2. Staunch

Whatever Happens

Kelcy volvió a casa con el pulso acelerado y la mente a mil kilómetros lejos de ella. ¿Qué iba a hacer ahora? Tenía que moverse, pero sabía que cada paso que daban todos sus enemigos ya lo sabían.

Nick estaba sentado frente al ventanal leyendo algún libro, mientras trataba de ignorar los bruscos movimientos de Kelcy en la cocina, ya había tirado dos platos seguidos y derramado líquido en la barra.

-¿Está todo en orden?

-Sí, claro -mintió Kelcy.

Nick se levantó y se plantó frente a ella, estaba temblando y quería lanzar todo lo que tuviese frente. Él retiró todo lo que estaba en sus manos y a su alcance, la tomó por los hombros y le dio una ligera sacudida.

-Alguien debe enseñarte la definición de bien -susurró Nick.

Ella sin pensarlo abrazó a Nick, lo más fuerte que pudiese y tratando de olvidar con quien estaba, imaginando a alguien más en su lugar.

-Quieren asesinarme.

-¿Qué?

-Es un anuncio en todos lados -tartamudeó Kelcy.

-¿Qué piensas hacer ahora?

-No lo sé.

Ella se alejó de él en un movimiento ágil que inclusive el tardo unos segundos en responder al movimiento. Él giró pero se dio cuenta de que ella estaba yendo a su habitación. Cerró la puerta con fuerza y él se quedó ahí de pie, solo.

Tomó su teléfono celular y comenzó a buscar desesperadamente números, gruñendo al no tener resultados. Cuando logró tenerlo realizó la llamada.

-¿Dónde te haz metido? -era lo primero que escuchó de la bocina.

-Perdimos el camino -argumentó Nick-, olvidé como volver.

-¿Dónde estás?

-En la ciudad.

Él escuchó una risa socarrona seguido de un suspiro.

-¿Está contigo?

-Sí.

-¿Haz visto la recompensa que darán por ella? -exclamó la voz del lado de la bocina.

-Bastantes números, Naike.

-Creí que sería menos -la chica soltó una risotada-, con ese dinero podemos salir de aquí.

Nick sonrió.

-Te llamaré después.

-Eso espero.

La llamada terminó. Nick guardó su teléfono celular y caminó con velocidad a la habitación de Kelcy, ahora dormía ahí, incluso ya había instalado algunas cosas suyas.

***

Kelcy estaba recostada con los auriculares puestos, escuchando cualquier cosa que le hiciera olvidar dónde estaba mientras pensaba que era lo que tenía que hacer.

No quería morir ni ser llevada a prisión, había llegado bastante lejos y estaba conociendo a la verdadera Kelcy, era entonces cuando se preguntaba ¿Loki la había escogido por ser especial o había sido coincidencia? Kelcy no creía en las coincidencias, ni en la suerte, pero de pronto esa noche sentía la necesidad de todas las respuestas, sin importar el impacto que tuviesen en ella.

Se levantó y buscó en la habitación, él no había llevado nada con él, debía haber algo escrito, algo dibujado, lo necesario para traerle recuerdos. Buscó debajo de la cama, entre tablas sueltas y huecos en la pared, pero no tenía éxito, solo estaba repleta de polvo e insectos.