Capítulo VIII: Barreras

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Debería de estar disfrutando más tiempo a su lado, pero no podía seguir estando envueltos entre caricias y sábanas sin hacer nada por tenerla por completo

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Debería de estar disfrutando más tiempo a su lado, pero no podía seguir estando envueltos entre caricias y sábanas sin hacer nada por tenerla por completo. Y ahora estoy aquí, parado frente a la oficina principal de la agencia de modelaje ModelCorp. Necesito encontrar la manera de anular la compra de London y encontrar la manera que se transfiera a mis manos.

—¿Rod? —escucho una voz femenina, muy familiar, detrás de mí.

Omito hacer caso de ello y me dispongo a abrir la puerta para ingresar a la oficina. Sin embargo, una mano que se posa en mi hombro me detiene. Volteo por instinto. La sangre de mi rostro se drena por la persona que ha osado interrumpirme.

Ahí está ella, finge sonreír con aprecio, pero no sabe que el tiempo en que me había pertenecido mi mente registraba todos sus secretos de lenguaje no verbal para saber que su expresión es falsa. Tan exótica y sensual como perturbadora. Y pensar que nos conocimos cuando mi inocencia por el amor superaba cualquier limite, su ser era mi prioridad y mi inexperiencia se convertía en mi condena.

Debía imaginarme que con la aparición de Dean, ella estaría en mi camino de vuelta. La pelirroja de proporcionadas medidas está analizando cuál será mi movimiento.

—Hola, Iskra.

Aparta un mechón de cabello de su cara y se lo mete detrás de la oreja. Es un gesto claramente nervioso que combina con la expresión de sus ojos verdes abrumados por verme. Al parecer mi sorpresa es compartida.

—¿Estás ocupado? —pregunta ella en voz baja.

Viste con una camisola negra. Su maquillaje es sencillo, pero con iluminación precisa para una sesión de fotográfica. Estimo que debajo de su prenda lleva bikini. Las fotos de verano se las hacen en invierno por lo que ella debe estar a punto de hacer una.

—Es obvio, ¿no lo crees? —Ahí está mi voz arrogante. No puedo evitar sentir rechazo por ella con solo tenerla cerca. Aun así, Iskra se arriesga a mantener su mirada firme con la mía.

Debía de haberla ofendido, pero en su rostro se asoma una sonrisa seductoramente expresiva. Miro hacia la secretaria de ojos oscuros y enigmáticos que nos está de manera indiscreta nos observa. Debería de estar haciendo su trabajo, pero le entretiene más nuestra conversión.

—No puedes seguir evadiendo nuestro pasado —interrumpe Iskra. Vuelvo mi atención hacia ella.

—Ja. ¿Pasado? —me burlo— Mírate, si tú eras la que siempre me has buscado.

Iskra, maldigo el momento en que tu ser cruzaba los poros del mío.

Antes de que pueda hablar, aparece, por el pasillo y con expresión de desconcierto, el fotógrafo de la casa.

Zach Sivan.

—¡Niña! —exclama, tratando de no hacer caer al suelo unos trajes de baño que sujeta— No puedes desaparecer.

La distracción de Iskra hacia él, me da la oportunidad para de una vez entrar a la oficina del padre de Frank. La dejo atrás, no me importa si la ofendo con eso, porque hay cosas más importantes que lidiar con su obsesión.

Tengo que ahorrar el último pensamiento de mi mente si no quería añadir más preocupaciones a mi objetivo. Un rostro sorprendido me recibe. Steve Stott, con su avanzada edad se rehúsa dejar su puesto como presidente de la agencia y cedérselo a su único hijo varón, pero el detalle está en que Frank no quiere seguir su camino. Convertirse en un hombre corrupto no es algo por lo cual mi mejor amigo apostaría ser.

—¿Qué te trae por aquí, Random? —Se levanta de su asiento y acomoda su corbata.

Camino hacia el sillón para sentarme. Y sin rodeos, digo:

—Necesito que anules la compra de Dean.

Toce deliberadamente para evitar contacto visual conmigo, girando hacia la ventana de cristal transparente que da la vista a los otros edificios. Su distracción es una ventaja para no titubear ante mi pedido.

—Lo que me pides es imposible.

A reacción de sus palabras empuño mi mano y golpeo con ésta el escritorio. Pierdo mi tiempo, claro que no iba a ceder, porque Dean es como un hijo para él.

—Doblaré la suma —me arriesgo en decir.

Voltea.

—¿Doblarás la suma? —Su voz es cautelosa.

Cuatro millones le vendrían bien a él. Y eso es una oferta muy tentadora para no rechazarla. La respuesta que dará ante eso confabulará con mis planes.

Me levanto

—¿Y bien? —Sueno hostil y seguro de mí, porque todo buen negociador debería saber que ser directo y firme en su decisión es un punto de ganancia ante su adversario.

Acomodo mi saco.

—No, simplemente no —responde.

Me mantengo sereno ante su negativa.

—Bien, entonces, tomaré a Iskra de nuevo en mis manos y la haré mía como me plazca.

Su temple se desmorona y sus ojos muestran la furia de un padre protector. Lo mío es solo una amenaza sin fundamento, porque esa mujer para mí no existe.

—Ni te atrevas —me amenaza, empuñando sus manos. Sin embargo, de manera sorpresiva se relaja y se sienta en su asiento con una mirada de los más pacífica—. Tu hermana estaría deseosa de saber que su hermano se involucra con la mujer de su ex amor.

—Creo que no llegamos a ningún acuerdo. —Paso una mano por mi cabellera por la fatiga de la conversación— Entonces, dile a Dean que ni su padrino podrá salvar que su hermana vuelva a caer en mis redes.

Hay silencio en la habitación. Mis palabras lo dejan callado. Salgo del lugar con mi amenaza. Algo de la historia entre Iskra, Dean y Emma es como un cuento de tragedia romántica. Todos cambiamos, pero cada uno se había vengado del otro a su manera. Al menos, eso creía.

Por los pasillos de la agencia, el personal de trabajo me mira. Una vez en este lugar, la sangre manchaba las paredes por corazones rotos. Es mejor confesarle a London mi pasado si quiero un futuro.

A la salida del edificio el atardecer empieza a asomarse. Antes de que sea la noche debo acudir al lado de la mujer que por piezas deja salir mis sentimientos. No soy creyente del amor a primera vista, pero sé que un amor que aflora de a poco es más profundo que el nace de una explosión de sentimientos.

 No soy creyente del amor a primera vista, pero sé que un amor que aflora de a poco es más profundo que el nace de una explosión de sentimientos

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*¡MARATÓN! Primer capítulo :)

*Una vez escrito lo anterior, puedo decir que me disculpen por la demora en publicar. Ya saben que si pasa eso, pues lo recompenso con maratones :'V  ¿Me salve de que quieran fusilarme?

*¿Cómo les ha ido en estos días? Por mi parte, cansada.

*Gracias a las personitas que me han escrito para que actualice :)

London © - [Serie Apariencias] [Libro #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora