Otra vez.Otra vez pierdo a un hijo.
¿Qué cómo se siente esta pérdida?
Pues, se siente del infierno. Quería a mi hijo conmigo. Quería ponerle un nombre decente no como el mío. Quería levantarme de madrugada a calmar su llanto. Lo quería todo. Sin embargo, de nuevo la vida me arrebata esa felicidad.
—Tío, ¿estás bien? —escucho la voz de Amy filtrarse en mis pensamientos. Entrecierro mis ojos. Respiro con tranquilidad aunque eso sea lo último que me falta.
Intento no quebrarme. Mis ojos arden. Regresar la única lágrima que tuvo oportunidad de escapar se me hace imposible. La limpio con mis manos. No voy a llorar. London me necesita al igual que Amy.
Volteo hacia mi pequeña.
—Tranquila, pequeña. —Sonrío y miento—. Estoy bien.
Me levanto echándole un último vistazo para poder dirigirme hacia el doctor que sigue de pie, esperando por alguna palabra mía.
—¿Puedo verla?
Asiente y añade de inmediato—: Lo llevaré a la habitación, pero tendrá que dejar a la niña con alguien, porque está prohibido su paso.
Asiento.
Miro de nuevo a Amy.
No puedo confiar en dejarla con un desconocido, pero muero por ir a ver a London y que sepa que estoy con ella. Paso mi mano por mi cabellera en frustración. Así que, miro al doctor y digo:
—¿Puedo esperar un momento? —Vuelvo mi mirada hacia donde está la enfermera que me ayudó a conseguir el alimento para Amy. Se ve que es una señora mayor, pero denota confianza. Aunque me maldiga a mí mismo dejar unos minutos a Amy fuera de mi radar, no puedo evitar la desesperación de ver a London por encima de todo—. Voy a dejar mi pequeña bajo el cuidado de una de sus enfermeras.
—Bien, vaya enseguida que no puedo esperar tanto tiempo —empieza a decir, mientras me cuclillo frente a Amy—. Tengo otros pacientes.
—Pequeña, ¿puedes ayudarme con algo? —Tomo sus pequeñas manitos entre las mías.
Me mira curiosa.
—Sí. —Su vocecita sale con ímpetu, asentando al final.
—Bien. —Sonrío—. Te vas a quedar unos minutos bajo el cuidado de una enfermera, mientras voy a ver cómo se encuentra London.
Espero que acepte a pesar de lo irresponsable que es dejarla así. Tuerce sus labios y luego los sueltas para mostrarme una enorme sonrisa. Suspiro en alivio. Sin dejar de pensar que Emma me mataría por estar haciendo esto con Amy.
—Sí, pero no demores.
—No, no lo haré.
Finalmente, me levanto.
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London © - [Serie Apariencias] [Libro #2]
Romance[ADVERTENCIA: Debes leer Random para poder leer esta parte.] London era un chica buena: No rompía ningún plato en su casa, tampoco en la calle. No bebía. No fumaba. No salía de fiesta. Era cari...