---#--- CAPÍTULO 18---#---

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---#--- CAPÍTULO 18---#---

--- MALAS NOTICIAS ---

Ve más rápido

Vamos, ve más rápido...

Si no llegas a casa lo suficientemente rápido, lo más probable es que a ella le pase algo malo.

Además, dejaste a tus amigos preocupados e intrigados en la entrada de la casa de Lia, pero ni siquiera tenías tiempo para pensar en eso, lo más importante en este instante es ella...

Tus pulmones empiezan a dolerte y es en ese momento en el que te das cuenta de que ya llegaste a tu casa, tiras la bicicleta en el césped, entras rápidamente sin saludar a tu hermana y sin escuchar sus gritos que te pedían explicaciones. Entras a tu cuarto, ves debajo de la cama, es ahí donde guardas la única esfera de nieve que tienes. La sacas rápidamente y la agitas, diciendo las palabras indicadas.

-Navidad...- dijo rápidamente el niño para luego arrojar la esfera al suelo, del lugar en donde impacto el objeto un maravillosos portal de colores resplandecientes apareció. Con algo de miedo, ya que nunca te acostumbrabas a esto, entraste al portal, decidido a darlo todo por ella, no importara cuán grande fuera.

Claro, todo el mundo diría que son solo unos niños jugando a enamorarse, que no tenían experiencia y que no sabían nada de la vida. Pero tú si sabias algo.

Tú la amas.

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-No estoy seguro de todo esto...- dijo Aster mirando lo que hacían con el amor de su vida.

Estaba subida a una cama, esta cama simple con cobertores blancos la igual que las almohadas estaba en el mirador con techo de vidrio de una torre que se encontraba en el lado sur del Taller de Norte. Alrededor de este mueble estaba rodeado de vegetación diversa y muy armoniosa con la majestuosa luz lunar que caía justo sobre ella y se podían ver a los demás astros danzar quedadamente junto a la luna en el vasto cielo oscuro que los cubría a todos. Claro está que ni siquiera debió de ponerse el sol en Burgues, pero en el Polo Norte diferente era la zona horaria y diferentes eran los cambios del sol.

Dentro del mirador estaban Meme, Norte, Lars, Mohana y obviamente Star.

-Necesito que estés quieta Star- pidió Mohana mientras rodeaba la cama en donde estaba acostada Star-Si te mueves puede que pierda la conexión contigo y vagues en el mundo espiritual por el resto de tus días...-

-Gracias, eso de verdad que me tranquilizo...- dijo irónica la chica.

-Lo siento, pero debo ser especifica en cuanto a todo esto se refiere- dijo el espíritu –No quiero que nada malo te ocurra a ti-

-Sigues sin decirme de donde nos conocemos- le inquirió Star. De verdad estaba deseosa de saber de dónde conocía a esta misteriosa mujer, enigmática como las olas en el mar y carismática como un día a las orillas de una playa. A pesar de solo haber pasado unos cuantos minutos con ella, sentía que podía verla de una manera diferente, que podía ser ella misma a su lado.

-Todo a su tiempo pequeño tulipán...-

Pequeño tulipán...

¿Acaso esa mujer era...?

-¿Rebecca?- tanteo a decir Star -¿Rebecca, eres tú?-

-Hace tanto tiempo que no escucho ese nombre...- dijo la mujer sonriente, desde hace unos minutos había dejado de rondar alrededor de la cama y se había sentado a su lado para acariciarle la frente y darle mimos en el pelo –Claro, a tu hermano aún se le da por decirme así, pero también me llama Mohana...-

Amor, solo pido amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora