Epílogo

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Malditos años

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Malditos años.

Cuatros años han pasado en los que se me hizo difícil no pensar en ella. Más que eso, se me hizo difícil mantenerme siendo su sombra. Desde aquel jodido día en que la abandoné en el hospital con una carta que sabía la heriría en todas las formas posibles.

Me aseguré de que ella siguiera su vida.

Me aseguré que cumpliera con sus metas.

Me aseguré que viviera en un buen lugar.

Me aseguré que no le faltará nada.

Por supuesto, siempre bajo la sombra. En una distancia prudente donde ella ni siquiera se diera cuenta de que estaba ahí como en su proyecto aprobado de graduación, en su compra a buen precio de un apartamento decente, en su primera oportunidad laboral exitosa y en cada jodido detalle que lograra robarle una sonrisa, olvidando el infierno en el que ha sido cruzarse en mi vida.

Pero no pude evitar que conociera a otro. Aguantaba el hecho de no matar aquel que sus manos pusiera en ella. Sabía que no podía evitarlo, de hecho, me alegraba cuando una cita con otros hombres no llegaba a más y me quebraba saber que debería estar pensando en mí. Solo hasta que llego él.

El hombre que se quedó más tiempo de lo previsto.

Pensé que lo rechazaría.

Él no es para ella, pero ahora estoy aquí.

Estoy viendo en medio de la multitud de invitados cómo ella sonríe, mientras él le hace una declaración de amor frente a las cámaras de televisión presente. Mi corazón no puede herirse más de lo que está. Sus ojos expresan sorpresa cuando un anillo de diamante es deslizado en su dedo. Uno que debería de ser yo quien lo ubique. Aunque aún no soy merecedor de hacerlo, pero jodidamente el puto cabrón tampoco lo es.

Sí, soy un puto egoísta.

Uno consciente de que arreglar su vida y la mía era lo primordial antes de siquiera continuar con ese algo que hace que la lleve en mi mente, corazón y alma si es que la tengo.

Y es claro que llegó el momento que reclame lo que siempre fue mío y lo es.

La amo.

Y si somos dos almas que se reclaman, ella reaccionará a mi reclamo o sino esta vez es hora de que la deje ir para siempre.

London © - [Serie Apariencias] [Libro #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora