiseta limpia, corred por favor.-digo y cuelgo.

Uno mis dedos índice y corazón y los posos justamente en el lado izquierdo de su pecho.
Cada vez late más despacio y eso no es bueno, nada bueno.

Suspiro con derrota y miro hacia el cielo, a las estrellas y a la Luna.

Una lágrima cae resbalándose por mis mejillas hinchadas y húmedas.

Noto como uno de los brazos de Ryan rodea mi espalda y me obliga a apoyar mi cabeza en el hueco de su cuello.

Inhalo con tremenda lentitud su perfume y cierro los ojos con fuerza.
Sus dedos juegan con mi pelo y con mi mano libre agarro con fuerza el cuello de su camiseta.
E intento aferrarme a él, quiero sentirme protegida una vez más, quiero notar su calor evadiendo mi cuerpo helado, que sufre las consecuencias de todos estos constantes contrastes en mi vida.

-¿Sábes? La primera vez que te ví en el instituto, me pareciste una chica que solo intentaba eludirse del mundo y de la gente.-dice y miro sus ojos ahora-Nunca me había fijado en ti como lo hago ahora-ríe- Y puedo asegurarte que no me pareciste una chica muy atractiva-noto un leve vuelco en mi corazón y bajo la mirada a mi mano exenta.-Pero eres la primera chica en la que no me fijo principalmente en el físico, de ti me gustan más cosas ¿sábes? la forma en que te ries, la sonrisas que me brindas, que desde que te conozco no han sido tantas como quisiéramos ¿verdad?-cuestiona acariciando mi pómulo acuoso.- La noche cuál me conociste de verdad-comienzo a indagar en mis recuerdos y Jules viene a mi mente, su habitación, aquel chico, Ryan...- me demostraste que estaba equivocado, me demostraste que eras totalmente diferente a como presentía.-sonrío yo ahora-Eres atrevida, peligrosa y vale sí, atractiva, la chica más cautivadora y tentadora que haya conocido nunca-niego y le doy un leve golpe en el pecho haciéndole reir.-No, en serio, el día que me obligaste a colarme en la piscina de una casa ajena me contuve, si vuelvo a verte en ropa interior, no lo haré, no podré contenerme.-mis mejillas se tornar rojas y escondo mi rostro en su cuello.-No te quiero Jennifer, te amo, te amo más de lo que nunca he podido amar a alguien.-Veo sus ojos cansados y mi corazón late más rápido de lo que nunca lo ha hecho. Necesito tranquilizarme.-Por favor, solo quiero que me digas que tú...

Impacto mi dedo índice en sus labios y lo arrastro lentamente hasta su barbilla mirándole la boca.

-No sabes lo mucho que me gustas, ni tampoco lo mucho que te quiero.-cierro los ojos notando una quemazón en ellos y al abrirlos, puedo ver reflejado el color de las llamas en la mirada de Ryan.

-Parece que a alguien le ha afectado esta conversación.-sonríe de lado y yo niego impactada.

Mi mano cansada ya del esfuerzo de sujetar mi camiseta contra su herida, me tiembla avisándome de que mis fuerzas se agotan.

Aparto mi mano y ovserbo la profunda aflicción.

-Se esta curando-digo suspirando.

-Sí, pero mientras la bala esté dentro, no cicatrizará.

-Bueno, pero ha dejado de sangrar-sonrío alivida abranzándole.

Oigo pisadas rápidas acercándose hacia nosotros y levanto la mirada encontrándome con Daya y Mark agitados.

-¿Estais bien?

Asentimos y me levanto dejándoles más espacio.

Le indico a Daya donde tiene que inspeccionar y Mark agarra mi brazo con fuerza apartándome de ellos.

-¿Qué demonios ha pasado?¿Tú le has disparado? ¿Lo has hecho para evitar que tu padre y tu hermano murieran?

-¿Qué? Claro que no.

-Si me mientes Jennifer...-me amenaza y mi expresión cambia por completo.

-Pero ¿por qué íba a mentirte Mark? No tendría remordimiento alguno si yo hubiera sido quien matara a Anthony, Ryan lo ha hecho, he visto como les disparaba...a los dos-bajo la mirada.

-¿Y después?-insiste

-Despues he visto como intentaba suicidarse con el arma.

Al darse cuenta de que lo que ha pasado es completamente distinto a lo que pensaba, baja la mirada pensativo.

-No, ¿por qué Ryan intentaría hacerlo?

-No lo sé, es lo que quiero averiguar.

Escuchamos la voz de Daya diciéndonos a mi y a Mark que nos acerquemos y observo la pequeña bala de plata con la famosa "B" inversa.

"Ahora estarás marcada por la familia Blake por siempre."

Un pinchazo trepana mi nuca y acaricio la marca en mi piel.
Una fuerte sensación de temor se apodera de mí, pero muevo mi cabeza lentamente alejando esos pensamientos.

-...esas siglas las he visto antes, en nuestra antigua casa, años atrás cuando Jalene y Jack todavía vivían. Yo apenas tenía tres años cuando esa pequeña niña jugaba todos los días conmigo, en ese parque solitario.-dice y comienza a incorporarse- Siempre estaba con Anthony, con ese pelo rubio expuesto en una minúscula coleta, justo en el banco de al lado en el que estábamos papa y yo. Ella sólo era un bebé, pero parecía que fuera más adelantada que muchos niños de los que había visto.

-Y eso...¿qué tiene que ver con las siglas? Quiero decir, entiendo que la recuerdes pero...-dice Daya

-Seguís sin entenderlo ¿verdad?- cuestiona Ryan resignado- "VB" son las iniciales del nombre y apellido de la hija de Anthony.

-¿Estás queriendo decir que tengo una hermana?-intervengo ahora yo.

-Quizás tenías, puede que muriera y por eso matara a mis padres, oh puede ser, que tú, en realidad, no seas su hija.

-Pero mi madre lo admitió, ellos me tuvieron.

-Bueno-me interrumpe Mark- ¿y cuál era el nombre de esa chica entonces?

-Valerie, Valerie Blake.

ENTRE DOS MUNDOS [TT] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora