London © - [Serie Apariencias] [Libro #2]

Capítulo XIII: Llamada

No sé cuántas veces he dicho estúpido, pero estoy cansándome de todo. Y más, la soledad que me acorrala de maneras que no quiero.

¡Estúpido, Random!

Ahora no solo me confunde el video, también se acumula a mi confusión el verte con una mujer de tu pasado en la puerta de tu apartamento.

Ubico los audífonos en mi oído y doy clic en la primera música que veo en mi móvil. La que para el colmo es Words de Skylar Grey, porque me hundía con su letra profunda en más tristeza de la que ya tenía.

Always in a rush

Never stay on the phone long enough

Why am I so self-important?

Said I'd see you soon

But that was, oh, maybe a year ago

Didn't know time was of the essence...

Sin embargo, la música se pausa por la vibración de mi celular.

—No, si es él, lo mandaré a la mierda —digo, pensando en Random.

Deja de pensar en él.

Al ver la pantalla de mi móvil me siento decepcionada y a la vez desconcertada. No es él, pero quien llama es la persona que menos esperaba que lo hiciera.

Papá.

Me apresuro en aceptar la llamada, pero cuando quiero hablar soy interrumpida por él.

—Necesito de tu ayuda, hija —dice, desde el otro lado de línea. Así sin más, como si nos habláramos siempre, como si nada estuviera mal con nosotros, como si está olvidado los días en que me decía que no servía para nada.

—¿En qué puedo ayudarte? —pregunto, calmada.

—¿Te acuerdas de la señora Burton?

—Sí, papá.

Recuerdo a la señora Burton como la más fiel feligresa que tenía la iglesia del pueblo. Decían que iba a rezar todos los días en la mañana por su hija quien mantenía escondida del resto. Cuando llegaron a mudarse tenía trece años, pero por más que mi curiosidad sea grande y me diera las facetas de detective, nunca vi a su hija. Mantenía las ventanas cerradas que hasta había llegado a creer que lo de la hija era una mentira y que ella estaba loca por su soledad.

¡Oh, no!

¿Terminaré así?

Deja de pensar locuras, London.

—Ella falleció, pero antes me ha pedido que ayudara a su hija.

¿Y qué tengo que ver con eso?