EMPUJE

54 7 6
                                    

—ChaeRin, tienes que hacer esa nota un poco más suave —Dado que el byte de sonido es inservible, JiYong clickea "borrar" en su Mac antes de lamer sus labios. —. La estás forzando demasiado.

—Sí, señor —dice ChaeRin divertida antes de acomodar su pelo por sobre su hombro y formar una expresión más seria—. No sé por qué no le pides a Bom que haga esta parte.

—No necesito una voz como la de ella, es demasiado fuerte. Quizá la de Dara podría quedar, pero es como... demasiado aniñada —JiYong pasa una mano por su desordenado cabello púrpura y suspira. —. Tiene que ser suave, pero aun así dulce y... —Vuelve a suspirar golpeando su puño contra la mesa y entrecerrando sus ojos en dirección a su computadora como si ésta fuera a tener la respuesta.

— ¿No estás siendo muy obsesivo? —Pregunta ChaeRin— Porque todos sabemos que lo eres, no tienes que probármelo ni nada.

—No, yo sólo... —Normalmente, JiYong es mejor con las palabras, es sólo que en el estudio hace demasiado calor y le cuesta pensar. También porque ha estado allí desde las cuatro de la mañana y está trabajando sobre dos horas de sueño que robó en el sofá de la sala de ensayo. Lleva cinco días fuera de casa.

ChaeRin sale de la cabina de grabación pasando por delante de las puertas de vidrio y haciendo sonar sus tacones contra el suelo mientras camina. Se acerca hasta quedar de pie junto a él inclinándose ligeramente sobre la mesa con su rodilla rozando el brazo de la silla del mayor. JiYong nota que su pelo está más corto. Debió habérselo cortado hace poco, entre los dos días que habían pasado desde la última vez que la vio cuando su cabello aún se balanceaba a la altura de su pecho. Quizá ésas habían sido extensiones. En este negocio, nunca sabes cómo luce alguien realmente.

Ella frunce sus labios como si quisiera decir algo y su brillo labial resplandece en la luz.

—Hmm...

— ¿Qué? —Pregunta JiYong pasando la lengua por sus dientes sin estar seguro de cuándo fue la última vez que los lavó. Fue una semana intensa y está corriendo cerca de su fecha límite. En seis días habrá terminado y podrá dormir un sueño de muerte; apagará su celular por veinticuatro horas y pretenderá que el resto del mundo no existe. Luego de eso, por supuesto, tendrá que prepararse frenéticamente para promocionar el álbum, pero esas veinticuatro horas de nada más que el interior de sus párpados serán gloriosas. — Si tienes algo que decir, deberías hacerlo. Mi agenda es apretada.

—Suena como si necesitaras... —Ella se detiene y parece pensar mejor lo que sea que estuviera por decir. Lame sus labios. — Déjame volver a la cabina para intentarlo otra vez.

— ¿"Suena como si necesitara" qué? —JiYong odia cuando alguien comienza una oración y no la concluye porque entonces tiene que perder tiempo aclarando cosas cuando podría haber despachado el tema ya y eso no es algo que él pueda ignorar. Es obsesivo con todo y se sentará a pensar en la oración inconclusa por horas luego de que ChaeRin se vaya si no la termina ahora. — No comiences cosas que no planeas terminar.

—No debí haber dicho nada, eres demasiado quisquilloso. Vamos.

—Lo sabes bien —La remera de JiYong se pega contra su espalda y es desagradable. Necesita una ducha, pero no tiene tiempo para eso.

—Oppa, déjalo —dice ChaeRin de una manera que es como si aún fuera esa adolescente grabando por primera vez, tan insolente como para que JiYong notara que sería grandiosa. Ahora tiene veinticinco años y la mitad del tiempo cree que lo sabe todo.

No lo sabe todo, pero JiYong tampoco, así que no se lo reclama.

Él toma su gorro de la mesa y lo pone sobre sus orejas para dejar de jugar con su cabello. Está grasoso y asqueroso y lo deprime tocarlo.

Push&Pull [Traducción] NyongToryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora