-Ya estamos en una habitación, burro – le contestó una de las chicas desde el baño.
Negué con la cabeza mientras sonreía, no tenían remedio.
-pues…si ya estamos en una habitación…-susurró Niall en mis labios dejando la oración por terminar.
Le pegué despacio en la cabeza mientras reía.
-Tienes que dejar de pegarme-se quejó.
-sabes que te pego con cariño-contesté yo con una pequeña risa.
Las chicas salieron del baño y se tumbaron en varias camas.
-¿Cómo vamos a organizarnos con los niños?-pregunto Bianca.
-No lo sé, quizás nos pongan dos de nosotros en cada grupo de niños. No había muchos niños-contestó Liam.
Una hora y media después nos dirigimos hacía el comedor donde ya casi todos los niños estaban comiendo. Los chicos iban detrás de nosotras hablando de un partido de fútbol, y nosotras estábamos delante hablando de nuestras cosas.
-Hola-oí la voz de un niño. Miré hacia abajo y me encontré a un niño de unos ocho o nueve años.
-Hola- me agaché a su altura y le sonreí.
-¿Tú vas a ser mi nueva maestra de baile?-preguntó él.
-No lo sé, Derek tienes que decirme de que grupo me encargo, ¿Por qué?
-Porque eres muy guapa y me desconcentraría al bailar-contestó simple. Abrí la boca en señal de sorpresa y oí como los chicos se reían.
-Valla… gracias-pausé- y dime, ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Ryan. Encantado-me tendió la mona para que la tomara y así hice.
-Yo soy Lizzy-me presenté.
Giré mi cuerpo y vi a Niall. Le sonreí y me sonrió de vuelta, colocó sus manos en mi cintura para ayudarme a ponerme de pie. Me despedí de Ryan con la mano y nos dirigimos hacia una mesa. Antes de llegar, volví a oír la voz de Ryan.
-Lizzy-giré mi cuerpo y sentí como Niall quitaba sus manos de mi cintura.
-Dime Ryan.
-¿Te gustaría ser mi novia?-soltó de los más tranquilo. Abrí los ojos a tope mientras sonreía.
-¿No crees que vas un poco rápido?-oí que decía Niall
-¿Por qué? Ya tengo nueve años, soy mayor-contestó el niño obvio.
-No puedes salir con ella-dijo Niall- ella es mi novia.
-¿Por qué? Ella quiere salir conmigo- Ryan, quien se había colocado delante de Niall, se giró para verme y me guiñó un ojo- además, seguro que yo le puedo dar más cosas.
Una carcajada general llegó a mis oídos y yo le acompañe.
¡Qué celoso era Niall!