Capítulo 27

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Desde el otro lado de la mesa, Tsukishima observó fugazmente la elegante caja blanca con bordes negros frente a sus ojos y luego al hombre frente a él. Otro regalo, no le sorprendía en absoluto, Ushijima había estado enviándole muchos desde que volvió de la ciudad. Todos eran costosos y muy vistosos también. Había tratado de pedirle que se detuviera, sin embargo él no lo escuchaba.

— ¿Que es esta vez? — preguntó tomado la caja con ambas manos, no era pesada, sin embargo eso no era determinante para nada, recibió joyas antes. Su último regalo fue un tablero de ajedrez egipcio cuyas piezas eran increíblemente detalladas. No quería ni imaginarse el precio de algo así. La caja de este ya parecía bastante costosa por sí misma.

— Chocolates — respondió con simpleza — Sé que te gustan los dulces, no vas a rechazar esto.

No esperaba que eso realmente le importara, estaba sorprendido. Kei abrió la caja bajo la atenta mirada de Ushijima, realmente parecía expectante, y observó el contenido; cuatro filas de cinco Chocolates negros perfectamente redondos y espolvoreados con fino chocolate blanco. Tenían un olor suave, dulce y atrayente que invitaba a morderlos, parecían esponjosos. — Se ven bien — murmuró tomando uno de ellos encontrándolo suave al tacto, su aroma sedujo rápidamente a sus papilas gustativas.

Entonces lo mordió gimiendo involuntariamente cuando el sabor del chocolate y el jarabe de fresa dentro del bombón de vainilla explotaron en su boca. Fue glorioso. Ya había probado chocolates finos antes, Akaashi le obsequió unos hace unas semanas, pero su sabor no era nada comparado con el que bailaba en sus papilas gustativas en ese momento ¿Por qué demonios eran tan buenos?

— Me alegra que te gusten — Ushijima estaba sonriendo, sus ojos tenían un brillo inusual, supuso que así era como se veía cuando estaba complacido — Eres muy difícil de complacer.

Detuvo un segundo bombón a mitad del camino y frunció el ceño, había perdido esta partida — ¿A qué has venido en realidad? Si lo que quieres es más información lamento decirte que no sé nada más de lo que ya te he dicho — dijo Tsukishima — No vas a atraparla hablando conmigo, pero probablemente sí usándome — comió el chocolate, está vez trató de no gemir, pero no pudo evitar suspirar suavemente.

— ¿Ella te hizo daño? — esa pregunta lo descolocó, dudaba mucho que realmente eso le importara...aunque podría estar molesto por qué dañó su mercancía. No estaba muy seguro sobre cómo pensaba ese hombre — ¿Te lastimó? ¿Te dijo a donde quería llevarte?

— No, parecía demasiado afligida por marcharse...ni siquiera se tomó el tiempo para verificar si iba detrás de ella, dijo que su dinero era escaso y alguien estaba dispuesto a pagar mucho por mí, pero primero debía deshacerse de la carga extra que llevaba conmigo.

— Es despiadada — Tsukishima ahogó la respuesta sarcástica que subió a sus labios, el dulce del chocolate que había comido ayudó a suavizar su humor, sin embargo aún seguía molesto con este tipo — No parece algo que una madre haría, pero si algo que ella haría.

Tsukishima rodó los ojos y se llevó un bombón a la boca con la esperanza de que el sabor de la fresa mejorara nuevamente su ánimo — A puesto que la tuya es mejor — esperaba dar por terminada su "entretenida" charla con una pregunta personal, no había forma de que ese tipo accediera a hablar sobre sí mismo, sin embargo no se esperó que Ushijima realmente respondiera. Estaba actuando un poco extraño últimamente, nada había cambiado mucho en realidad, pero había algo.

CHOICES [Omegaverse] [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora