CHOICES [Omegaverse] [Editado]

Capítulo 31

>3< Actualización >3<

¡¡Xavi!! ¡¡Feliz cumpleaños!!

Sé que es dos días pronto para felicitarte, pero eso me convierte en la primera en hacerlo este año XD

No sé muy bien cómo hacer una felicitación apropiada, nunca he sido buena en eso. Pero espero de todo corazón que el domingo sea un día muy especial para ti...disfrútalo al máximo, te lo mereces y come mucho pastel por ti y por mi X3

Muchas felicidades. Eres una muy bella persona y también una gran escritora. Creo que ya lo había dicho antes, pero me encantó Tsukimi. Ver a Kuroo y Tsukishima en esa situación fue de lo mejor, lo manejaste muy bien.

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La lluvia caía, fina y silenciosa, sobre los rosales y un sentimiento melancólico flotaba en el ambiente. Tsukishima apoyó la frente contra el empapado y frío vidrio, contemplado entristecido como la lluvia caía meciendo gentilmente las flores del jardín. Era un panorama hermoso, las rosas mostraban brillantes sus húmedas y verdes hojas, y los pétalos destellaban llenos de vida, sin embargo esa espléndida belleza se veía empañada por aquellas nubes negras grisáceas que surcaban el cielo ¿Cuando la lluvia cesaría? ¿Cuándo podría volver a ver el cielo azul? ¿Cuándo el sol volvería a brillar?

Cerró los ojos y su mente de inmediato se llenó de imágenes que incluso su cuerpo recordaba. El calor de sus manos sobre su piel, las caricias, el sabor de sus besos, el contacto de sus labios y su olor...todo tan fresco en cuerpo y mente. Estremeciéndolo profundamente y arrancándole un suspiro involuntario.

Pronto, ese recuerdo se convirtió en algo real y tangible, sintió la proximidad del calor que de un cuerpo al que reconocía, uno al que tanto añoraba en su espalda y unas manos posarse gentilmente sobre su vientre — Vuelve a la cama, Kei, hace frío — un beso fue depositado sobre su nuca, su corazón celebró ese contacto y su piel se deleitó de él.

Sin prisa, Tsukishima posó una mano sobre la que reposaba en su vientre y abrió los ojos, encontrándose con el reflejo de Kuroo justo a su lado. Tan melancólicos como lo suyos, sus ojos se encontraron y descubrieron en su profundidad esa calidez que creían perdida — Creí que estabas durmiendo...— giró la cabeza y sus labios se unieron en un lento y húmedo beso que arrancó suspiros a ambos, y que por supuesto los dejó con hambre de más de ese dulce sabor.

— La ausencia de tu calor hizo que me despertara — dijo — ¿Estás bien? El bebé ha estado muy tranquilo ¿Es algo normal? — acarició gentilmente su vientre con ambas manos, buscando el golpecito que no tardó en llegar y entonces sonrió. Su niño, su Mitsuki estaba ahí, tan lleno de energía y feliz por sus atenciones.

Kei hizo una mueca de dolor y Kuroo se disculpó con la mirada, sin embargo volvió a sonreír, está vez más tímidamente — Parece calmarse solo cuando estas cerca...cuando no estas es un poco...difícil, así que supongo que debe saberlo...que su padre está ahí para él — su pequeño podía ser alguien difícil, sobre todo durante las noches, sin embargo esa noche y las otras que habían compartido en la misma cama, Mitsuki estuvo en paz y él pudo descansar tranquilo. Podía percibirlo feliz y con muchos deseos de tener las atenciones de ambos solo para él.

— ¿Crees que me extrañe? No paso mucho tiempo por aquí.

— Eres su padre...y creo...creo que él lo sabe...sabe cuándo no estás y cuando no.