Amor, solo pido amor.

---#--- CAPÍTULO 23 ---#---

Inicio de la Segunda Parte

---#--- CAPÍTULO 23 ---#---

--- CONVIVENCIA ---

Cinco Meses Después.

Se estiro perezoso del lugar que tenía en el hogar de Star. Una gran, mullida y confortable cama, cortesía de Norte. Cuando se movió ligeramente pudo sentir la cálida piel de la muchacha que le daba la espalda, en especial aspirando su olor.

Si, olor.

Pese a que había mantenido su forma humana por más de cuatro meses, había aprendido a diferenciar el aroma de su chica especial al de los demás. Olía a sol, a lluvia, a caramelos de leche y chocolate y a un hogar que le habían arrebatado cuando apenas tenía 15 años, lo había superado cuando se volvió guardián y supo la verdadera razón por la cual le habían escogido como guardián.

Miró a la chica y vio como ella tenía abrazada de frente a la pequeña Lia, la cual soltaba pequeño suspiros mientras dormía, se quitaba la cama de encima y pataleaba un poco, hasta que Star le acariciaba y podía calmarla. Con su largo brazo estirado pudo acomodar las mantas sobre la niña, la cual siguió durmiendo.

Y sin más, se levantó con un pequeño impulso, y empezó a caminar por el lugar.

Era aún más pequeño con la enorme cama, pero Norte se había asegurado de que fuera reacondicionado. En el piso en el cual se encontraba solo estaba la cama y un ropero de roble y un modesto pero funcional baño, convirtiéndola en la habitación principal de los únicos tres habitantes de la antigua iglesia.

Las demás habitaciones fueron modificadas, debido a que Norte se negaba a que Star siguiera viviendo en un lugar como ese y que Star se negaba a llamar la atención más de lo debido. La iglesia se reacondicionó como si fuera una casa normal, pero la torre de donde provenían, y siguen proviniendo, los alimentos frescos de Star no había sido movida.

Se levantó con cuidado y se encamino al baño, usando únicamente con unas bermudas de tela color café, con intenciones de realizar sus quehaceres matutinos. Al salir de este habitación se encontró con a Star levantada y sentada con la piernas cruzadas, en medio de ellas tenía a Lia, que se hacía a la dormida pero claramente se la veía despierta. Aster se quedó en el umbral de la puerta, mirando la escena.

-Amor, es viernes, haz un último esfuerzo y levántate para patearles el trasero académicamente a chicos que son tres años mayores que tú- fue lo que le dijo Star con una sonrisa.

-¿De verdad que soy superior a ellos?- dijo con una sonrisa y los ojos cerrados.

-Súper mega segura...- dijo antes de empezar a hacerle cosquillas a la niña, la que no paraba de reír con ganas. Aster se unió a ellas y las levantó a ambas de la cama para que dieran vueltas en el aire. Star reía sorprendida por el movimiento inesperado pero alegre, mientras que Lia seguía riendo y pataleando con fuerza.

-Bien, ambas deben de prepararse- dijo soltándolas a ambas en el suelo, revolviéndole el pelo a Lia y dándole un beso en la frente a Star. Las hermanas fueron con diligencia al baño, para poder alistarse en el que sería el último día de la semana laboral.

[...]

Los tres salieron de su hogar con la misma rapidez y diligencia de siempre, sin alertar a nadie del exterior que había tres personas habitando la vieja iglesia de la zona. Mientras caminaban a su destino Lia se ponía a contarles de las cosas que estaban sucediendo en su escuela, agarrada de la mano de Aster mientras daba ligeros saltitos, estaba feliz porque se estaban acercando las vacaciones de verano.