Veintiocho

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El cumpleaños numero veinticinco de los dos hermanos de la casa había llegado. Desde el dia anterior los dos se habian estado encargando de comprar cada cosa que necesitaban para poder festejar. Habian decidido armar una cena con cada uno de los que vivian en aquella casa y despues salir todos a bailar. Nacho fue quien se encargo de la bebida y de la musica, mientras que Ramiro se encargo de la comida. Habia estado gran parte de la noche preparando las pizzas para ya dejarlas hechas y tan solo darles una calentada y ponerles el queso. 



La mañana los encontro desayunando a los dos juntos en la cocina. Aquella mañana habian madrugado los dos, ya que tenian cosas por hacer todavia. Nacho habia arreglado con Florencia para que aquel dia ellos se encargaran de limpiar todo. Eran las ocho y media de la mañana cuando vieron atravesar a Bianca la puerta de la cocina. Llevaba sus ojos casi cerrados, se notaba a leguas que todavia no habia podido despegar los ojos.



-Feliz cumpleaños chanta - Bianca se acerco a Nacho envolviendolo en un abrazo, mientras que dejaba un beso en su mejilla y revolvia el poco pelo del mellizo - ¿Te caiste de la cama acaso?

-Hoy es una nueva vida para mi, petiza - Bianca se mordio el labio reprimiendo la risa. A los segundos Nacho se levanto de la banqueta dejando a su hermano y a Bianca solos.

-Feliz cumple, Rama - Bianca camino hacia Ramiro, quien abrio los brazos para recibir el abrazo que Bianca pretendia regalarle. Sintio como planto algunos besos en su mejilla - Estas un poquito mas viejo.

-Ya se me notan las arrugas - Ramiro llevo sus manos a la frente, mientras reia - Hace dias que no te veo, ¿Me estas abandonando acaso?

-Mucho trabajo - Bianca ocupo la misma banqueta que Nacho habia usado mientras se servia una taza de café - Es raro despues de estar hablando los dos despues de lo que nos dijimos - Se quedo callada unos segundos - O mejor dicho de lo que te dije - Se retruco ella misma - Creo que te debo una disculpa, ¿No?

-No me debes nada, Bian - Ramiro agarro su mano por encima del desayunador - El que se fue a la mierda primero fui yo - Bianca asintio levemente con la cabeza - Lo que si no me gusto un carajo fue que me devolvieras el premio que te ganaste.

-Que nos ganamos querras decir - Ramiro hizo una mueca con los labios - No lo necesito, Rama.

-Yo te dije a vos que si ganabamos era tuyo. Y me importa poco que estes trabajando, tengo palabra y eso es tuyo - Ramiro se cruzo de brazos mientras la miraba fijamente - Odio que me devuelvan algo.

-Creo que te debo mucho a vos - Bianca llevo la taza a sus labios cuando termino de untarse la tostada.

-Un beso me debes - Bianca abrio enormemente los ojos. Lo que Ramiro le habia dicho la habia sorprendido - En la mejilla, obvio - Intento justificarse Ramiro, habia tenido un acto fallido de su conciencia que Bianca noto rapidamente - ¿Amigos devuelta?

-Nunca dejamos de serlo - Bianca rodeo el desayunador para fundirlo en un abrazo -Y vos tambien me debes un beso a mi - Susurro Bianca en el oido del mellizo - En la mejilla, claro - Repitio lo mismo antes de escuchar la risa de Ramiro - Me voy a cursar, llego tarde.

-¿Festejas con nosotros hoy a la noche? - Ramiro tomo la mano de Bianca antes que se alejara.

-Obvio, no me lo perderia por nada - Le guiño un ojo antes de colgarse la mochila en el hombro y salir de la cocina, para salir directamente de la casa.





  Yo vivo en la otra calle... 
hago, rock 'n roll. 
no somos gente fina, 
tampoco, lo peor. 
el mundo no comprende, 
lo que hacemos aquí... 
pero cuando alguien viene... 
difícil, no seguir  

Bajo el mismo techo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora