CHOICES [Omegaverse] [Editado]

Extra 2: ¿Por qué siempre me haces esperar?

¡¡Hola!! Ha pasado un tiempo desde que publiqué el primer extra, aún recuerdo cuando este fic terminó, me hace sentir un poco nostálgica, pero tenía que suceder :')

¡¡Aquí tenemos el siguiente extra!!

Lamento que haya tardado tanto en publicarlo, el destino se empeñaba en que no lo terminara, pero no me rendí y aquí esta X3 @maybell69 quiero dedicarte este extra por todas las veces que te dije que iba a terminarlo y no pude hacerlo ;3

Espero que les guste <3 

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El reflejo del enorme espejo de su tocador le devolvió una imagen de sí mismo mordisqueándose insistentemente la uña del dedo pulgar. Algo bastante lamentable a su parecer. Esto no estaba bien, no lo estaba ¿Cómo todo había terminado de este modo? Lo sabía bien, había estado ahí, en primera fila, así que no podía catalogarlo como un sueño, pero aún no podía dejar de preguntárselo...le gustaba hacerlo, mantenía su mente ocupada.

Sabía que este día llegaría en algún momento, estaba preparado para ello, sin embargo no pensaba que se sentiría de este modo cuando ocurriera. Tenía una idea distinta de cómo sería, pero esa teoría había sido despiadadamente aplastada contra el asfalto por el choque del meteorito de sentimientos que lo había golpeado. No era divertido...era caótico.

— Tsukishima, la ceremonia va a comenzar — su cuerpo se agitó tras la repentina entrada de Hinata a la cabaña, afortunadamente no jadeó, habría sido vergonzoso después de haberse burlado de él cuando estuvo en su lugar hace casi tres años — ¿Qué pasa? — lo vio inclinar la cabeza a través de su reflejo, su mirada le quemó la piel y su sonrisa el orgullo — ¿Podría ser que estés un poco...

— Andando — se levantó repentinamente de su silla, permitirle seguir hablando sería su derrota y perder ante Hinata no era algo que quería. No contra él. Jamás contra él.

Caminó con pasos decididos y firmes hacia la puerta, iba a ir ahí y a terminar con todo esto de una buena vez y todo volvería a ser como antes. Exhaló. Estaba tranquilo y relajado, nada estaba pasando en su pecho, no tenía las manos perladas en sudor, sus dedos no temblaban ni su corazón gritaba en su pecho o sus extremidades se movían con insistencia. No. Nada estaba pasándole.

Todo estaba bien. Todo estaba muy bien.

— ¿Qué haces ahí parado? Vamos — apresuró a Hinata, quien no se había movido de su posición junto al tocador, con un movimiento de manos, pero en lugar de seguir sus palabras, sonrió con diversión. Eso no podía estar bien — ¿Qué? — preguntó con molestia, no le gustaba esa sonrisa. Lo conocía demasiado bien como para saber que significaba.

El más bajo ensanchó su sonrisa, alzó el dedo índice a la altura de su cabeza y señaló hacia el tocador — Creo que estás olvidando algo importante.

Volteó, el ramo de flores que su pequeño Mitsuki le había ayudado alegremente a armar descansaba, solitario, sobre la cómoda — Oh...Claro — perdió, Hinata lo había notado y ahora estaba perdido, de todas las personas en el mundo que el chico más despistado lo hubiera descubierto no era buena señal. Esto era un desastre.

— Estás nervioso ¿Verdad?

— No, solo quería asegurarme de que el clima era bueno afuera.