Hibrida

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Siempre he creído que la vida te da sorpresas, pero la que me dio fue muy repentina ¿cómo es posible que de la noche a la mañana sepas que vampiros y lobos existen y que para terminar no soy humana?

Sin motivo alguno me entraron las ganas de reír como loca, y por más que intente aguantar las ganas de reír no pude, estalle de la risa. Me dolía la cara, el estómago de tanto reír, mi padre y Alex me miraban como si estuviera loca. ¿y cómo no querían que pareciera loca con lo que ellos me han dicho?

- ¿Están, están locos los dos? creo que han visto mucho inframundo- no podía parar de reír

-An no estamos bromeando, te estamos diciendo esto porque pronto comenzara tu transición, además tu padre tiene enemigos y te van a utilizar para llegar a él.

-Hay por favor me abandono hace años, sus "enemigos" no saben que existo. - Dije ya un poco calmada

-Si saben que tengo una hija, pero no saben dónde estás Ani, por eso no te puedes ir. -Me dice mi padre.

-A ver ¿cómo les explico, este? a sí. -Dije sonriendo a ambos. - ¡No me interesa tu mundo Alex, me vale si eres o no un vampiro o un nocturno, eres mi amigo eso no va a cambiar! - Tome aire y mire a mi padre. - Hace mucho que perdiste el derecho de pedirme y ordenarme así que-Le hice una reverencia. - Me voy.

Me di vuelta y comencé a alejarme, ¡¿que se creen estos dos?! ¡¿que pueden venir y ordenarme y ya?! ¡Ja! si claro y les obedecí.

- ¡ANASTACIA BANE! detente en este instante. - Dijo mi padre gritando. ¿Cómo se atreve a gritarme? Me detuve y me volteé para verlo.

-Si te vas Alexander muere y no te podre proteger.

-An, por favor, me moriría si algo te llegase a pasar por mi culpa. - ¿Y así pienso irme y dejar que Alex muera? ¡estúpida conciencia!

- ¡Demonios me voy arrepentir! - Susurro. - Esta bien me voy a quedar. - Los dos sonrieron. - Pero solo el tiempo que yo quiera y saldré de la casa si yo quiero ¿OK?

Los dos me miraron y sonrieron, Alex corrió y me abrazo.

-Gracias princesa. - Me susurro y le respondí el abrazo, miré a mi padre que nos miraba como si la situación es normal para él, pero de improviso le grita a Alex.

- ¡ALEXANDER SANTORI SUELTA A MI HIJA EN ESTE INSTANTE! - Alex se alejó de mi inmediatamente. Mi padre me mira. - Ani tu cumpleaños será pronto, ese día veremos que transición es primero la de lobo o vampiro.

Me acerco a mi padre hay una cosa que me intriga mucho y por lo visto mi padre es el rey de los vampiros.

- ¿Mamá era una loba, cierto? - Le miro con lágrimas en mis ojos. El suspira y asiente.

-Ellos provocaron el accidente en el que murió. - Una lágrima rodó por su mejilla. - Llévala a su habitación tiene que descansar. - Le dijo a Alex

-Vamos An. - Alex tomo mi brazo y me guio fuera del salón, caminamos por grandes pasillos de color rojo y grandes ventanas hasta que llegamos a mi habitación, Alex me dice que él ira por más de mis cosas y que si necesito algo le avise.

Me quedo sola en la habitación y me acuesto un rato ya que siento un leve dolor de cabeza, miro el techo y siento como mis párpados comienzan a pesarme.

-Mi reina es hora no podemos esperar más, si él llega aquí no podremos protegerla- Me dijo Derek

-Tranquilo no importa si llega, él no me hará daño. - Le dije. - Llámalos necesito que estén presentes para cuando llegue.

NocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora