Capítulo 31

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Pov Camila

No me dí cuenta de cuán rápido sucedió todo. En unos instantes escuché disparos, líquido en mi cara, el agarre de Stephanie soltándose y luego su cuerpo tirado en el suelo lleno de sangre. Vi a Lauren, mi Lauren, totalmente pálida con un arma y muchos hombres uniformados alrededor. Todo parecía ser una fantasía, una broma de mal gusto, un cuento de horror...Pero no, era la cruel realidad.

Me levanté ayudada por un tipo alto y musculoso, me quitó la venda de la boca y desató mis manos, me sentía enferma y mareada, ansiosa por abrazar a la única persona que he deseado ver estos días, deseosa por aclararle sus dudas y mal interpretaciones, pero ya no estaba, Lauren había desaparecido, miré a todos lados buscándola pero no la encontré. Escuché una voz gruesa, no sé de quién se trataba

- Andando, señorita Cabello, abandonemos este lugar - Caminé escoltada por dos tipos altos, subí las escaleras, esas que tanto rechinaban con los tacones de Clarks, la misma que ahora tenía el cuerpo cubierto por una manta blanca con manchas rojas.

La luz de la casa casi me quema los ojos, se notaba una noche calurosa pero allá abajo siempre estaba frío y oscuro, no me había dado cuenta de que la primavera se estaba haciendo presente. Bajamos otras escaleras y allí había un hombre de cabello blanco junto con un batallón de hombres vestidos de negro

- Bien hecho equipo, todo ha sido un éxito, metan las drogas en la camioneta y larguémonos de aquí, mañana a primera hora el FBI vendrá - el no se había percatado de mi presencia hasta ese momento- Oh, bienvenida señorita Cabello ¿Se encuentra bien? - asentí levemente.

Me sentía con frío, expuesta, vacía... Tomé mis brazos con mis manos, abrazándome a mi misma ante esa situación - Déjeme que sea yo mismo quien la acompañe hasta el vehículo, la llevaremos al hospital más cercano para que la revisen, si todo va bien... en unas horas estará en casa sana y salva - dijo con una sonrisa, intenté que la mía fuera espontánea y real, pero no fue tan así. Estaba feliz por volver a casa, pero no sin Lauren. Caminando por el frente de la arruinada casa, no sabía donde diablos estaba, no conocía esta parte de la ciudad. Aún buscaba a Lauren con la mirada, pero ella no aparecía, hice el esfuerzo de no parecer tan desesperada y me dirigí al hombre de cabello blanco que me acompañaba - ¿Está Lauren por aquí? Lauren Jauregui, ella es... - pero fui interrumpida antes de terminar - Su novia, lo sé - me dijo con una mirada de compasión - Ella salió prácticamente corriendo luego de disparar, probablemente haya sido el shock de la situación, le pidió a unos de mis agentes que la llevara a por su coche y a mi que me encargara personalmente de escoltarla y brindarle seguridad hasta que estuviera en casa. Eso fue lo que sucedió y es exactamente lo que sucederá - escuché atentamente cada palabra de aquel hombre, ella huyó como niño pequeño, debió estar asustada, aterrada... - ¿Puedo saber su nombre? - le dije. - Por supuesto, disculpe mi mala educación, mi nombre es Antonio De La Fuente, jefe y director del departamento anti-drogas de Los Ángeles, colaboro con el mismo organismo de aquí, de New York - asentí para luego detenerme en frente de una camioneta negra, abrió la puerta de la misma y me introduje en ella, él hizo lo mismo a mi lado y colocó una chaqueta en mis hombros - Gracias, aún no me acostumbro al calor - hice una mueca con mis labios, algo parecido a una sonrisa, a lo que el asintió levemente.

Comenzamos a movernos por aquellas calles, se escuchaban grillos y ladridos, las ventanas del vehículo eran totalmente negras, pero aún así se notaban los fuertes rayos de luz que brindaba la luna, una bella noche de luna llena...

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Luego de lo que pareció una eternidad, llegamos al hospital, allí me llevaron en silla de ruedas hasta una sala con aparatos y dos médicos

Leyendo el camino (Camren G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora