Nocturnos

Vuelvo y los problemas aparecen

El día que me fui con el consejo, Gabriel me explico lo que haría, ellos me enseñarían a controlar mi ira para no perder el control y transformarme en lobo o atacar a cualquier persona que tuviese cerca. Viajamos hacia Inglaterra ese mismo día, no lleve nada de mis cosas ya que quería salir de allí antes de que me arrepintiera de la decisión que había tomado.

Durante el viaje no me podía borrar de la mente el rostro de Alex al verme salir del salón de lo más tranquila, me dolía el corazón con tan solo saber que estaba triste y molesto conmigo, pero no podía evitarlo, tenía que aprender a controlarme porque si me volvía a molestar no sabía que podía hacerle. Al llegar fuimos directamente hacia una gran casa, no detalle me sentía cansada y quería dormir.

-Bienvenida a tu nueva casa Anastasia, elija cualquier habitación.

-Está bien, en cuanto a mi ropa.

-Ya avisé para que le trajeran algo de ropa y lo que necesite, descanse que mañana comenzaremos con su entrenamiento. - Asentí y comencé a buscar una habitación para poder dormir un poco, además tenía que adaptarme a este lugar ya que sería donde viviere por un tiempo. Encontré una habitación que me agrado, era grande, de color azul cielo, la cama era grande, no la detalle más y fui corriendo hacia la cama y al ponerme cómoda me quedé dormida.

Me desperté porque alguien estaba llamando a la puerta, no quería levantarme así decidí ignorar a la persona que llamaba, trate de volver a dormir, pero fue imposible por que seguían llamando, molesta me levante de la cama y abrí la puerta.

- ¿Que? quiero seguir durmiendo. - Hice pucheros. Gabriel comenzó a reír

-Vaya Anastasia no sabía que despertabas así.

-No me gusta que me despierten, es molesto.

-Ya se para la próxima.

-Para la próxima no haré pucheros, patearé al que se le ocurra despertarme. - Sonreí.

-Ya te han traído todo lo que necesitas, están en la sala, vamos. - Salí de la habitación detrás de Gabriel, llegamos a la sala donde había bolsas de ropa y zapatos.

-Era algo de ropa, no toda la tienda Gabriel.

-Pues me entendieron mal, toma algo de ropa deportiva y ve a vestirte hoy tienes mucho que hacer. - Y como si nada se fue, miré dentro de las bolsas para conseguir algo deportivo, había muchas cosas, pero conseguí lo que buscaba. Me arreglé y salí de la habitación a la cocina, allí se encontraba Gabriel con mi desayuno.

-Desayuna que luego tienes mucho que hacer. -Desayune, al terminar busque a Gabriel, pero no lo encontraba por ningún lado.

- ¿Dónde se habrá metido? - Camine hacia la puerta de atrás y salí, allí había un gran patio, en una esquina vía Gabriel y a dos mujeres junto a él, me le acerque y estos me miraron.

-Ya terminaste, que bien, Anastasia estas son Erin. - Me presento a una mujer de cabellos negros y piel blanca, sus ojos eran negros al igual que sus cabellos. - Alice. - La otra mujer era de cabello castaño claro y corto, al igual que la otra su piel era blanca y sus ojos café.- Ellas serán tus maestras de ahora en adelante, Erin es una vampiresa y te enseñara todo lo relacionado con nuestra raza y Alice es una loba ella también te enseñara lo que ella sabe.

-Un gusto conocerlas.

-Igual nosotras, bueno con quien quieres comenzar. - Dijo Alice.

-Con Erin. - Erin me sonrió

-Bien comencemos entonces, ven al centro. - La seguí, me detuve en el centro. - Comencemos con algo fácil, junta los pies y respira profundo. - Hice lo que me dijo, pasaron unos minutos hasta que volvió a hablar. - Nosotros los vampiros somos silenciosos, si queremos nadie se percata de nuestra presencia así que lo que se necesita es concentración y es lo que necesitas aprender.