Breathe Me

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— ¿Podrías dejar de absorber mi magia? —balbuceó Kelcy débilmente.

Loki perplejo se detuvo y observó con detención a Kelcy que caía al suelo de rodillas. Ella pensó e hizo todo lo posible y una locura.

— Loki —ella sonrió con un brillo en los ojos inigualable.

Él sin pedir permiso se lanzó a ella, tomándola por la cintura que había disminuido tanto desde la última vez que la vio; con fuerza y pasión la besó, sintiendo con desesperación como el pulso de Kelcy estaba aumentando y como sus manos subían por su pecho; y es que de verdad había anhelado tanto de eso.

Mientras él estaba distraído ella colocó su brazalete en su muñeca y pensó, ahora él sería el único que podría verla y tocarla. Sin embargo, quería que todos los presentes observarán su espectáculo, eso de la magia podía esperar.

Kelcy soltó un sollozó, a la vez que sentía como sus mejillas ardían y su corazón se hinchaba violentamente.

Se separaron y se vieron el uno al otro, la mirada de Kelcy había madurado y envejecido al igual que la de Loki; ambos se veían cansados y desesperados, necesitaban volver a casa después de una larga lucha. Después de la guerra interna que tenían era la hora de la paz.

— Te ves hermosa —dijo él.

Kelcy sonrió incapaz de creer lo que estaba escuchando y sintiendo.

— Por supuesto que no —dijo ella torciendo los labios—, he estado trabajando tanto y ahora, bueno...

Él la besó de nuevo.

— Te ves hermosa —repitió dolido.

Loki se percató del brazalete que pendía de su muñeca, lo levantó hasta su rostro y sonrió, conocía ese brazalete, él se lo había obsequiado a Kelcy en uno de sus cumpleaños, sonrió. Quisó preguntar para qué servía eso pero la pregunta se respondió sola al ver a varios guardias cruzar frente a sus narices y verlo sólo a él.

— Sabía que me matarían si me encontraban aquí —dijo Kelcy siguiendo con la mirada a los guardias—, así que hice eso.

»No sabía si estabas en tu dormitorio, en una biblioteca, en un comedor o inclusive en un balcón, necesitaba que sólo tú pusieses verme.

»He pensado en eso antes y sobre todo la manera en poder estar contigo. Me sorprendió que estuvieras aquí —observó a su alrededor—, en una celda.

Loki soltó una risita, nunca pensó que ella llegaría hasta su celda, jamás pensó que llegaría a Asgard.

— Mi Odín me perdonó la vida —dijo Loki.

El interior de Kelcy se desgarró, sintió que su estómago caía al suelo.

— Ibas a morir —Kelcy no pudo evitar decirlo.

— Por mi madre estoy vivo —respondió disgustado ante la preocupación de Kelcy.

Loki la miró directamente a los ojos, tratando de penetrar hasta su alma, pero lo único que encontró fue oscuridad. La humanidad de Kelcy se estaba desvaneciendo, la parte que más amaba de Kelcy estaba muriendo.

— ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que descubriste esto? —la señaló completamente.

— Me señalaste completa —Kelcy sonrió con malicia—, vinieron a mí y con ello cada uno de mis recuerdos.

Kelcy golpeó a Loki con fuerza, él no se movió ni dijo nada, sólo observó al costado, sintiendo como su mejilla ardía pero no sentía nada, necesitaba que ella se sintiera libre de tantas presiones.

Loki se dirigió a una silla, sin decir ni mirar a Kelcy. Ella se sintió ofendida y sorprendida, de verdad no había cambiado absolutamente nada. Él se relajó en la silla y cerró los ojos. ¿Qué demonios estaba haciendo?

— También se hacer ese truco —dijo Loki a espaldas de Kelcy.

Ella exaltada giró dramáticamente para volver a golpear a Loki pero había desaparecido; su cuerpo estaba en la silla, con las manos cruzadas en sus muslos, mientras que su rostro se veía relajado.

— No tuve opción —dijo Loki, Kelcy no lo veía.

— Sí que la tenías —gruñó Kelcy.

— No —la voz de Loki se quebró—, abrías hecho una locura.

— ¡Ya lo hice! —gritó con desesperación.

Loki apareció detrás de ella, no lo notó siguió buscando a tientas a Loki, el sonrió, le encantaba su ingenio, su interés, su curiosidad y la necesidad de lograr algo.

— Temí por tí —susurró Loki.

Kelcy giró con velocidad, ahí estaba, no había desaparecido, sólo estaba de pie viendo la bella cabellera azabache de Kelcy.

— Lloré noches enteras por tí. Rogué a todo para que me devolviera lo que es mío, traté hasta el cansancio traerte de vuelta.

Los ojos de Kelcy se llenaron de lágrimas, él no pudo resistir. Tiró de su brazo con fuerza que incluso temió haberla lastimado, pero no fue el caso.

La tomó con fuerza de la cintura y la levantó unos centímetros de suelo mientras volvía a besarla, está vez sin temor, sin necesidad de mantener los ojos abiertos. Está vez se apoderó del frágil cuerpo de su amada.

Ella de separó y vio los ojos de Loki, los mismo ojos que reflejaban su propia alma, que suplicaban ser amados.

Kelcy se lanzó de nuevos a sus labios, pero está vez pasando sus brazos por su cuello. Saltó y abrazó con sus piernas la cadera de Loki; esto lo tomó por sorpresa sin embargo, no dejo caer a Kelcy y tomó con fuerza sus muslos.

— Prométeme que está vez será para siempre —susurró Kelcy sobre los labios de Loki.

— Lo juro —le devolvió el susurro.

Kelcy continuó besándolo, sintiendo como su cuerpo ardía, como su corazón saltaba e incluso como le faltaba la respiración, le gustaban todas esas sensaciones, hacía que todo se volviera mágico.

Loki lanzó a Kelcy a la cama y se recostó un momento sobre ella. ¿En qué momento se había vuelto tan pequeña?

Besó sus clavículas, mientras Kelcy suspiraba; sintió cada hueso sobresaliente de la piel de Kelcy, cada pedazo de piel. Su piel lechosa y suave.

Kelcy pasó sus dedos entre el cabello de Loki, había crecido. Le gustaba la sensación gruesa y suave de cada cabello. Estaba en casa de nuevo.

Levantó la cabeza de Loki con violencia y la devolvió a sus labios. Ambos estaban llorando, Kelcy sintió el calor de cada lágrima que salía de Loki; ésto la conmovió, jamás le había visto llorar, jamás le había visto débil y feroz a la vez, era una nueva faceta de él que necesitaba sentir a cada segundo.

2. StaunchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora