EMPUJE

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—JiYong —dice YoungBae haciendo que éste abra apenas sus ojos y se dé cuenta de que está sosteniendo el móvil contra su oído. Responsable incluso mientras duerme. —, abre la puerta. Estoy fuera.

—Ya voy —murmura JiYong en el teléfono y su cuerpo se siente como si pesara mil libras. Está tan hundido en su cama que está seguro de que jamás será capaz de levantarse.

—Para hoy, JiYong. No voy a colgar porque, si lo hago, te volverás a dormir y ya he esperado diez minutos.

—La mayoría de la gente llama antes de venir —gruñe JiYong—. Me gané el derecho de dormir el sueño de la muerte.

—Si hubiera llamado antes de venir, no me sentiría culpable al hacerte rodar fuera de la cama.

—Jódete —responde el menor y sale de la cama. Pisa el suelo de un golpe y espera que nada se haya royo. Vuelve a abrir sus ojos y recibe un primer plano de GaHo, quien parece que en serio necesita salir. —. Bueno, ya entendí. Estoy yendo, estoy yendo.

JiYong está bastante seguro de que huele terrible y está usando las ropas con las que se quedó dormido, pero llega en un tiempo récord hasta la puerta principal. La abre y ve a YoungBae sentando en el porche, tipeando en su móvil con un auricular puesto. GaHo pasa por entre las piernas de su dueño y corre hacia afuera para orinar. YoungBae ríe casi boquiabierto.

—Mira, hasta logré que te bañaras.

—Estoy cansado —lloriquea JiYong y su amigo ríe un poco más fuerte.

—Vamos adentro —Sostiene una bolsa de comida para llevar. —. Nos traje una cena rookie.

YoungBae adelanta a JiYong hacia el interior de la casa y GaHo lo sigue. El otro chico traba la puerta.

—Al principio vi raro que te compraras una casa —dice YoungBae —. Encima a una hora de Seúl.

—Es tranquilo. Nada en mi vida es tranquilo.

—Dije "al principio" —responde YoungBae dejando la comida en el piso vacío de la sala antes de explorar detrás del sofá para buscar los almohadones. JiYong sólo lo mira, intentando aún superar su estado de sopor. —. ¿Dónde está la señora de la casa?

—Japón —dice JiYong—. Ella...

YoungBae alza la mirada cuando el menor se desvía y se quita los lentes, revelando sus ojos.

— ¿Qué?

—Probablemente no volverá.

YoungBae se sienta en el sillón.

— ¿Qué carajos, JiYong?

—Bueno, quiero decir, estoy seguro de que regresará... a buscar sus cosas y trabajar en los papeles de divorcio. Pero, hablando metafóricamente, ella no volverá.

—Oh... —dice YoungBae— Yo... no sé qué decir —Traga y se quita la chaqueta.

—No tienes que decir nada —repone JiYong y pasa de largo el sillón hasta donde tiene una elíptica para poder ejercitarse a la vez que mira televisión y saca los cojines. —. Cambié de lugar los almohadones.

— ¿Es por eso que tu álbum tiene tantas canciones sobre rompimientos? —YoungBae se pone de pie y se mueve al centro de la habitación, desembolsando la comida. Hay muchas cosas pero, lo más importante, hay jjajangmyeon, esos fideos de salsa negra que JiYong ama. Piensa que es apropiado que el mayor haya traído fideos desintegrados para cenar.

—No —responde tirando los dos cojines en el piso y sentándose en el rojo dado que es el más cercano.

—Está bien —dice YoungBae y le alcanza al contrario dos palillos de madera—. ¿Necesitas hablar de eso?

—En realidad, no. No es como si se me hubiera roto el corazón.

— ¿No? Normalmente duele cuando terminas con las personas que amas —El mayor pestañea—. Al menos sé que me dolería si mi novia y yo termináramos.

—No estamos enamorados —JiYong coge una gran porción de fideos ensalsados y no le importa si se le mancha la camiseta. No hay nadie aquí a quien impresionar, sólo YoungBae, a quien conoce de la mejor parte de su vida y lo ha visto en estados peores que aquél.

—Puede que sea una pregunta tonta pero —YoungBae hace sonar su cuello. Ni siquiera ha separado sus palillos aún y está mirando al menor como si a éste le hubiera crecido una segunda cabeza de repente. —, ¿por qué se casaron si no se amaban?

—Ambos teníamos demonios internos y creímos que podríamos usarnos el uno al otro para ahuyentarlos —responde JiYong mientras come y YoungBae parece estar debatiéndose entre reñirlo por sus modales y hacer más preguntas. —. Me parece que sus demonios se convirtieron en algo que quiere mantener, después de todo.

Comen en silencio. YoungBae inicia conversaciones varias veces, pero parece casi perturbado por la calma del menor. Finalmente, cuando abren un rollo de kimbap, habla de vuelta.

— ¿Cómo estuvo la grabación?

— ¿Qué estás preguntando exactamente?

—Teddy dice que grabaste con SeungRi.

—Ah —dice JiYong y su calma ahora desaparece. Quizá recién se está despertando y notando cuán duros han sido sus temas de conversación; cuán duros son. —. ¿Viniste hasta aquí con comida chatarra como táctica para sonsacar todos mis secretos?

—Sí —contesta YoungBae—. ¿Está funcionando? Fue consejo de Bom noona. PSY hyung dijo que debía emborracharte, pero te vuelves más cerrado cuando estás ebrio. Además de que yo no soy un bebedor y eso te habría hecho notar que era una treta.

—Así que has estado planeando tu emboscada.

YoungBae sonríe y JiYong no puede enojarse con él cuando sonríe así.

—Durante las últimas quince horas, más o menos. Has estado durmiendo un buen rato.

—SeungRi ha cambiado —JiYong lame sus labios y encuentra salsa negra allí. Dulce y deliciosa.

—Sí —YoungBae duda—. Cambió antes de ir al servicio militar.

JiYong baja la mirada al kimbap, tomando uno para llevárselo a la boca. No mira al mayor. Mastica y mastica y entonces traga, buscando ganar tiempo.

Recién entonces alza la vista hacia su amigo, quien lo mira detenidamente.

—Hay —comienza a decir JiYong cuidadosamente— un montón de canciones tristes en mi álbum.

Las cejas de YoungBae se elevan lentamente e inclina la cabeza hacia un lado para estudiar a JiYong. Éste se acuerda de Boss. JiYong observa mientras el contrario conecta piezas. Sus ojos se ensanchan.

—JiYong...

—Siempre he sido egoísta —dice—. Y ambicioso. Y, durante todos estos años, lo único que ha cambiado es cuánto esfuerzo necesito para retenerlo.

YoungBae abre otro rollo de kimbap.

—Come —dice éste bruscamente—. Sólo... come.

—Cuando lo vi otra vez —dice JiYong porque, ahora que ha empezado, no puede parar—, todo lo que pude pensar fue cuánto quería encerrarlo para que nadie más pudiera verlo. ¿No es loco?

—Un poco, pero tú siempre has estado loco.

YoungBae suspira. JiYong intenta respirar.

—SeungRi quedó genial en la canción. ChaeRin estaba pegada de sí.

—Es una canción hermosa —acota el mayor y JiYong sonríe tristemente mientras el otro enreda los dedos en sus calcetines. JiYong tiene el mismo par; son Boy London y ambos habían peleado por ellos en su momento, pero a JiYong no podrían importarle menos estos días. Podría tener medias agujereadas.

—Es una canción desesperanzadora —dice el menor y TaeYang niega con la cabeza.

—Yo no lo creo —refuta. JiYong come.

Push&Pull [Traducción] NyongToryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora