Castigos o paz

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- Vaya que fue un día aburrido. - dijo Izzy al entrar al instituto.
- Estoy arrepintiendome de esta misión. - dije tirándome a las escaleras que daban a la sala de entrenamiento.
- Te lo dije hermana. - dijo Jace haciendo lo mismo.
- Greenwood a mi oficina. - dijo Lydia pasando de largo.
- La odio. - dije tirando mi cabeza hacia atrás y fingiendo llorar.
- Ven vamos. - dijo Jace parándose para ayudarme. - Te acompañaré.
- Gracias. - dije aliviada, quién sabe que me diría esta vez, tal vez cobre venganza por lo de esta mañana.
Caminamos hacía su oficina y entramos juntos.
- Dije Greenwood. - dijo Lydia al vernos entrar.
- Bueno, te informo que ambos domos Greenwood. - dijo Jace con tono burlón.
- _____ Greenwood. - dijo ella sería.
- Ya dime que quieres. - dije fastidiada.
- Controla tu tono de voz conmigo. - dijo molesta.
- Entonces habla. - dije acercándome.
- Limpiaras, puliras y dejaras impecables las armas de cada SH de este instituto y lo quiero anted de las 6 me entendiste? - dijo poniéndose de pie.
- Que?! - conteste. - son las 4:30! - dije fastidiada.
- Entonces corre. - dijo sonriendo. - y no quiero ver que alguien te ayude, te lo advierto. - dijo apuntándome.
Salí corriendo de la oficina de Lydia y me dirigí a mi habitación.
- Estúpida. - dije enojada, mi cambie rápidamente y amarre mi cabello en una coleta.
- ______ no tienes que hacerlo. - dije Jace entrando.
- Si claro, para luego hacer que me deje mas tareas? No gracias. - dije pasando a su lado, camine al cuarto de armas topándome con Alec en el camino.
- Hey, que pasa? - dijo acercándose a mi.
- Tu y tu estúpida idea de haberte comprometido con Lydia y que ahora no soporte verme contigo, eso es lo que pasa. - dije pasando a su lado.
- De que hablas? - dijo caminando detrás de mi.
- Lydia la hizo limpiar todas las armas de cada SH del instituto. - escuche decir a Jace.
- Que?! - dijo Alec molesto. - No, no puede hacer eso. - dijo yéndose hacía, me imagino, la oficina de Lydia.
Llegue al cuarto de armas, por el Angel, eran demasiadas armas, todas cubiertas de sangre de demonio.
- Que asco. - dije acercándome.
Comencé con la primera espada, la sangre estaba casi pegada, tarde casi 20 minutos en ella. Seguí con un hacha? Igual la sangre estaba casi pegada, que nadie limpiaba esto después de usarlo?
Así pasaron casi dos horas y no estaba ni cerca de terminar, en cualquier momento Lydia entraría a gritarme porque no había acabado a la hora que ella dijo. Vi flechas entre el montón de armas, por los detalles sabía que eran de Alec, eran casi 20 flechas.
Al terminar las flechas decidí sentarme un segundo, estaba muy cansada.
- Que crees que haces ahí perdiendo el tiempo?! - sabia que Lydia vendría a acabar con mi poca paciencia.
- Cierra la boca y vete de aquí. - dije sosteniendo mi cara con mis manos.
- RESPETAME, SOY TU AUTORIDAD! - dijo acercándose peligrosamente.
- Me importa un demonio que lo seas! - dije gritando pero ella me detuvo plantándome una cachetada muy fuerte.
- LYDIA! - grito Alec entrando. - Que demonios crees que haces?!
- Me falto al respeto. - dijo cruzandose de brazos.
- Sabes que no puedes hacer eso! Intenta golpearla una vez más y te prometo que no me importara que seas mujer. - dijo muy molesto. Lydia se retiro sin más.
- Estas bien? - dijo Alec acercándose a mí.
- Si. - Alec se acercó a mí. - No me toques. - dije  alejándome un poco.
- Porque no? - dijo retirando su mano.
- Cada vez que Lydia me ve contigo se pone como una fiera. Estoy cansándome de todo esto. - dije viéndolo.
- Espera.... que quieres decir con eso? - dijo muy confundido pero sabía de que estaba hablando.
- Creo que lo mejor es que tu y yo... - No dejó que terminara besándome profundamente. - Alec. - dije en medio del beso, tampoco podía negarme.
- No quieres eso, estas demostrándomelo ahora   No hagas esto. - dijo a pocos centímetros de mi.
- No quiero! - dije dandole la razón mientras ponía mis manos en su pecho. - Pero es lo mejor. - dije agachando la cabeza. - Estoy harta de todo esto.
- Y que hay de mí? - dijo levantando mi cara. - yo no importo?
- Claro que si. - dije tomando su rostro y besándolo muy profundamente, el no se negó para nada.
- Entonces? - dijo aún besándome.
- Entiéndeme. - dije ya con lagrimas en los ojos. - Si yo no me alejo, al menos hasta que Lydia no deje el instituto, hará de mi vida un infierno.
- Shhh ya. - dijo limpiando una lagrima de mi mejilla. - Te prometo que haré lo que pueda para que no te moleste. - Su rostro notaba tristeza.
- Alec no me lo hagas más difícil, sabes que no podrías hacer nada contra la clave.
- ____...
- No, no quiero pelear. - dije tomando su rostro.
- Por favor. - dijo, vi como sus ojos comenzaron a ponerse llorosos. Lo volví a besar esta vez abrazándolo muy fuerte. Me separe de el rápidamente sin dejarlo decir una palabra casi corriendo para salir.
- _____... - dijo detrás de mí. Cerré fuertemente mis ojos y gire para verlo. - Te amo. - dijo sin mas. Mis lágrimas comenzaron a salir desenfrenadamente, salí corriendo de aquel lugar directo a mi habitación.
Estuve acostada en mi cama llorando por sepa quién cuanto. Caí profundamente dormida.
- ______! - escuche gritar a alguien.
- mmmm - murmuré adormilada.
- ______ Greenwood! - escuche aún mas cerca, sabía de quién se trataba.
- Que quieres? - dije aún acostada.
- Crees que porque Alec llego a defenderte dejaras el trabajo a medias!? - dijo gritándome. - El no estará contigo siempre para defenderte!
Me levante rápidamente.
- Bien, entonces entérate antes que nadie, lo mío con Alec se acabo. - dije furiosa parada frente a ella.
- Que? - dijo casi pacífica.
- Te gusto lo que oíste en verdad? - dije sarcástica. - Lárgate de mi habitación. - dije abriéndole la puerta. Ella se retiro sin decir nada. Vaya que le agrado la idea.
—————
- ______, vienes a comer? - dijo Izzy entrando.
- A donde? - casi no comíamos juntos por las misiones.
- Iremos por pizza. - dijo feliz. Creo que aún no se enteraba de nada.
- Claro. - dije sonriendo. Me cambie rápidamente y me reuní con ellos en la entrada, ahí estaba Alec.
- Vamos. - dijo Jace. Caminamos por las calles de Nueva York, iluminadas por luces artificiales.
- Y ustedes que se traen? - dijo Amal viéndonos a Alec y a mi.
- Nada. - dijo Alec sin dejar de caminar.
- A mi no me parece nada. - dijo riendo.
- Aun sigue castigado? - dijo Izzy riendo. Jace vio mi cara, creo que entendió que algo no estaba bien.
- Bueno ya déjenlos. - dijo Jace palmeando la espalda de Alec.
- Donde es el restaurante.
- Justo aquí. - dijo Izzy abriendo la puerta. - Hola, una mesa para 6 por favor.
Entramos todos, tomamos asiento e hicimos orden. De un lado de la mesa estaba Amal y Clary, en los dos extremos estaban Izzy y Jace y Alec y yo quedamos juntos por los chicos.
- Ya enserio, porque no se han besado? Siempre lo hacen. - dijo Clary.
- Ya basta de hablar de nosotros. - dije evadiendo el tema.
- Es que ustedes siempre son el tema. - dijo Amal riendo. La pizza llego, comimos entre bromas de Jace y Amal, Alec se reía pocas veces al igual que yo. Pagamos la pizza y nos retiramos del lugar.
- Y bien? Nos dirán? - dijo Amal.
- Termine con Alec. - dije soltándolo de una vez. Todos se quedaron con la boca abierta, Alec solo sostuvo su postura.
- Que? - dijo Izzy acercándose a mí.
- Eso es, ahora dejen de hablar del tema. - dije caminando en dirección incorrecta ya que Alec me detuvo.
- Es por acá. - dijo guiándome con una mano en mi espalda.
- Gracias. - dije dandole una pequeña sonrisa. El resto venía detrás de nosotros.

Mr. Lightwood Where stories live. Discover now