El agua tibia de la regadera caía sobre mi piel, relajando cada músculo de mi cuerpo. Hacia solo unas horas que supe la peor noticia de mi vida. Logre caminar por mi misma de nuevo con la ayuda de Isabelle, vi a mi madre recostada en una camilla completamente inmóvil, me partía el corazón verla así pero quiero saber que fue lo que en realidad paso.
Cierro la llave del agua y tomo una toalla para dirigirme a la habitación de Isabelle y así poder vestirme. Tome una ropa que me había dado Isabelle aunque temerosa por las curvas de ella, seguramente me iba a quedar floja de algún lado.Debo admitir que Isabelle tiene un excelente gusto. Termino de vestirme y voy en busca de una persona que me dirá todo, quiera o no. Salgo de la habitación observando cada parte de aquel lugar, no parecía un hospital tenia mas un aspecto rústico, era precioso.
- Alec. - digo alzando un poco la voz para que me escuche. El voltea a verme con el ceño fruncido.
- Que quieres? - dice un poco frío. No entendía, hace unas horas había sido amable y me ayudo a no caer mientras trataba de volver a caminar.
- Te pasa algo? Estas distinto a como te recuerdo esta mañana. - dije com una mirada pacifica.
- No te incumbe, dime que quieres. - me dice algo molesto.
- Lo siento, no quise interrumpirte. Volveré mas tarde si quieres. - digo levantando mis manos en son de paz.
- Esta bien disculpa, estoy algo ocupado. Te busco cuando termine. - dice dándome la espalda y regresando a lo que sea que estuviera haciendo. Necesito respuestas, y necesito salir de aquí, quiero respirar aire fresco así que me decido a buscar la salida de este lugar. Camino por todo el perímetro, siento miradas de cada persona que esta presente no entiendo que pasa pero luego lo averiguare. Una puerta de madera solida con con detalles en hierro, mas bien eran símbolos extraños que jamas había visto, tomo el picaporte de la puerta.
- A donde crees que vas? - pregunta una voz desconocida, volteo y veo a una chica castaña, alta. Dios, todas aquí son bonitas menos yo?
- Fuera. - digo algo fría. Creo que todos piensan que pueden hablarme como quieran.
- Por supuesto que no, ahora regresa antes de que yo te haga regresar. - me hablo con un tono de voz agresivo que no m gusto en absoluto.
- Disculpa? - digo a la defensiva, tal vez no termine de aprender los movimientos de mi hermano, pero no iba a dejar que nadie pasara sobre mi. Ella se acerco peligrosamente a mi, a solo unos pasos con su rostro enfurecido.
- Vete a la habitación de Isabelle. - dio otro paso. - Ahora. - sentí como se preparaba para golpearme en cualquier momento.
- No. - contesto de la misma forma. Ella volteo su rostro con una sonrisa maliciosa seguido de un puñetazo hacia mi rostro dejándome en el suelo. Me puse de rodillas dispuesta a levantarme pero ella volvió a tumbarme con otro puñetazo en el lado contrario.
- Segura que no quieres regresar? Por mi mejor, no sabes la rabia que siento ahora y que mejor que desquitarme contigo. - dijo gritándome, pateo mi estomago. - Levántate ___! Pelea cobarde! - otro puñetazo. Sentía mi nariz goteando sangre y mi mejilla derecha ardiendo del dolor. Voltee a verla, iba a lanzar otro golpe así que gire mi cabeza hacia el suelo, escuche como algo cayo al suelo, levante la mirada y la vi tirada en el suelo con una clase de soga en la muñeca. Vi a Isabelle sujetando aquella soga si es que se podría llamar así.- Cual es tu problema? - le grita Alec? Isabelle hala la soga, mas parecido a un látigo. Alec se acerca a mi y me levanta del suelo entre sus brazos. - Lleva a Maya con mi madre, ser castigada por lo que hizo. - Dijo Alec a su hermana.
- No hice nada malo! Quería huir! Pensaba traicionarnos y contarle al mundo sobre nosotros! - le grito Maya.
- No iba a huir! Escúchate! Su madre esta aquí y no esta en su país! A donde crees que iría!? - Le grita Isabelle.
- Golpeaste a uno de nosotros Maya! No peleamos entré nosotros! Ella también es una Shadow Hunter! - le grita Isabelle y llevándosela.
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Mr. Lightwood
FanfictionA diario escuchaba a las personas de mi alrededor decir que la vida es una, y hay que vivirla al máximo. Pero nunca pensé que la frase llegaría a ser tan literal, no hasta que mi vida cambio por completo... Cuando deje atrás el mundo que conocía...