>3< Actualización >3<
.
.
***************
El auto se detuvo al lado de lo que parecía ser un bar, la fachada de un blanco inmaculado reflejaba, elegante, las luces de neón que la adornaban; salieron del auto y antes de dirigirse hacia el establecimiento Kuroo se acercó al chófer y le susurró algo que Tsukishima no logró escuchar. El rubio observó alrededor sin ocultar su inquietud, nunca había estado en esta parte de la cuidad, era ruidoso y sin embargo tan lúgubre y oscuro a pesar de las luces, la noche era fría, el viento soplaba agitando su cabello y arrastrando consigo una serie de aromas que le hicieron arrugar la nariz. Nubes cubrían las estrellas en el cielo y finas gotas de agua humedecieron el cristal de sus anteojos.
Este no era un lugar para él y no tenía idea de lo que estaba haciendo ahí...quería volver.
Volteó repentinamente cuando escuchó el sonido del motor del auto, lo vio salir del estacionamiento y alejarse por un callejón; era inusual, pensaba que se quedarían a esperarlos como siempre lo hacían, tampoco percibía rastros del auto en el que Kenma viajaba. Él siempre parecía estar detrás de Kuroo, así que pensó que también iría con ellos.
Su ausencia le gustaba menos que su presencia.
Salieron del estacionamiento y caminaron hasta la entrada del bar, el asfalto bajo sus pies retumbaba con la música proveniente de todas direcciones. Un alto y corpulento hombre vestido de traje les abrió la puerta de entrada nada más verlos aproximarse y rápidamente fueron abordados por un atractivo hombre mayor al llegar al vestíbulo. Una elegante alfombra azabache amortiguando sus pasos y finas esculturas de mármol gris deleitando sus ojos.
— Bienvenido, señor, nos complace volver tenerlo aquí esta noche — la voz del hombre sonó cordial y profunda como una copa de Whisky — Imagino que esta noche no va a solicitar compañía — dijo observando de pies a cabeza el cuerpo del rubio, sus fríos y afilados ojos azul claro evaluándolo rápidamente cual mercancía cualquiera. Sintió. Parecía que había aprobado.
Kuroo sonrió y esa felina y arrogante sonrisa dio vida al peligroso destello a avellana en sus ojos, frenando así el desagradable escudriño de ese hombre — Estás en lo cierto — pasó un brazo alrededor de su cintura y lo atrajo hacia él, sentir su calor fue suficiente para hacer que su cuerpo se relajara y que deseara buscar cobijo entre sus brazos...empaparse con su aroma. Quería que supieran que estaban juntos, era un sentimiento caprichoso que lo tomó por sorpresa — Quiero una habitación privada.
— Por supuesto, siga por aquí — él le dio una cortes reverencia y con un fluido movimiento de mano les indicó que lo siguieran por el salón.
El sitio era realmente grande, de un rojo terciopelo, las paredes estaban cubiertas de hermosas pinturas, trazos finos que armonizaban con la elegancia del ambiente. La iluminación era muy tenue y teñía de un ligero bermellón las nubes de humo que se alzaban hacia el techo, y una sensual melodía sonaba a través de los altavoces mezclándose con el murmullo de las personas. Las mesas estaban estratégicamente esparcidas al fondo del salón, a una distancia discreta de las otras y casi todos los sillones estaban ocupados por hombres, en su mayoría Alfa mayores. También habían hombres y mujeres jóvenes vestidos con muy poca ropa, delicadas y atractivas figuras que intentaban llamar la atención de alguno de ellos, del otro lado del salón había un joven sentado en el regazo de un hombre intercambiando caricias y sonrisas coquetas, a su izquierda otro hombre tiraba del brazo de un jovencito, para desaparecer segundos después por el pasillo.
ESTÁS LEYENDO
CHOICES [Omegaverse] [Editado]
FanfictionTsukishima Kei es considerado un genio en su área de trabajo, tranquilo y sereno, no estaba interesado en nada más que su propia monotonía, sin embargo tenía una pequeña peculiaridad, era un Omega.. En un mundo donde los Omega poseían menos derechos...