41. Se ha roto todo lo que hemos contruido

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NARRA RYAN

-Ryan, debes descansar, llevas más de 2 días intentando buscar esa diminuta caja.

-Sé que está aquí, estoy seguro, la guarde en mi habitación porque sabía que nadie entraría.-suspiro derrotado.

Observa mi escritorio lleno de cigarrllos y niega repetidas veces y mueve sus manos de forma que no quiere saber lo que he estado haciendo estos dos últimos días encerrado en mi habitación.

Aunque ya lo sepa.

-Bueno, ¿y qué piensas hacer si la encuentras? ¿De que va a servirte tenerla si has matado a Anthony?

-No lo sé, pero ahí, ahí había algo, pero nunca la llegué a abrir, incluso cuando no podía contener las ganas de hacerlo.-tapo mi rostro con resignación y niego repetidas veces- ¿Te das cuenta de que ésta puede ser la única opción de saber porque nuestros padres fueron asesinados?-Daya baja la cabeza y comienza a andar para salir de la habitación pero se lo impido-¿Qué ocurre?

-¿Que qué ocurre?¿En serio lo preguntas?-cuestiona con un nudo en la garganta-¡No haces más que hablar de papá y mamá! ¡No haces más que recordarnos que están muertos! Igual deberías dejar de hacerlo, ya que todavía hay gente que intenta superarlo y olvidar nuestro jodido pasado.

-Pero joder, ¿cómo puedes ser tan egoísta?-exploto-¿cómo no puede importarte la razón por la cual nuestros padres murieron? ¡La persona que los asesinó andaba suelta y vosotros no hicisteis nada al respecto, solo estuvisteis al márgen mientras Jennifer y yo luchábamos por nuestras vidas! Igual que hicisteis aquella noche.

-¡Teníamos miedo! ¿Tampoco eres capaz de entender eso Ryan...?

-¡Yo también lo tenía y estuve ahi!-grito profundizando un fuerte golpe al espejo de mi habitación que cae al suelo hecho añicos.

La sangre comienza a brotar de mi mano derecha y hago una mueca de dolor imperceptible. Veo una sombra acercándose a mi habitación hasta que al segundo veo el pelo rubio de Jenn.

-Veo que sigues igual de insoportable,-hace una pausa- quizás que estuvieras en ese momento, aquella noche, fue lo que estropeó todo.

Sale de la habitación sin ni siquiera mirar a Jennifer y puedo notar como los latidos de su corazón se aceleran notablemente.

-Creo que será mejor que venga en otro momento-dice dándose la vuelta.

-No-digo tajante

-Ryan, de verdad no es bueno que esté aquí...

-¡No!-alzo la voz levantándome-No vas a írte, no ahora.

Una risa por su parte hace que mi furia aumente y el humo saliendo de mi boca comienza a sacar lo peor de mí.

No llevo la cuenta de cuantos cigarrilos he fumado.

Pero ya no me importa.

-No voy a aguantarte como la otra vez, no voy a limpiarte las heridas y tampoco voy a recoger los trozos de tu espejo roto.

-No quiero que lo hagas.-digo aproximándome a ella-Quiero saber por qué has venido.

Cojo sus manos y tiro de ella hacia mí para después con un movimiento rápido cerrar la puerta trás de ella.

Mis dedos juguetean con un mechón de su pelo y ella traga saliva tan fuerte que su cuello se hincha.

-Ryan, no quiero estar aquí- espeta apartándome-no importa de que quisiera hablar, puede esperar.

-¿De verdad no quieres estar aquí?-cuestiono apartándome de ella-Ya me has visto asi más veces, no tienes porque asustarte.

Noto como su respiración se acelera y oigo como gira el pestillo de mi habitación para encerrarnos en ésta.

Una sonrisa ladeada aparece en mis labios cuando veo que mira el suelo resoplando.

-No te tengo miedo, es más, te detesto cuando te comportas de este modo.

Rio sarcástico y me dejo caer en la cama, pero ella no se mueve, solo permanece en silencio hasta que lo rompe.

-¿Qué has estado haciendo estos dos días?-pregunta pillándome de imprevisto.

-Buscar

Digo sin dar más explicaciones, esperando que indague en mis asuntos, pero no lo hace.
Sus ojos no deja de recorrer mi rostro indiferente.

-Por favor, deja de comportarte como un verdadero capullo.

Sonrío y ladeo la cabeza negando repetidas veces.

-No entiendes nada, eres igual que mis hermanos.

Rueda sus ojos y frota su cara con las manos frustada.

-¿Por qué mataste también a Jules?-indaga en una herida todavia abierta.

-¿A caso no querías que lo hiciera? Él fue quien te metió en toda esta mierda.

-¡Esto a lo que tú llamas "mierda"-grita haciendo comillas con sus dedos- es mi puñetera vida!¿Entiendes?

-¡Pareces una completa ingénua!, ¿es qué a caso has olvidado que él estaba en el bando contrario?-le contesto de la misma forma

-¡Tú no estuviste cuando me dijo que él quería protegerme y que no tenía otra opción que estar junto a Anthony porque no tenía madre!

-¿Y le creiste?-cuestiono acercándome a ella a paso rápido-contesta

-No sabes lo que la gente puede llegar a hacer cuando tiene miedo Ryan, quiza era verdad que no tenía otra elección-solloza- En ese momento no le creí y no estoy segura de si ahora lo hago pero de lo que estoy segura, es que no merecía morir.

-¿Lo dices en serio? ¿Qué mosca te ha picado Jennifer?Joder, estás loca

-Era mi hermano, creo que deberías entenderlo.-susurra limpiándo sus ojos- Y creo que en el fondo, tú también lo queri...

-¡Ni siquiera te atrevas a decirlo Jennifer!-le amenazo apoyando mis puños a los lados de su cabeza- No sabes lo que hizo, nunca has sabido su pasado y ¿sábes que? Al fin y al cabo tampoco sabes nada de mi y nunca lo sabrás joder, asi que haz el favor de mantener tu boca cerrada sobre ese asunto.

Veo sus mejillas enrojecerse y mirarme asombrada sin podrer creer mi actitud.

Mantiene su mirada en mis ojos mientras sus labios tiemblan ligeramente.

-Jennifer yo...

-¡Callate idiota, antes de que puedas estropearlo más!-grita empujándome enfurecida.-¿Sábes qué? He cometido el peor error de mi vida, me arrepiento de haberte dicho te quiero, porque no lo hago, acabas de tirar todo por la borda y nuestro amor se está hundiendo con tus jodidas palabras, asi que solo te diré una última cosa-solloza de nuevo-No vuelvas a llamarme, no me escribas, e ignórame en los pasillos del instituto porque no quiero volver a tener nada que ver contigo.

-Sabes que no quería decir eso, lo siento

-Se acabó Ryan-dice ahora más tranquila intentando mantener su compostura rígida.

Cierra despacio la puerta de mi habitación, y eso hace que un escalofrío recorra mi columna vertebral. Porque si no ha dado un portazo significa que no esta enfadada, si no decepcionada.

"¿Que demonios he hecho?"

Acabo de hacer lo peor que podría haber hecho.

Perder a mi salvación.


ENTRE DOS MUNDOS [TT] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora