Treinta y cuatro

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Los dias seguian pasando y con ellos los problemas. Mientras Ramiro seguia peleando por el amor de Bianca, Micaela se debatia dentro de su cabeza si seguir detras del amor que sentia por Nacho o si ir en busca de Bruno, quien le habia declarado su cariño hacia ella. Mientras Pablo pretendia robarle mas besos a Bianca sin que nadie los viera, Gonzalo seguia cada uno de los pasos que daba para por las noches perderse en los bares de siempre. Cuando Nacho volvia totalmente borracho de los bares acompañado de alguna mujer distinta, era Florencia quien salia de su habitacion por las repentinas risas estruendosas que escuchaba. Y lo tenemos a Bruno, totalmente ido en sus pensamientos intentando descifrar cada movimiento de Micaela para poder comprenderla y un Sergio enamorado totalmente de su novia, a quien la acompaña en cada paso que da. Y tenemos una Bianca completamente confundida, volviendose loca por las vueltas que Ramiro da con ella, por los tambaleantes besos que Pablo le roba y por las miradas infinitas que Gonzalo le regala.





-Esto esta mal - Una Bianca intentando alejar a Pablo de su cuerpo, quien la sostenia de la nuca y sus labios pegados a los de ella. Un Pablo completamente loco por una Bianca que no sabia lo que queria.



-No, no esta mal, porque vos tambien lo queres - Y si bien Bianca deseaba perderse en los labios de Pablo no podia sacar de su cabeza las palabras de Gonzalo aquel dia en la cocina diciendole que casi estaria enamorandose de ella, como tampoco a Ramiro dejandole un sin fin de besos en sus labios despues de aquel sabado en el boliche - No te resistas tanto.



-No me entendes Paio - Con la fuerza que pudo logro alejarlo lo maximo posible, corriendose antes que Pablo vuelva a tomarla entre sus manos - Para ustedes puede ser normal besarse con quien haya estado con sus amigos, para mi no. No soy una cualquiera.



-Yo no dije que fueras una cualquiera, vos sos lo que quieras ser Bian - Logro acaparar el cuerpo de Bianca entre sus dos brazos, dejandola entre la pared y su cuerpo - Vos vas a hacer lo que sientas ganas de hacer, no penses en lo que puedan decir los demas de vos sino estas al horno.



-Es que no lo se - La mirada de Bianca se fijo rapidamente en el piso de marmol - La paso bien con vos, pero tambien pienso en los demas y me siento una completa prostituta, casi.



-Darle besos a mas de uno no te hace ser eso, acostarte si - Bianca levanto lentamente su mirada - Y hasta donde yo se solo estuviste conmigo de aquella forma, por lo que sacate ese papel porque no te corresponde ni un poco - Tomo la cara de Bianca desde su menton para que ambos se miraran a los ojos - Y con Gonzalo no tuviste ni un solo beso, por lo que tampoco te sientas presionada por aquello. Es un loco mas.



-Es un loco que se enamoro de mi Paio - Nego con la cabeza mientras veia como la mirada de Pablo se desviaba - Si vos estuvieses en mi lugar, ¿Que harias?



-Estaria chocho, que tres mujeres se enamoren de mi seria un lujo que ningun hombre rechazaria Bian. Pero, se que siendo vos se te es horrible pero gran parte de la culpa la tenes vos por estar tan buena y ser tan buena - Pablo hablo mientras se mordia los labios para sacarte la lengua. Bianca dejo que una pequeña sonrisa se escapara de sus labios, dejando que Pablo aproveche aquello para volver a impactar sobre sus labios - Te pido que dejes de pensar en eso y entremos a ver la pelicula que se enfrian los pochoclos - Los dos estaban parados sobre el pasillo de la casa. Aquella noche de sabado Pablo habia aprovechado que estaban solos para invitarla a Bianca a mirar una pelicula en su habitacion, lo cual ella acepto con gusto.



-Vamos - Bianca sonrio levemente mientras salia del agarre de Pablo, para comenzar a caminar hacia la habitacion y tumbarse en la cama - ¿Te animas a una de terror? - Y la cara de Pablo fue para una foto, odia las de terror.







Bajo el mismo techo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora