El conocimiento aveces aterra

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Llegué a casa y fui directamente a las escaleras para ir a mi habitación, pero mi hermano me detuvo.

-Ana ¿sabes qué hora es?

-Si ya lo sé solo déjame no estoy de humos

-Hermana por

-No, basta, no quiero hablar, solo quiero ir a dormir solo eso. Le di la espalda y fui a mi habitación, me di una ducha y me puse una camiseta corta y me acosté, instantáneamente quedé dormida.

Estoy caminando hacia un gran salón lleno de personas bailando, lleve un hermoso vestido blanco de encaje, mi cabello esta suelto.

Me acerco al centro del salón y todos abre paso para mí y un chico muy guapo, me invita a bailar y con gusto acepto, mi mirada se pierde en esos ojos verdes, se acerca a mi oído y me susurra.

-Es hora

Se separa de mí y sale del salón, de repente siento como si me faltara algo muy importante, comienzo a correr el, la dirección en la que se fue el chico, lo veo cruzar hacia el jardín, corro más rápido hasta que por fin logro verlo, está parado en una glorieta, me acerco y me paro en medio de la glorieta, pero él no está.

-Eres mía. Sentí un dolor muy fuerte en mi cuello.

Me desperté de golpe mi alarma estaba sonando. Genial otro sueño extraño ¿algún otro sueño o pesadilla que quiera entrar en mi cabeza?

Me prepare para ir a clases, no quería, pero tenía que ir. Al parecer el día iba volando sin darme cuenta ya era la hora del almuerzo, que bien que haya pasado rápido la mañana por que tenía mucho apetito. Fui a la cafetería no había nada rico que comer, pero bueno mi estómago manda. Pizza y una coca cola con eso bastara. Me siento en una mesa apartada de los gritos que hay en la cafetería.

Iba por la mitad de la pizza cuando veo que Alexander se dirige directamente a mi mesa y se sienta frente a mí.

-Princesa

-Idiota de brillante armadura ¿qué quieres?

-Solo venía a saludarte. - Me dice mientras coloca sus brazos en la mesa. Me mira, sonríe y Oh se le hace un hoyuelo, ay An despierta controla las hormonas.

-Pues ya lo hiciste, así que adiós.

-Te invito a tomar un café como disculpa por lo de ayer. - Miro sobre el hombro de Alexander y me doy cuenta de que todas las chicas que están en la cafetería están atontadas mirando su espalda.

-¿Por qué tienen que babear por ti?- Alexander se voltea y sonríen

-No lo sé- Aún con esa sonrisa- Olvídalas solo estoy interesado en ti, y ¿qué tal el café?

Está interesado en mi si claro, y ¿por qué tiene que involucrar el café, no lo puedo evitar. Me mira y hace pucheros ¡ay no, ay no!

-Hay está bien pero no hagas pucheros, odio que hagan eso.

-Pues vamos entonces

- ¿Que? ¿ahora? - Me mira y asiente- Sabes que estamos en clases ¿verdad?

-Sí, pero nadie nos extrañara- Dice levantándose y tomando mi cartera - Vamos- Me tiende la mano. - Niego, me toma de la mano y me arrastra hacia la salida.

-Estás loco nos darán un castigo.

-Nadie se va da cuenta ya lo veras. -Salimos al estacionamiento y me obliga a subir al Jeep, arranca y nos vamos. Llegamos a una cafetería y nos sentamos en unas de las mesas que dan hacia la vidriera. Una camarera llega y nos toma la orden, dos cafés, la camarera se le queda viendo a Alexander embobada. En serio les voy a conseguir baberos a todas.

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