Who is it?

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Un tercer automóvil aparcó, todos se quedaron lentos, observando quién había sido el desafortunado acompañante. Nick permaneció detrás de una columna mientras que Kelcy y Knox estaban detrás de un camión de carga.

— Son tres —anunció Kelcy—, dos chicas y un hombre.

— ¿Los conoces? —preguntó Knox.

Podría ser gente de Nick y querer el mismo fin, asesinar a Kelcy o simplemente adolescentes queriendo pasar el rato.

— No —susurró Kelcy—, pero llevan aparatos científicos. Dudo que sea gente que trabaje con Nick.

Nick observo como el trio entraba al edificio hablando entre ellos, sintiendo normalidad al creer que estaban solos. Él salió de entre las sombras en cuanto creyó que ellos no lo escucharían.

— Hagamos un trato —gritó Nick.

Knox estaba alerta cuando lo vio plantarse en el centro del patio, con las manos en las espalda y la mirada en alto.

— Kelcy viene conmigo y vivirán —dijo con desdén—; de no ser así ambos morirán.

Kelcy con rabia en los ojos salió de entre las sombras sin siquiera pedir la opinión de Knox, había pasado a ser irrelevante en ese instante.

— Iré contigo —dijo—, si dejas ir a Knox.

Nick sacó su arma y se encogió de hombros. Estaba sonriendo de manera maliciosa y a Kelcy no le agradaba mucho en realidad.

— Por su puesto, querida.

Ella asintió y de acerco a Knox. No tenía miedo, había desaparecido en el trayecto y había sido de manera repentina.

— Vete, estaré bien.

Fue lo último que ella dijo antes de adentrarse a lo desconocido con Nick; Knox no quería irse, sin embargo tenía que hacerlo o la vida de Kelcy estaría en peligro. Sólo se fue, sin remordimientos ni necesidad de querer volver.

Nick colocó su arma en la nuca de Kelcy y le ordenó que avanzara, ella se limitó a hacer lo que él decía si es que quería que las cosas funcionaran.

— Todos quieren saber como es estar fuera de la tierra —empezó a decir Kelcy—, pero tú ¿qué es lo que quieres? Dudo que seas un gran investigador.

Nick suspiró.

— Hay algo ahí afuera que me pertenece por derecho —dijo él tranquilamente—, algo que tú me ayudarás a conseguir.

— ¿Qué es lo que quieres?

Nick presionó aún más el cañón el arma para que ella subiera las escaleras, ella levantó las manos y avanzó al mismo tiempo que escuchaba voces de niños. Sintió vértigo así que continuó hablando para distraer a Nick.

— ¿Es importante lo que buscas? —dijo Kelcy a falta de ideas.

— Por supuesto, ¿es importante Loki?

Ella se tragó su ira y continuó avanzando.

— Busco algo llamado Éter —dijo él—, algo que me permitirá no sólo ser poderoso, sino me ayudará a crear caos en el mundo.

— ¿Es poder lo que buscas? —siseo Kelcy.

— Claro, es una gran fuente de poder. En un humano podría ser la muerte inmediata, o tal vez podría soportar unos meses. Pero en un inhumano, bueno, es como tomar vitaminas.

Kelcy suspiro, no le gustaba lo que estaba escuchando, mucho menos viniendo del temible Nick.

— La roca de la oscuridad —recordó Kelcy.

— Exacto —se mofó Nick—, y el portal que lleva al lugar en dónde está se abrirá hoy y tú —presionó de nuevo el arma—, vas a llevarme hasta él.

Kelcy tragó con fuerza al escuchar de nuevo voces de niños y algunas rizas que venían como eco a sus oídos, no estaban tan cerca como para escucharlos sin embargo, Kelcy sentía que alguien de iba acercar y no quería sangre.

Algo dentro de ella cambio, sabía que había portales abriéndose, y sabía hacia a dónde iban, entonces comprendió. Era como un mapa, una llave y es por eso que la estaban usando, ella era la clave.

Knox se detuvo al doblar la esquina, sentía que iba a explotar cada vertebra de su espalda, sin embargo, estaba haciendo lo correcto. Giró y cubrió con una manta el cuerpo inerte de Kelcy. ¿Qué había hecho ahora?

Quitó del frío cuello de Kelcy su medallón, el que siempre llevaba con su nombre y fotos de una pequeña niña rubia.

— Sé que harás lo correcto —habló con el cuerpo—, te cuidaré, lo prometo.

Había sido algo arriesgado, Kelcy había abandonado su cuerpo porque había sentido desde siempre que Nick los seguía. Sabía que si moría en ese estado volvería a su cuerpo, pero jamás considero el hecho de que no volvería con vida.

Knox encendió el motor y volvió hasta el edifico dónde Kelcy lo había llevado, necesitaba hacer descansar al cuerpo de Kelcy.

— De verdad mentiste —dijo ella.

— Estaba por ser el amor de tu vida —respondió—, pero al parecer no iba a tener posibilidad como Knox.

— ¿De qué hablas? —ella sabía de que hablaba pero alguien se estaba acercando.

— Él te mira con otros ojos —dijo con desesperación Nick.

Ambos callaron. Él había escuchado el golpe de los tacones de una mujer acercándose. Nick se había distraído y estaba observando fijamente el corredor oscuro en espera de una figura femenina.

Kelcy sintió que todo su cuerpo se estremecía, estaba por pasar y ella sabía que la mujer que andaba por los pasillos también lo sentía, sin embargo, no era como ella, porque de ser así se abría alejado ya que ese era la entrada al infierno, el infierno que Nick deseaba. Éter estaba en ese portal, pero Kelcy no podía darse el lujo de decírselo.

La mujer dio vuelta y entro al oscuro corredor, Kelcy no podía creer lo que estaba viendo. Jane Foster.

Retrocedió junto con Nick, clavando el arma aún más en su nuca. Kelcy observaba el andar despreocupado de Jane, nunca pensó que la vería tan cerca y mucho menos en esas condiciones.

—Se está abriendo un portal —susurró Nick.

— Lo sé —Kelcy quiso parecer desconcertada.

— ¿A dónde lleva?

— No lo sé —mintió—, pero no emana la energía que tú estás buscando.

— ¿Qué quieres decir?

— Está congelado —recordó la tierra natal de Loki.

Nick se echó a reír. Jane pasó frente a ellos y miró a todos lados creyendo haber escuchado algo. El portal estaba por cerrarse cuando Kelcy pensó en algo arriesgado y que tal vez le costaría una vida.

— Deja que vaya —se mofó Nick—, morirá congelada.

Con velocidad Kelcy usó gran parte de su poder para empujar a Jane hasta el portal, ella sólo se dejó llevar pensando que era el portal tirando de ella.

Nick se percató y quiso detenerlo pero era demasiado tarde, Jane había entrado y éste se había cerrado dejando un cegador brillo.

— ¡Qué has hecho! —gritó Nick.

Kelcy golpeó a Nick dejándolo inconsciente en el suelo. Tomó su arma y algunas cuerdas. Está vez no iba a escapar. Lo ató a una columna y lo dejó ahí mientras se acercaba al lugar dónde había lanzado a Jane.

¿Qué he hecho?

2. StaunchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora