Mummy Dust

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No supo que debía hacer con el inconsciente Nick, no podía pensar en nada, porque cada célula de su cuerpo le decía que corriera hasta la ultima planta.

Lanzó un vistazo a su derecha, escuchó que alguien estaba buscando a Jane, ésta vez no tenía tiempo para explicar las cosas. Debía moverse y rápido.

Corrió escaleras arriba, a pesar de sus constantes vértigos y náuseas se mantenía en pie siguiendo lo que su instinto le indicaba, si estaba en lo correcto en menos de lo que ella pensaba estaría en Asgard.

Tropezó varias veces, quería rendirse porque su cuerpo no estaba soportando semejante energía dentro de ella, no sabía que ahora absorbía el poder y mucho menos que la estaba destruyendo.

— ¡Jane!

Kelcy escuchó los gritos debajo de ella, ahora sentía más culpa que le estaba carcomiendo.

«Jane no tenía la culpa de su obsesión con salvar a Loki, ¿por qué había de hacer tal cosa? Podría estar muerta

No se detuvo, sentía que alguien estaba a punto de ir detrás de ella, sentía pánico y movilizó sus movimientos, alejando cualquier pensamiento sólo dejado llevar su instinto.

Cuando estuvo al pie de las ultimas escaleras sintió dolor, un dolor insoportable que le calaba hasta los huesos, junto con chillidos que taladraban sus oídos.

Se estaba cerrando la puerta.

Kelcy corrió, sintiendo sus sienes palpitar y el ardor de sus pulmones. No había soltado el arma de Nick, en realidad estaba generando toda su fuerza en ella, canalizando su dolor.

Llegó con poco aliento, con los ojos llenos de lágrimas y con la vista casi perdida. Se quedó al pie de la puerta y avanzó pero su cuerpo falló y cayó al frente dentro del portal, éste de inmediato la aspiró y con un destello desapareció.

Knox estaba en el departamento, había sido saqueado, había muebles rotos y valijas en la puerta. Alguien había planeado quedarse pero nunca llegaron pues éstas tenían polvo acumulado.

Avanzó hasta una habitación y dejó caer el cuerpo de Kelcy, se veía tan muerta que temió que en realidad lo estuviese, era un cascaron vacío, estaba muerta en realidad.

Nick estaba despertando mientras observaba a todos lados, había dos oficiales a su lado mientras una enfermera atendía sus heridas. Sus ojos aún no asociaban el lugar, ni siquiera recordaba su nombre.

— Señor —habló la enfermera con delicadeza—, ¿recuerda cómo se llama?

Recordó todo de golpe, tanto que se sostuvo del hombro de la pobre chica, uno de los oficiales se altero junto con ella, sin embargo, antes de que pudiese decir algo, Nick ya se había levantado y estaba avanzando lejos de ellos.

A distracción del oficial había robado su arma y se dirigía con velocidad a su automóvil, debía enmendar algunas cuentas pendientes.

Kelcy cayó con fuerza en barro y pasto, no sintió absolutamente nada debido a su inconsciente estado, pero los lugareños retrocedieron, mientras que se acercaban con miedo y tomaban armas.

— ¡Es una chica! —gritó un joven para que todos retrocedieran con sus armas.

Kelcy despertó de golpe, trató de asimilar lo que estaba pasando pero no podía hacerlo debido a todos los rostros que tenía frente a ella.

El joven adolescente ayudó a Kelcy mientras ella sólo balbuceaba algún tipo de idea que ni ella podía comprender.

— ¿Cuál es tu nombre? —preguntó con delicadeza.

— Kelcy —tartamudeo.

Él se encogió de hombros y tiró de ella. Lo último que supo fue que estaba en algo que parecía ser un caballo, pero podría haber sido cualquier cosa porque se desmayó de nuevo.

El chico sabía que gente nueva estaba cayendo del cielo y era su deber llevarla hasta el castillo. Ahí Odín decidiría que hacer con ella.

Avanzó entre varios lugares con el cuerpo de la bella mujer en el lomo de un caballo, se veía distinta al resto, por cualquier razón tenía ciertos rasgos, sin embargo, era un persona parecida a las del pueblo, sólo que ella era más baja y pálida.

El chico quiso entrar en pánico, pero lo cierto era que no podía sacar conclusiones vagas. Creía que era el señor Loki pues tenía fama de cambiar de forma, además era tan pálida y de cabello azabache, era hermosa. Justo como todos describían al señor.

Se detuvo unos minutos para darse a la tardea de atar a la mujer. No sabía a que era lo que se estaba arriesgando, lo único que sabía era que dentro del palacio dejaba de ser su problema.

Nick condujo sin siquiera ver al frente, llevándose cualquier animal, persona o cosa consigo. Estaba viendo a través del vidrio buscando si la policía lo seguía, pero no había nada más que destrozos y gente gritando. Él sonrió maliciosamente.

Se detuvo en el edificio y salió con prisa, no se detuvo a apagar el motor del automóvil, simplemente entró con vehemencia al lugar lanzando disparos al techo mientras gritaba.

Knox escuchó el desastre que había abajo. Sabía quién era y a lo que venía.

No se tomó el tiempo para buscar con cuidado, sólo con una manta cubrió el cuerpo, la delgadez de Kelcy había hecho que la tarea fuese sencilla; Knox trató de cubrir con todo lo que fuese posible su cuerpo, incluso pensó en dejarlo en otro apartamento, sin embargo ya no había tiempo para pensar en eso.

Advirtió que la puerta de la entrada había sido derribada. Salió con las manos en alto para observar a Nick apuntando con un arma.

— Parece que es mi día de suerte —dijo Nick con vehemencia y con voz temblorosa.

— Aquí no hay nada para ti —respondió Knox y bajó las manos.

Knox se acercó al mini bar y buscó una posible arma; sólo había un pica hielo y un saca corchos. Podría usar ambos pero le llevaría tiempo distraer a Nick.

— ¿Algo de beber? —preguntó con cinismo.

Nick le lanzó una mirada tan típica de él, haciéndote creer que estaba molesto y que tal vez estabas a punto de morir.

Knox se encogió de hombros y tomó una botella de vino.

— Como quieras —susurró Knox.

— ¿Dónde está ella?

— No lo sé —Knox sorbió de la copa.

— ¿A caso quieres jugar conmigo? —le apuntó con el arma—. No soy bueno jugando. ¡Dónde está!

— Lejos de aquí, quiero suponer —dijo Knox amargamente como si no le importara.

Desesperado Nick retrocedió y buscó en un de las habitaciones. Knox advirtió su oportunidad y tomó el primer objeto punzó cortante que encontró. Se tomó incluso la libertad de observarlo por unos segundos.

Nick le dio la espalda de momento, estaba tan desesperado por encontrar lo que deseaba que olvido cuidarse a sí mismo. Incluso su mente estaba en otro lugar.

Knox golpeó su cabeza contra la pared, Nick quiso responder con cualquier golpe pero perdió la noción del tiempo, comenzó a ver luces que destellaba justo frente a él. Knox le propinó un segundo golpe en el abdomen, haciendo que Nick se doblará hacía el frente, Knox de verdad estaba disfrutando eso.

Nick lanzó tiros al azar, sin siquiera saber si estaba dando a su blanco, uno de ellos dio al costado de Knox, la bala sólo había rozado su piel, porque no estaba sangrando demasiado y no sentía el tipo miedo de ser atravesado.

Cansado Knox tomó el pica hielo y observo a Nick doblado en el suelo. Lo clavó en su pecho, sintió como éste entraba a su carne incluso sintió como Nick se quedaba quieto al sentir que algo lo atravesaba.

— Te metiste con la persona equivocada Nick.

2. StaunchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora