Salvando al caballero de brillante armadura

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Me desperté con un dolor de cabeza horrible, todavía me encontraba en el jardín, miré hacia los lados y vi a mi padre levantándose y dirigirse a mí.

-Ani ¿estás bien? - Yo asentí. - Esa mujer tiene una bruja a su favor.

-Si lo note ¡papá se llevó a Alex! - Me levante de inmediato, me proponía a seguirlas, pero mi padre me detuvo.

-Ana no puedes ir, es peligroso.

- ¡Tiene a Alex!

-Él va a estar bien.

- ¡No, no va a estar bien! - Mi padre me abrazo fuerte, las lágrimas comenzaron a salir. - Lo va a matar ella lo dijo.

- ¿Ana? - Escuche a mi hermano, pero mi padre no me soltaba.

-Se han llevado a Alex y Ana está perdiendo el control. ¡Todos levántense de una buena vez!

- ¿Que ha pasado? - Escuche a Elena.

-La hermana de Víctor apareció y se llevó a Alex con la ayuda de una bruja.

-Me imagino que los dejaron inconscientes. ¿cómo esta Anastasia?

-Alterada y en cualquier momento va a salir a buscarlo.

-Dejen de hablar de mi como si no estuviera aquí. - Me sentía fatal, en el momento en el que se volteen voy a corren en busca de Alex.

-Ana, tienes que calmarte antes de hacer algo, recuerda todo lo que aprendiste. - Dijo Gabriel, yo solo asentí, mi padre me soltó, si me voy ahora todos me detendrán y no podré hacer nada.

-Gabriel tiene razón hija.

-Anastasia ni sueñes que me voy a despegar de ti. - Me dijo Erin. - Sé que eres capaz de hacer una locura.

-Si así que te tendremos que vigilar. - Todos me trataban como una niña pequeña, sé que soy impulsiva, pero están exagerando.

- ¡Ya basta no soy una niña! - Todos guardaron silencio en cuanto grite. - ¡Se han llevado a Alexander en sus narices y lo que hacen es decirme que me tranquilice!

-Ana -Me dijo Gabriel.

- ¡Ana nada, si me ayudan o no me vale, yo voy a buscar a Alex! - Me dirigí hacia la casa y fui directamente a la bodega donde se encontraban las bolsas de sangre, sentí a todos ir detrás de mí.

-Anastasia tiene una bruja a su favor, ni tu podrás con ella. - Elena hizo que me detuviera, la mire sobre mi hombro.

-Ella tuvo que usar toda su fuerza para hacerme daño. - Respiré profundo, entre en la bodega y me encerré, todos estaban desesperados por entrar y detenerme así que tenía que hacerlo rápido, abrí la nevera y allí estaban las bolsas. - Y yo tendré que usar toda mi fuerza para detenerlas. - Bebí en tiempo récord las bolsas que habían, al terminar la última bolsa todos entraron se sorprendieron al ver el desastre que tenía en el suelo, tenía la cabeza baja así ellos no podrían verme bien.

-Hermana ¿te encuentras bien? - Ignoré a Diego, salí de la bodega para ir a mi habitación a cambiarme, toda mi ropa estaba cubierta de sangre, lo primero que vi fue lo que me puse, pantalón, camisa y chaqueta negra y zapatos rojos. Me dirigí hacía en el jardín, iba con la cabeza baja, todos estaban esperándome, estaban frente a mí.

-Y bien ¿Que vas a hacer? - Me pregunto mi tío. Alcé la mirada, sentí como todos se tensaron, sabia el por qué, mis ojos estaban rojos como la sangre.

-Si ella quiere venganza la tendrá.

-Se dónde se encuentran. - Me dijo Elena

-Llévame. - Y sin más nos encaminamos hacia donde Elena nos indicaba, no estaban tan lejos, nos adentramos más en el bosque allí pudimos divisar una pequeña casa, pude notar que había hombres haciendo guardia, así que seguro había más adentro, mi padre, mi hermano y los demás se proponían a atacarlo, pero no se los permití, mi hermano me replico y le negué. Elena me miro y asintió, camine hacia la casa, todos los guardias que estaban allí me vieron y se pusieron alerta. Uno de los guardias que estaba cerca de mi hablo.

- ¿Estas perdida?

-Creo que sí ¿me puedes ayudar? - Miro a sus compañeros y les sonrió.

-Claro. - Se acercó a mí, levanto su mano y la detuve. - ¿No te gusta que te toquen?

-No, solo lo hace el hombre que tienen allí encerrado. - Perfore su pecho con mi mano y le arranque el corazón, sentí como mi sangre hervía, no podía contenerme más así que a súper velocidad noquee a los guardias que estaban fuera de la casa. - Elena por favor has que no se levanten por un largo rato. - Mi padre se encargó de llevarlos al bosque, los demás me siguieron adentro de la casa, Elena estaba a mi lado.

-Elena, él está aquí, lo siento.

-Lo sé y también hay una bruja.

-No le tengo miedo, ni a Bella. - Elena me sonrió. Vi como mis amigos se encargaron de todos los guardias hasta que sentí solo a las tres personas a la que estaba buscando, nos encaminamos más adentro de la casa. Entramos a una habitación que no tenía muebles solo se encontraba Bella, la bruja y en una silla Alex estaba atado e inconsciente, las dos mujeres se sobresaltaron al vernos.

- ¡No puede ser! - Dijo Bella

-Te agradecería que lo dejes tranquilo, tu problema es conmigo.

-Contigo y con todos a los que quieres. No creas que te dejare vivir tranquila después de que le arrancaste el corazón a mi hermano.

-Me quería matar, tenía que defenderme, era el o yo.

-En este caso es el o tú. - Sin pensar mucho las opciones la miré y sonreí.

-Yo entonces. - Me lance hacia ella, pero me esquivo. Pero callo de rodillas al piso Elena la estaba deteniendo, la otra mujer ataco a Elena, empuje a la mujer lejos lo que permitió que Elena siguiera atacando a Bella.

Bella se levantó como pudo y golpeo a Elena.

-No. -Corrí hacia ella y le di un golpe en la cara, cayo y me dirigí hacia Elena para ver cómo se encontraba, los demás entraron.

-Elena estas bien. - Hablo mi padre.

-Si tranquilos. - Busque a Bella pero no estaba se había ido.

-Hermana, la mujer se escapó.

-No importa luego la buscaremos. - Mi padre y los demás se estaban sujetando la cabeza.

- ¿Qué demonios? - Miré detrás de mí era la bruja.

- ¡Detente! - Le grite, la ataque. La iba a morder, pero Elena me detuvo.

-Anastasia no la mates. -La mire. - Si la matas, no te dejara tranquila, ningún vampiro debe matarnos si quiere vivir toda su eternidad, yo me encargo de ella. - Elena se le acerco a la otra bruja y la miro. - No eres digna de llevar en tus venas sangre de bruja. - Elena susurro unas palabras.

- ¡No! ¡no lo hagas por favor! - Dijo la Bruja.

-Es tarde ya está listo, nunca podrás volver a usar tus poderes, ni tu descendencia. - Las deje donde estaban y corrí hacia Alex que estaba inconsciente, lo desaté.

-Alex, Alex, despierta. - Escuche que se reían, era la bruja. - ¿De qué te ríes?

-De lo que te espera cuando el despierte. - ¿A qué se refiere cuando Alex despierte?

-Alexander despierta. - Alex comenzó a abrir los ojos poco a poco. - Sonreí. - Alex ¿estás bien? - Se notaba que estaba desorientado.

-Me duele la cabeza. -No deje que terminara de hablar lo abrace fuerte.

-Que bien que no te hizo nada. - Me aleje un poco de él, pero algo en su mirada me decía que algo no estaba bien.

- ¿Quién eres?

- ¿Qué? - Abrí mis ojos como platos, no puede ser le borraron la memoria.

-Que no sé quién eres.

NocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora