Capítulo 18

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Dicen que los celos son producto de la inseguridad, en el caso de Victoria era cierto. Ella era una mujer celosa en ocasiones, sí, ¿qué mujer no siente celos en algún momento? Sin embargo, en ese instante sus celos no eran simplemente eso, eran miedo, desconfianza, falta de seguridad ante su relación con Cesar, ¿y todo por qué? Por culpa de Omar y sus palabras hirientes que le habían pateado su autoestima y su tranquilidad hasta el subsuelo.

Cesar era ajeno a lo que pasaba en ese momento por la cabeza de la mujer que amaba, se encontraba distraído platicando con Martha Julia y esperando a que le indicaran que debía volver a grabar, por tal motivo no se fijó que Victoria los observaba desde un rincón con ojos llameantes y cargados de furia.

Paralelamente la mujer de cabellera negra se moría de ganas por entrar al set e interrumpir la conversación y llevarse a Cesar de allí agarrado de la oreja. Cuando estaba a punto de hacer una estupidez Jacqueline se acercó a ella para impedírselo.

—¿Qué vas a hacer Vicky? —la había estado observando y no fue difícil darse cuenta que Victoria se moría de celos.

—Quiero habla con Cesar.

—No. Quieres hacerle una escena de celos.

—Por supuesto que no.

—Querida a mi no me engañas, recuerda que yo sé mucho, y me doy cuenta que estás celosa porque Cesar está ahí platicando con Martha.

—Anda de coqueto el señor. —dijo con voz dura, Jacky soltó una risita.

—Ven, vamos a hablar, no quieres hacer una tontería y quedar al descubierto delante de todos, ¿o sí?

Victoria bajó la mirada y negó con la cabeza.

Se fueron juntas a otra parte del foro y se sentaron solas a platicar. Mientras tanto Cesar seguía ajeno a todo.

—¿Qué sucede Victoria? No sabía que eras tan celosa, no es la primera vez que Cesar se pone a platicar con una compañera.

—No sólo estaba platicando con ella. —su tono era áspero.

—Claro que sí Victoria, eran dos amigos bromeando entre cortes de escena. ¿Qué de malo tiene eso?

—Yo soy su amiga. Que hable conmigo.

Jacqueline se carcajeó.

—Tú eres mucho más que eso cariño, pero Cesar puede hablar con otras compañeras. ¿De cuando acá eres así de celosita?

—No me gusta que ande tan simpático con otras.

—Algo me dice que esos celos se deben a algo en especifico, dime, ¿acaso Cesar te ha dado motivos para que desconfíes?

—No es eso, él nunca me ha dado motivos, es sólo que…

—Cuéntame.

—No sé, tengo miedo de ser una simple diversión para él, que cuando se terminen las grabaciones, las cosas entre nosotros se acaben.

Su compañera y amiga la miró con el ceño fruncido.

—Victoria… ¿de donde sacas esas cosas? Por lo que sé y he visto, lo de ustedes va mucho más allá de una simple aventura, ustedes se quieren, tú misma me lo has dicho.

—Pues sí, pero ahora que lo vi tan animado con Martha Julia, no sé, me vinieron esas ideas a la cabeza. Quizá Cesar está buscando otra mujer…

—A ver Vicky, ¿a qué viene todo esto? No te entiendo. ¿Desde cuando esa desconfianza hacia Cesar? Tú bien sabes que él no es un mujeriego.

—Talvez no, pero, ¿y si se cansa de mí, si me deja cuando terminemos de grabar? Tengo muchas dudas y miedos.

—Querida, ¿por qué mejor no me dices que te sucede? ¿A qué vienen todas esas dudas?

—Anoche discutí con Omar. —confesó. —Él ya sabe lo que hay entre Cesar y yo. Yo no le dije nada, él solo lo descubrió, no sé, quizá fui muy obvia. La cosa es que lo sabe y me dijo un montón de cosas feas en medio de una discusión que tuvimos.

—¿Qué te dijo? —estaba sorprendida de saber que Omar conocía la relación de Victoria con Cesar.

—Me dijo que yo era solamente una diversión para Cesar, un entretenimiento de un rato y que él no me quería porque no dejaba a su esposa, que lo nuestro no iba a durar. Fue muy duro con sus palabras Jacky, la forma en qué lo dijo me hizo sentir como una mujer que usan para un revolcón y ya. —su voz sonó apagada.

—Ya entiendo, Omar quería herirte por sentirse engañado y lo logró. Victoria no le hagas caso, es lógico que si sabe lo que tienes con Cesar, se sienta lastimado y va a querer herirte a ti también dándote por donde más te duele.

—Y logró hacerlo, me hirió y me puso a dudar acerca de todo.

—No deberías tener dudas en cuanto a lo que Cesar siente por ti. Tus celos de hoy son sin fundamentos. Él te ama de verdad. ¿Cómo puedes dudar de eso?

Victoria lo pensó un poco.

—De todos modos no me gusta verlo con otras mujeres, bastante tengo con verme obligada a compartirlo con su esposa, con no tenerlo para mí sola, como para tener que aguantarme sus coqueteos con otras.

—¿Y qué pretendías hacer? Porque cuando me acerqué a ti estabas a punto de entrar al set y cometer una locura, vi la cara que tenías.

—No iba a hacer nada. —una media sonrisa afloró en sus labios.

—Estabas tan celosa que eras capaz de entrar y agarrar a la pobre Martha de las greñas y arrastrarla por todo el foro.

—No a ella no, al que voy a arrastrar es a él.

—Habla con él antes que cualquier otra cosa, cuéntale lo de Omar. No permitas que lo que sucedió te haga dudar de Cesar. Y tampoco te sientas mal o insegura por culpa de sus palabras hirientes. Él quiere golpearte porque se siente herido. ¿Se lo vas a permitir?

—Quizá lo merezco.

—Nadie merece que le pateen la autoestima hasta el suelo.

Victoria asintió y sopesó sus palabras, era cierto, a pesar de todo, lo que Omar le había dicho era demasiado hiriente y no se lo merecía. Mucho menos podía permitir que esas mismas palabras la hicieran dudar de Cesar, él la amaba y se lo había demostrado de muchas maneras.

Aunque claro, nada de lo que le dijera Jacqueline podría borrar completamente los celos que había sentido al ver a su hombre hablando tan animadamente con otra mujer.

Estaba furiosa y celosa, no lo podía evitar, le carcomía todo por dentro el solo hecho de verlo a él siquiera mirar a otra mujer que no fuese ella.
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SECRETO A VOCESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora