Capítulo dieciochoavo.

425 26 2
                                    

-¡Qué no se os olvide entregar la autorización!-gritó el profesor de química aunque ninguno de los alumnos le prestaba atención ya que acababa de sonar la campana.

-Lizzy-me llamó Dana, me giré y la vi acompañada de Liam-esta tarde tendremos ensayo intensivo ya que en pasado mañana es la primera competición-avisó.

¡Genial! ¡Mi primera competición callejera! Muero por hacerla ya.

-¿Por qué no comemos todos juntos en alguna cafetería y luego vamos a ensayar?-ofrecí una idea-así llegaríamos todos a tiempo y podríamos ensayar más.

-Me parece bien-contestaron ellos.

Salimos fuera y encontramos a los demás chicos de la banda sentados en un banco.

-¡Chicos!-saludó Liam-Lizzy ha tenido una maravillosa idea.

-¿Cuál?-pregunto Bob.

-Comeremos todos juntos y así podremos ensayar mucho más-concluyó Dana con una sonrisa.

-¡Genial!-gritaron Estef y las gemelas al mismo tiempo.

Por las caras de los chicos deduje que no les hacía mucha gracia por lo que decidí hablar.

-Chicos, ¿estáis de acuerdo?-pregunté

-Es que…-empezó a hablar Jacob.

-Antes de decir cualquier tontería, decidme, ¿Os gusta bailar?-asintieron con la cabeza-¿Seguro? Porque no lo parece-pausé- no paráis de quejaros cada vez que vamos a bailar y en vez de que os guste parece que os de miedo, así que dejar todas vuestras mariconerias y prepararos para bailar, ¿De acuerdo?-todos asintieron con la cabeza, así que no le di más vueltas al asunto-Genial, vamos a comer.

Andamos hasta una cafetería que quedaba cerca de nuestro pequeño “estudio” y pedimos nuestra comida.

[…]

-¡Me encanta!-grité al terminar de ensayar la nueva coreografía.

-Estoy de acuerdo-dijo Niall mientras se sentaba a mi lado.

Le sonreí. Nuestra relación ha sido, durante estos 15 días, muy buena.

Se comportaba como un verdadero amigo, aunque nunca le han faltado algunos comentarios hacía mí, como: “Como te mueves, ¿Por qué no me bailas un rato haber sí aprendo” o el típico: “ojala fuera tu chaqueta para estar todo el día encima de ti”. Sí, algo asqueroso, pero cuando lo decía no podía evitar ponerme roja, aunque sabía que lo decía de broma.

-Creo que pasado mañana vamos a ganar-dijo Harry con una sonrisa.

-Sí, yo estoy con él, y si no ganamos es porque el jurado está ciego-añadió gracioso Louis.

-Además tenemos a nuestra arma secreta-siguió la conversación Zayn apareciendo por detrás de mí mientras me rodeaba con su brazo por los hombros.

-¿qué arma secreta?-pregunté confusa.

-pues…-pausó, a lo que yo le di un puñetazo flojito en el hombro- obviamente estoy hablando de ti.

-No seas tonto, no soy un “arma secreta”-le di una palmada floja en la mejilla.

-¡Pero que te ha dado con pegarme! ¡Eso es bullyng!-exageró.

-No exageres bonito-me apoyé en él y cerré los ojos.

Zayn y yo éramos mejores amigos. No sé cómo pasó pero acabamos contándonos todos nuestros secretos, y claro el estaba al tanto del asunto del rubio. Él era quién me aconsejaba.

Terminamos el ensayo y Zayn junto con Niall y Liam me llevaron de vuelta a mi casa, lo único que quería era dormir.

[…]

-¿Estás cansada?-preguntó el rubio.

-Un poco, esta noche no he podido dormir muy bien-contesté.

-Oye, ¿y si está noche nos quedamos aquí a dormir? Nos ahorraríamos tiempo y aprovechando que mañana es la competición podemos arreglarnos y practicar los pasos antes de ir para allá.

-Me parece buena idea-volví a cerrar los ojos mientras me recostaba en la pared.

Desde ayer por la noche me encontraba mal, mi nariz estaba algo taponada y me dolía bastante la cabeza, pero teníamos que seguir ensayando.

-¿Te encentras bien?-preguntó Estef antes de beber de su botella de agua- te ves algo pálida.

-Sí, simplemente me duele la cabeza y esta noche no he podido dormir mucho.

-Será mejor que descanses un poco-apuntó con la cabeza uno de los colchones que habían traído para poder dormir hoy aquí.

Me levanté sin rechistar y cuando llegué al colchón me tiré de golpe.

Después de varios minutos con los ojos cerrados, siento que un brazo me rodea el cuerpo.

-¿Te encuentras bien?-preguntó mirándome con esos ojos azules.

-Sí, tan solo me duele un poco la cabeza-respondí con la voz algo raspada.

Genial, eso solo podía significar una cosa. Me pondría mala.

-No hables, descansa-me besó la frente. Tan solo ese gesto hico que me derritiera por dentro, ¿Quería matarme?

No rechisté y cerré los ojos, sin querer me quedé dormida junto a los brazos del rubio.

Sweet DanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora