EMPUJE

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—Me estoy divorciando —dice JiYong y Yang Hyun Suk levanta la mirada de sus papeles.

—Disculpa. ¿Qué?

—Divorcio. Kiko se va a mudar a Japón y yo no iré con ella.

—Pero nos acabamos de recuperar de tu casamiento —señala su jefe. JiYong hace una mueca. —. ¿Por qué me haces esto, JiYong?

—Lo siento, señor. No pretendía hacerlo para perjudicarlo a usted—responde sin poder evitar ese dejo de sarcasmo en su voz. Yang Hyun Suk le lanza una mirada feroz y el menor baja sus ojos con respeto. —. Lo siento, señor —repite más claramente.

— ¿Cómo se supone que vamos a anunciar esto?

—No quiero que Kiko sea calumniada. Yo tomaré todas las responsabilidades que deba tomar.

— ¿La engañaste?

— ¡No! —Contesta y vuelve a sentir aquella mirada — No, señor.

—Fuera de mi oficina —dice Yang Hyun Suk—. Tengo que pensar.

—Sí —musita el menor antes de marcharse. Se baja el gorro de lana hasta la frente y se pone sus gafas de sol. No está seguro de cómo se siente. Quizá un poco vacío.

El ascensor se detiene, pero no es su piso.

— ¿Qué te pasó?

Es SeungRi. Está bien vestido, con jeans y camisa y JiYong se pregunta si estará yendo a un show o algo así.

—Estás arreglado.

—Con TOP hyung tuvimos una un programa para hablar sobre el servicio —cuenta el menor antes de toser sobre su mano—. Pero tú luces... ¿Qué te pasó?

—Le acabo de decir al CEO Yang sobre mi divorcio —responde.

—Oh. Supongo que se lo tomó tan bien como la noticia de tu casamiento.

—Sí.

—Nos gritó por horas —recuerda SeungRi—. Tuviste suerte de no estar ahí.

— ¿Les gritó a ustedes?

—Síp —confirma—. Pero eso ya quedó en el pasado junto a muchas otras cosas.

JiYong gruñe. Necesita salir y hacer... no sabe qué. Algo. Se siente en carne viva, como si todos sus nervios estuvieran en llamas.

SeungRi lleva una dudosa mano al hombro del ajeno, pero justo el ascensor suena en el piso de JiYong y éste se aparta de ella. 

Según parece, también es el piso de SeungRi.

JiYong se dirige hacia el estacionamiento mientras el maknae camina calmadamente a su lado.

—Hyung —llama y el mayor se voltea hacia él. Están de pie junto al auto de SeungRi. JiYong sabe que es de él porque la patente está personalizada para que diga "VIP" y los autos del resto del grupo no se encuentran allí. —. Si alguna vez quieres hablar...

—Nunca quiero hablar —responde. No es verdad, pero JiYong nunca se permite a sí mismo hablar. Él sólo canta y espera que compartir su soledad con el mundo sea suficiente para hacerla disminuir.

—Sé que, en realidad, no te importa nadie pero, si lo hicieras sólo esta vez —dice SeungRi y, entonces, sin aviso previo, atrae a su líder en un abrazo.

Los brazos de SeungRi son grandes y fuertes y halan a JiYong tan cerca que puede sentir los latidos del corazón del contrario y oler su suave y masculina colonia. Su remera es suave. El maknae siempre escoge ropa suave y sus manos se sienten imposiblemente cálidas sobre la espalda del mayor.

JiYong está demasiado sorprendido como para reaccionar al instante, pero su mano acaba por hallar la cintura impropia y cierra sus ojos ignorando el dolor que le causan los anteojos de sol donde el hombro del menor los aprieta  tan incómodamente contra el costado de su rostro. Ignora todo y es como si regresara en el tiempo, sólo que este SeungRi es un poco más grande que el que vive en su memoria.

—Soy tu amigo —dice SeungRi—. Lucías triste, así que hice lo que haría por cualquier buen amigo y-

JiYong quiere aplastar su boca contra la ajena hasta devorar todas las palabras que tenga el menor para decir y que no quede más que su lengua para enredarse con la propia. Es lo que más quiere en el mundo ahora mismo, tanto que ni siquiera puede ver claramente.

Y, una vez más, el control se le está resbalando fuera de sus manos.

Se aleja tan bruscamente de SeungRi que éste cae sobre su trasero en el asfalto.

—Ahora vete —pide apretando los dientes. Los ojos sorprendidos del menor se entrecierran con furia.

—Lo estás haciendo de nuevo —dice. JiYong está ardiendo y convirtiéndose en nada mientras anhela alcanzarlo y tocarlo. —. Jugando a tu estúpido jueguito. Tirando de mí para acercarme y entonces empujarme lejos cuando comienzo a confiar en ti.

— ¿De qué estás hablando? —Pregunta JiYong. La boca adversa lo distrae. Nunca ha tenido tantas ganas de apropiarse de alguien como quiere hacerlo con SeungRi. Por completo.

—Casi creí que habías cambiado —añade el maknae poniéndose de pie y sacudiendo la parte de atrás de sus jeans de diseñador—. Te veías triste, como si realmente hubiera una persona real que se preocupa por otras debajo de todas esas falsas sonrisas.

—Qué ingenuo —murmura JiYong.

—Y casi creí, en las últimas semanas, que no volverías a tratarme como a un juguete. Como si hubiera ganado algún estatus personal en tu cabeza.

—Deja de hablar sobre cosas que no entiendes —dice JiYong. Se siente con náuseas, demasiadas, y es que aún recuerda los "no" y no quiere oírlos otra vez. No quiere que SeungRi se aleje cuando él toma su hombro y cuello y le baja la cabeza.

JiYong está loco. Demasiado loco. Y SeungRi está demasiado cerca.

—Hazme entender entonces —El menor se acerca un paso, regresando al espacio personal de JiYong y éste no puede obligarse a retroceder.

Pero JiYong siempre puede obligarse a ser cruel. Porque es un hijo de puta y ser cruel es algo fácil.

—Simplemente eres otra persona que se preocupa por mí cuando sabe que es mejor no hacerlo —susurra y SeungRi retrocede como si hubiera sido abofeteado—. ¿No sabes que todo es un juego?

SeungRi traga y baja la mirada hacia el suelo mientras toquetea su muñeca donde esa línea de bronceado que siempre atrapa la mirada del mayor aún persiste.

—Tienes razón —acepta—. Debí haberlo sabido —Escarba en su bolsillo para sacar las llaves de su auto antes de notar la línea de la mirada de JiYong. —. Intenté dejar de usar el brazalete que me diste, pero es una costumbre cuando estoy cansado, así que esa línea no se irá —SeungRi ríe y es el sonido más amargo que el líder jamás lo oyó producir. —. Y, no te preocupes. Tómo diez años pero, finalmente... finalmente entendí.

SeungRi destraba el auto y se sube en éste. No mira hacia atrás y JiYong sólo lo observa alejarse mientras se pregunta qué fue exactamente lo que hizo ahora.


Push&Pull [Traducción] NyongToryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora