Bajo el mismo techo ©

Veintitres

-Cuando tus piernas no funcionen como antes y no pueda hacer que te enamoras perdidamente de mí,  ¿Tu boca seguirá recordando el sabor de mi amor? ¿Tus ojos seguirán sonriendo desde tus mejillas? - Bianca comenzo a cantar mientras cerraba los ojos. Una mano la llevaba apoyada sobre su pierna y la otra sobre el palo del microfono.

- Cariño, te seguiré amando hasta que tengamos 70 años y cariño, mi corazón podría enamorarse tan fuerte como a los 23 años   - Ramiro tocaba las cuerdas de la guitarra mientras mantenia su vista fija en las mismas. De vez en cuando solia cerrar los ojos o fijar su mirada en su compañera, quien disfrutaba de cada estrofa que cantaba.

-Y estoy pensando en cómo las personas se enamoran de maneras misteriosas, Tal vez sólo por el roce de una mano oh yo, me enamoro de ti todos los días y simplemente quiero decirte que estoy enamorado -   Los ojos de Bianca se entrecerraban entre cada nota. Desvio apenas su mirada para centrarse en Ramiro, quien movia sus labios apenas y se enfocaba completamente en las cuerdas de la guitarra. Fue una milisima de segundos donde ambos se miraron y se sonrieron.

-Así que cariño ahora, acógeme entre tus brazos cariñosos, Bésame bajo la luz de miles de estrellas, Coloca tu cabeza sobre mi latente corazón, Estoy pensando en voz alta, Quizás encontramos en amor justo en donde estamos - Sintieron aplausos que los acompañaban a la hora de cantar. 

El dia habia llegado.

Cuando los habian llamado para que subieran al escenario los nervios fueron peores. Habian presenciado todas las canciones que diversas bandas primerizas habian cantado. Se dieron el lujo de algunas canciones cantarlas, otras tan solo memorizaban en su mente las notas y lo que debia cantar cada uno. Si, estaban muy nerviosos desde la noche anterior. Bianca habia decidido no comer, tenia un nudo en el estomago que no le permitia pasar bocado. Solo prefirio un te de tilo para poder calmarse e intentar conciliar el sueño. Ramiro, por su parte, habia salido a cenar con su hermano para despejarse un poco. Despues de los acontecimientos que venian viviendo dentro de la casa necesitaba distraerse. Su cabeza era un remolino de sensaciones. 

-Cuando mi pelo se haya caído y me falle la memoria, Y el público no recuerde mi nombre, Cuando mis manos no toquen las cuerdas de la misma manera, Sé que tú me seguirás queriendo de la misma manera - Bianca se permitio mirar hacia el publico. Cerca de doscientas personas miraban atentos hacia los dos. Pudio divisar varias miradas clavadas en el piso, o en cualquier lado de aquel lugar, pero la mayoria estaban sobre ellos. Sintio un calor que subia por sus mejillas, pero sabia que en ese momento no deberia equivocarse.

-Porque cariño, tu alma nunca podrá envejecer, Siempre estará viva  - La cabeza de Ramiro era un mar de sensaciones completamente. Por un lado estaba la idea fija de querer ganar ese premio, que constaba de plata, para que Bianca pudiera manejarse hasta que consiguiera un empleo. Por el otro lado, estaba la absurda idea de no haberle contado a nadie sobre aquella presentacion. Y aunque fuera una tonteria, para el mentirle a su hermano era lo peor.