>3< El tan esperado desenlace está aquí >3<
Lamento la demora, iba a hacerlo ayer, pero no pude terminar de editar.
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La madera de la chimenea crujió, lanzando pequeñas chispas carmesí, que contrastaron con el rojo amarillento del fuego el cual oscilaba de un lado a otro, danzando sus llamas con errática finura. La luz de la tarde iluminaba el amplio living, creando alargadas sombras sobre los muebles volcados por todo el lugar y reflejándose en los charcos de sangre junto a los cuerpos que ahora también formaban parte de la salvaje decoración.
Había un ligero repiqueteo, pequeños y rítmicos golpes de metal chocar contra cristal que, por su expresión facial, se clavaba sin piedad en el cerebro del hombre sentado en uno de los sofás.
— Es...un honor tenerlo aquí...se-señor — balbuceó él con la mirada de pánico de quien ve a la muerte misma y...tal vez en realidad lo estaba haciendo; tal vez estaba mirando a la muerte misma sentado sobre el sofá frente a él, con un pulcro traje negro a la medida, sosteniendo un fino cigarrillo entre sus labios y un arma en la mano derecha, la cual golpeaba incesantemente la bonita mesa de cristal en el centro, creando pequeñas fisuras en él.
— Dime ¿Te parezco un idiota? — su afilada mirada avellana se clavó en la suya, como una bala que atravesó su cerebro.
— ¡No! — gritó el aterrorizado hombre, tratando de levantarse de su asiendo y viéndose imposibilitado por las manos de los dos hombres que se encontraban parados detrás de él — Por...por supuesto que no, señor.
— Bueno, pues entonces necesito que me cuentes un par de cosas — con los dedos índice y corazón, impulsó su cigarrillo hacia la chimenea y se levantó dando vueltas alrededor del hombre, dedicándole una mirada amenazante como un felino jugando con su presa antes de devorarla hasta los huesos — Supongo que no tengo que explicarte a lo que me refiero — se detuvo frente a él, sus ojos tan carentes de compasión que harían temblar a cualquiera. Una mancha amarillenta tiñó el sofá debajo de él desdichado hombre, quien bajó la mirada, avergonzado, y fue alzada por el joven de cabello gris ceniza detrás de él, quien lo tomó bruscamente del cabello.
— Sí...si es por el dinero — observó por el rabillo del ojo a sus escoltas, intimidantes sombras bailaban en sus ojos y expresiones, enalteciendo la ya imponente presencia de quién era su señor; Kuroo Tetsurō — Tengo mucho en mí caja fuerte y...si...si eso no es suficiente creo que podría obtener más...solo...
— Es una impresionante casa la que tienes, la seguridad era de primera...repleta de antiguos agentes especiales de la policía y ex militares — exclamó Kuroo alzando ambas manos; sonreía con diversión — Nos diste el entretenimiento que no hemos tenido en mucho tiempo, me siento revitalizado.
— Es...todo un honor para mí — sonrió de vuelta, una torcida línea que terminó por romperse como la mente del hombre que se tiró al suelo y comenzó a suplicar por su vida — Por favor...por favor, lo siento tanto, no era mi intención tomar su dinero — se arrastró hacia sus pies, lloraba, ahogándose en sus propias lágrimas, dos armas fueron apuntadas a su cabeza, pero Kuroo alzó la mano, ordenando a sus hombres bajarlas — Puede llevarse todo lo que quiera...también tengo una hija, es joven y muy hermosa...puede...puede tomarla para usted...servirá...
La risa de Kuroo reverberó por todo el salón, lanzó una patada al hombre, quien cayó de lado y apretó la zona entre su oreja y mejilla con la suela de su zapato — No vine aquí para negociar un pago, vine por respuestas...— apretó, retorciendo el talón en su sien — Y sabes que voy a obtenerlas de una forma u otra.
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CHOICES [Omegaverse] [Editado]
FanfictionTsukishima Kei es considerado un genio en su área de trabajo, tranquilo y sereno, no estaba interesado en nada más que su propia monotonía, sin embargo tenía una pequeña peculiaridad, era un Omega.. En un mundo donde los Omega poseían menos derechos...