Capítulo 4

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Aquí tenemos la siguiente reedición de los capítulos de este fic, lamento la tardanza, peeeeeero tenemos un par de escenas nuevas ;)

¡¡Espero que les guste!!

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Tsukishima estaba ansioso, caminaba de un lado a otro de la habitación, se detenía a observar por la ventana, regresaba a la cama y volvía a levantarse y caminar. Hacía cuatro días desde aquel humillante encuentro con Kuroo y la única distracción que tenía eran unos cuantos libros que ya había leído con anterioridad. La ausencia del moreno más que traerle alivio, lo inquietaba, lo hacía sentir inseguridad...se había vuelto paranoico. Sabía que en cualquier momento el mayor podría venir y hacer lo que quisiera con él, nada se lo impedía.

Estaba sujeto a sus deseos y caprichos ahora, dependía de su misericordia y eso le hizo sentir amargura y pesar ¿Qué misericordia podía tener un hombre como él? Solo podía esperarlo peor.

Cómo cada momento desde que había llegado a esa habitación, miró hacia la puerta con tormento; una de las sirvientas que lo atendían mencionó que Kuroo había ordenado dejar la puerta sin seguro y que tenía total libertad de salir y deambular por el lugar. Sin embargo, Tsukishima no se atrevía a acercarse a ella, la inseguridad y la sensación de que podría encontrárselo en cualquier momento le impedían siquiera tocar la puerta.

Temía volver a verlo.

¿No era absurdo? Mantenerse recluido voluntariamente por temor, como si realmente pudiera evitar volver a verlo de ese modo; era imposible y durante sus últimos días de soledad y autodesprecio había decidido que iba a sobreponerse a lo que había ocurrido...que no iba a complacerlo y permitirle verlo asustado.

Sin embargo era más fácil decirlo que hacerlo.

Inhaló y exhaló repetidas veces su ansiedad, apretó los puños espasmódicamente y se mentalizó repitiéndose que podía hacer esto hasta que terminó convenciéndose de que sería así. Entonces, con cautela, se deslizó fuera de la habitación y caminó por los amplios pasillos, sin detenerse a admirar la exquisita decoración o los costosos cuadros, hasta lo que parecía ser un patio. La brisa fresca agitó su cabello y el sol bañó su cuerpo con su calidez y de pronto se sintió más relajado, tranquilo, lo suficiente como para olvidar momentáneamente su temor.

Vagabundeó despreocupadamente por el amplio jardín, deteniéndose en algunas ocasiones a apreciar la abundancia de flores de distintas formas, tamaños y colores, era una visión majestuosa, toda una belleza. Cerró los ojos y respiró hondo; el dulce aroma de las flores llenó sus pulmones y deleitó sus oídos con el lejano canto de las aves, con el sonido de las hojas al mecerse y del agua de la fuente hasta que unos segundos después el sonido de pasos rompió su sensación de paz y despertó en su pecho una sensación de ansiedad.

— Hola — un chico pecoso que parecía de su edad apareció frente a él, sus ojos lo veían con curiosidad y cautela, al igual que Tsukishima quien retrocedió un par de pasos; cualquier persona que viviera en esta mansión no podía ser buena.

— Hola.

— Tú debes ser la pareja de Kuroo, Tsukishima Kei ¿Verdad? — preguntó el pecoso − Yo soy...

Tsukishima frunció el ceño — ¡De ninguna manera! ¡Eso no es verdad! — gritó, disgustado, la sola idea era abominable. Preferiría morir...cualquier cosa era mejor a esta con alguien como ese tipo.

CHOICES [Omegaverse] [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora