No puede ser que no me recuerde. Me levanté y fui hacia la bruja.
- ¿Que le has hecho? - Se ríe.
-Te duele que no te recuerde, primero era lograr que te olvidara, lo que fue un éxito y lo segundo hacer que se enamorara de Bella, pero llegaste muy rápido y no me dio tiempo de terminar.
-Elena ¿se puede hacer algo?
-No, este hechizo no tiene solución, lo siento. - A la habitación entraron Luci y Mari.
-Hermano ¿estás bien?
- ¿Lu que haces aquí? ¿no estabas en Francia?
-Luci no recuerda nada, no recuerda desde un día antes de que me conociera.
- ¿Como?
-La bruja se encargó de ello. Hay que sacarlo de aquí. - No podía contener las lágrimas, todos salieron de la casa menos yo, todavía estaba impactada por lo que había sucedido en menos de un día, me dolía el pecho por retener las ganas de llorar y por saber que Alex no me recordaba, Bella supo cómo hacer que mi vida se fuera en picada. Respire hondo y deseche las ganas de llorar y salí de la casa, todos estaban hablando con Alex para saber hasta dónde recordaba, yo no tenía que escuchar que decía porque ya sabía que me había olvidado completamente.
Comencé a alejarme de ellos, no estaba de ánimos para hablar. Elena me detuvo.
-Él te recordara cuando él quiera Ana.
-Y por eso me voy a alejar de el para no obligarlo, será lo mejor. - Elena asintió, comencé a caminar de nuevo, pero alguien me toco el hombro e hizo que me diera vuelta.
-Gracias por sacarme de allí. - Era Alex, le sonreí.
-No fue nada.
-Dime quien eres.
- ¿Para qué, sino me recuerdas?
-Para así saber el nombre de la chica que me salvo. -
-Mi nombre es Anastasia, mucho gusto Alexander. - Le tendí la mano y este me la sujeto. - Soy la hija de tu rey, una híbrida, fui tu amiga desde que llegaste aquí, sino fuese por ti nuca me habría enterado de que existen los vampiros y los lobos. - Me di vuelta y comencé a caminar.
-Señorita Anastasia. -Mire sobre mi hombro.
-Tú me decías An, hasta luego Alexander. - Y me fui de allí antes de que comenzara a llorar. Llegué al jardín de la casa, no pude contener más las lágrimas así que comencé a llorar, luego de un rato me sentía mejor.
- ¿Te sientes mejor? -Me asusto una voz detrás de mí, era Gabriel.
-Un poco, pero no como yo quiero. ¿Ya están todos en casa? - Gabriel asintió. – Bien, me voy a dormir, me siento cansada. - Fui directo a mi habitación, al llegar me quite toda la ropa solo me quede en sujetador y bragas y me tire en la cama para caer en un profundo sueño.
Escuche un ruido, pero ni me moleste saber de dónde procedía, el sonido volvió y supe de inmediato que alguien tocaba, ignorando a la persona que tocaba coloque mi mano en mi cara, volvieron a tocar, esta vez molesta por haberme despertado me levante y con mi melena de león que tengo por cabello fui a ver quién llamaba.
- ¿Que? - Me conseguí a Alex en la puerta, abrió sus ojos como platos.
-Buenos días. - Dijo sin mirar mi cara.
- ¿Que ves? - Me miro a los ojos y me sonrío.
-Te queda bien el negro. - allí fue que me di cuenta que estaba medio desnuda, mire mi cuerpo, volví a mirarlo y me estaba sonriendo, le cerré la puerta en la cara y me apoye en ella. -Tu padre te quiere ver. - Lo escuche reír.
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Nocturnos
VampireNo he podido dormir, de nuevo ese sueño no me da descanso, no entiendo que quiere decir. Solo él puede decirme que me pasa