La llegada

25.1K 1.2K 16
                                    


Me siento muy cansada, creo que dormiré un poco más. En el momento en el que estaba entrando en el sueño, el teléfono suena. En ocasiones me dan ganas de desaparecer este bendito teléfono.

-Hola- digo medio dormida todavía

-Todavía no te has levantado pequeña perezosa. -Genial lo que me faltaba mi hermano.

-Estaba a punto de levantarme- Le digo un poco molesta por molestarme tan temprano- A demás para que quieres que me levante, mi cama esta tan calentita.

-Hermanita, hoy es tu primer día de clases- Me dice en un tono preocupado.

-En serio, la cama está muy bien y puedo ir mañana, nadie espera que me aparezca hoy.

-Levántate de la cama en este instante o iré y lo haré yo mismo.

-Está bien, me levantare- Le dije con un tono de cansancio.

-De nuevo ese sueño ¿vedad? - Me pregunta, se nota que está preocupado.

-Solo una vez, no te preocupes, estoy bien- Le digo, pero es una mentira cada vez que me voy a la cama y logro dormir tengo ese sueño, no puedo decir que es una pesadilla por qué no lo siento así.

Al despedirme de mi hermano me levanto de la cama para dirigirme al baño. Luego de despertarme con mucha agua me veo en el espejo, ¡por Dios que ojeras tengo! Olvídalo, no hay manera de remediarlo. Una ducha fría para espabilarme, luego me visto y bajo para desayunar, al entrar a la cocina encuentro a mi tío preparando el desayuno.

Mi adorado tío Ángel, él y mi hermano Diego son lo único que me quedan, después de lo que nos pasó ese triste día.

-Buenos días- Le asusto, no se había percatado de que había entrado a la cocina.

- ¡OH! buenos días mi niña, que cara tienes ¿no has dormido bien hoy tampoco? - Me dice apagando la estufa para acercarse a mí.

-Estoy bien solo necesito un poco de sol y ya tranquilo- Le sonrió para disimular mi mentira lo cual de un tiempo para acá he mejorado. Decir mentiras sobre mi estado de ánimo se ha hecho mi fuerte, no lo hacía sin percatarme, lo hacía para que nadie se preocupara por mí.

-Ok voy a hacer como si te creyera eso, siéntate te voy a servir el desayuno- Le obedezco

-Háblame niña- Me dice, cómo puede el darse cuenta que no les estoy diciendo todo es increíble, Todo un superpoder.

- ¿De qué quieres que hable?, no tengo nada que decir.

-A mí no me puedes engañar y lo sabes- ¿Que si lo sabía? claro que lo sabía, él es mi único tío por lo menos al que conozco.

-Ana te conozco, además puede que tu hermano no lo note, pero yo sí, estas más pálida de lo normal, tienes muchas ojeras, en tu forma de caminar y en tu cara se nota que no estás bien, ahora dime ¿qué te tiene mal? -Está bien, lo admito, mi tío es un experto detective.

-Estoy teniendo un sueño todas las noches- Me cuesta hablar con el de esto- No he podido dormir bien estas últimas semanas, porque cada vez que me logro dormir tengo el mismo sueño, me despierto sobresaltada y así es todas las noches.

- ¿Y recuerdas todo el sueño? - Se le nota que está preocupado

-No, solo recuerdo que estoy caminando hacia un trono o algo parecido y al lado de eso hay muchas personas tiene capas y cuando me acerco a ellos se inclinan como si fuese alguien muy importante, pero el resto no lo logro recordar se me hace difícil.

- ¡Ay Ana! - Dice en un tono cansado y se acerca a mí para abrazarme- Buscaremos la forma para que puedas descansar, bueno, es hora de ir a clases.

NocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora