Reportes

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- _____? - escuche decir a Jace del otro lado de la puerta de mi habitación.
- Pasa.
- Oye hermanita, no quiero entrometerme, pero quieres decirme que paso con ustedes? - dijo sentándose en mi cama.
- Que Alec no te ha dicho nada? - dije extrañada.
- No quiere decir nada.
- Escucha, no paso nada malo entre nosotros. Es solo que estoy harta de los malos tratos de Lydia, cada vez que me veía con el se ponía como loca. - dije sentándome junto a el.
- Bueno es una buena justificación pero serás feliz con eso? - dijo tomando mis manos.
- Claro que no, pero no me molestara Lydia.
Jace acaricio mi mejilla y me regalo una sonrisa.
- Ven conmigo, tenemos que hacer el reporte de la misión de la escuela. - dijo poniéndose de pie y tendiendome su mano.
- Claro. - caminamos juntos hasta el cuarto de control, Alec estaba presentando, también estaban los otros chicos.
- Numero de muertes demoniacas? - dijo Izzy viendo el reporte.
- 21. - respondió Jace.
- Numero de muertes humanas?
- 6 - dijo Clary.
- Subterráneos aliados?
- 8 - contesto Alec.
- Humanos que aún están desaparecidos?
- 12 y contando. - dijo Alec.
- Y contando? - pregunte.
- Siguen desapareciendo. - dijo Alec viéndome fijamente.
- Oh. - dije igual viéndolo fijamente. - Oigan que no habíamos capturado al líder? - pregunte recordando el incidente después del partido de voleibol.
- Cuando lo llevamos a la sala de interrogaciones, logro tomar una espada y se mato así mismo. - explico Izzy.
- Es decir...
- Si, el no era el líder, estaba encubriendo a alguien. - termino mi frase Alec.
- Y cuantos demonios ya identificaron? - pregunte?
- 8 - contesto Amal.
- Y no los hemos casado porque?
- Si matamos a uno, los mundanos quedaran desaparecidos.
- Y cual es el plan? - dije poniendo mis manos en la mesa, Alec sonrío levemente.
- Los atraparemos pero no los mataremos, tendremos mas cuidado y usaremos la espada alma. - explicó Alec a todos.
- Espera, espera.... que es la espada alma? - preguntamos Clary y yo al unísono.
- Uno de los instrumentos mortales, junto con el espejo y la copa mortal. - dijo Jace.
- Y cual es su función?
- Al tomarla te obliga a decir la verdad, cuando mientes es una tortura inimaginable.
- Wow. - Bien, que esperamos para casarlos? - dije enderezándome. Alec volvió a reír.
- Tranquila, debemos prepararnos. - dijo caminando. - Vamos. - todos lo seguimos al cuarto de entrenamiento.
- Clary y ____, Izzy y Amal, Jace y yo. - dijo Alec tomando una espada.
- Espera, espera, peleare con _____ aún esta pendiente nuestro entrenamiento parabatai y sabemos pelear mejor juntas.
- Bien, Clary y Amal.
Pasamos un par de horas entrenando, todos teníamos algunos rasguños. Luego de un tiempo fue una pelea entre equipos, Clary peleo con Jace y Alec y Amal con Izzy y conmigo. Izzy se estaba encargando de su hermano. Yo del mío y Amal aun peleaba contra Clary pero eso variaba constantemente. Alec ablandaba sus golpes cuando peleaba contra mí.
- Oye deja de hacer eso. - dije tirando golpes.
- Que cosa. - dijo evadiéndolos.
- Deja de ser tan blando! Puedo contigo.
- Ya estas cansada, no creo que sea.... - lo interrumpí.
- No me cuides, golpea Alec. - el tomo mi espada la tiro a un lado, tomo mis muñecas y me tumbo al piso quedando sobre mí.
- No me pidas que no te cuide. Si ya no puedo estar contigo bien, pero no me pidas eso. - dijo algo furioso.
- Bien, no lo hare de nuevo. - dije asombrada.
- Bien. - dijo dándome la ultima mirada y poniéndose de pie para luego ayudarme a levantarme.
- Sabes? No era necesario tirarme al piso. - dije empujándolo levemente con mi hombro, el soltó una pequeña risa.
- Era para dejártelo muy claro. - dijo haciendo lo mismo, haciéndome reír. La alarma de intrusos sonó fuertemente por todo el instituto.
- Alguien trata de entrar. - dijo Alec corriendo por su arco, fui detrás de el. Izzy saco su látigo y Jace su espada.
Todos nos posicionamos en frente de la puerta del instituto.
- Donde están? - pregunto Izzy.
- Atentos. - dijo Alec. Esperamos un tiempo.
- A la izquierda. - grite a ver algo que se movía rápidamente.
- Es un demonio. - grito Jace.
- Ven conmigo. - dijo Alec tomándome de la cintura y saltando para quedar sobre el instituto.
- Cúbranme. - grito Jace. Ambos lanzamos flechas intentando cazarlo pero era demasiado rápido.
- Se detuvo. - dije viendo a la oscuridad. Tome mi estela y la pase sobre la runa de vista nocturna. - Te tengo. - dije apuntando y lanzando una flecha directa a su corazón.
- Bien hecho. - dijo Alec sonriéndome, le devolví la sonrisa y ambos bajamos con los chicos.
- Así se hace hermana. - dijo chocando su puño con el mío. 
- Hay que atraparlo o algún mundano podría verlo. - dijo Izzy.
Jace y Alec entraron al demonio al instituto con la ayuda de otros SH. Se deshicieron de el inmediatamente.
- Bien hecho, necesito el reporte de lo sucedido en mi escritorio mañana. - dijo Lydia viendo a Alec, jamás la había escuchado hablar tan.... normal?
- Soy yo, o.... - comenzó Amal.
- Si, fue amable. - dije viéndola con algo de despreció.
- Eso si es raro. - dijo Amal riendo.
- Voy a comer algo. - dije caminando hacia la cocina, tome unas galletas y leche. - Porque siempre ponen los vasos tan alto? - dije intentando bajar uno. Una mano apareció detrás de la mía tomo el vaso y me lo entrego. Voltee para saber de quien de trataba aunque algo me decía que ya sabía la respuesta. - Gracias. - dije al ver a Alec parado detrás de mi.
- De nada. - dijo sonriendo. Intente caminar hacia la nevera pero el no lo permitió, su cuerpo estaba casi totalmente pegado al mío.
- Porque estas tan cerca? - pregunte nerviosa.
- Te pongo nerviosa? - pregunto con voz seductora.
- N... no. - dije mientras asentía con la cabeza.
- Si o no? - dijo riendo.
- No. - dije con algo de dificultad.
- Me parece  que es mentira. - dijo acorralándome contra el mueble.
- Si me tienes como me tienes tu que crees que iba a pasar? Claro que me pondría nerviosa. - dije excusándome.
- Me gusta tenerte así. - dijo en mi oído a lo que yo me estremecí. Comenzó a dar pequeños mordiscos en mi oreja tome fuertemente su camisa entre mis puños y cerré mis ojos.
- Te encanta que haga esto. - dijo Alec sin parar. No respondí, Alec comenzó a darme besos desde la oreja a la comisura de mis labios. Lo empuje rápidamente antes de que llegara a ellos. Lo observé fijamente para luego atraerlo hacia mí para besarlo de forma muy apasionada, Alec me levanto y me sentó sobre el mueble.
- Demonios. - dije antes de seguir besándolo.

Mr. Lightwood Where stories live. Discover now