---#--- CAPÍTULO 24 ---#---

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---#--- CAPÍTULO 24 ---#---

--- A DÍAS DEL DESASTRE ---

Se seguía despertando de manera agitada, como lo había estado desde que antes que había comenzado toda esa locura. Claro, en estas ocasiones no salía de su casa y se iba a caminar a solas. Ahora simplemente se acomodaba de manera más pacífica en el pecho de su amado, el cual solía sentir como ella se revolvía entre las mantas de su cama.

A menudo, cuando el sueño parecía ser muy aterrad, Aster optaba por quitarse el collar y volvía a tener su forma de guardián, en donde Star podía, firmemente, aparecer a su peludo pecho mientras soltaba unos cuantos sollozos o respiraciones hiperventiladas.

Si, las cosas estaban mejorando.

O eso trataba de convencerse.

Pues en aquellos instantes, cuando era más de media noche, no podía dejar de pensar en la reunión que había tenido con Norte y con Mohana hace ya un mes, dejándole los pelos de punta por unos cuantos minutos.

[...]

Morir joven... Siempre estuvo presente en su mente, desde que tenía ocho años, que lo más posible es que no llegara a cumplir más de veinte años, pues en lo que se había metido no le daba un descanso posible.

Pero cuando esto se convierte en realidad, cuando le acaban de asegurar que no podría pasar los veinte años, le deja algo pasmada.

-Lo sentimos, pero... Son los mandatos del Hombre de la Luna- le empezaba a explicar Norte –Para volverse un guardián... Para volverse un espíritu, se debe de dejar el cuerpo terrenal.

-¿Qué es lo que le ocurriría a Lia?- su hermana, en esos instantes era en lo único en lo que podía pensar –Tiene ocho años Norte, es solo una niña...

-Nosotros... Yo...- Norte había dejado de pensar en la menor de las hermanas –Falta, por lo menos, un mes y algo más para que se cumpla el momento... Podemos ver qué hacer con ella.

-No hables así de ella- dijo enojada la chica –Suena como si fuera una carga, pero ella nunca ha sido eso...- Norte estaba a punto de refutar el comentario que Star le había lanzado, pero no pudo, pues la chica ya le había pasado de lado, al igual que a Mohana, quien no se atrevía a hablarle aún –Si me buscan, estaré con James por unos momentos...

[...]

Cuando volvió a abrir los ojos vio que ya había amanecido.

La fecha se estaba acercando con una rapidez indescriptible, se sentía vertiginoso el hecho de que muy pronto... Ella tuviera que dejar su cuerpo "terrenal" de lado, para convertirse en una guardiana, en la guardiana que todo el mundo espiritual había estado esperando todo este tiempo.

Los días le estaban pasando un poco más rápidos que de costumbre, ¿era esto lo que sentían los muertos terminales al enterarse que la fecha hasta la cual tenían una esperanza de vida se estaba acercando? Incertidumbre era lo que sentía todos los días, pues no quería que la fecha se acercase, le daba miedo pensar en el futuro.

Desde pequeña, desde los ocho años, ella había tenido miedo del futuro. Mientras la torturaban en aquellas cámaras oscuras, mientras la obligaban a aprender un arte sangrento que ella odiaba, cuando la habían obligado a apagar la vida de muchas personas a tan corta edad... El miedo a lo que le siguiera siempre fue muy grande.

¿Qué vendría ahora?, se preguntaba de pequeña, ¿Matar, extorsionar, torturar a alguien?

Le daba miedo que algún día, todas las almas que había arrancado, volvieran y la torturasen más de lo ya lo hacen, pues no dejaba de pensar nunca en cómo había segado la vida de tantas personas.

Amor, solo pido amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora