Me desplomo de espalda en la cama de London. Aterrorizado por la pésima estrategia de invitar a Iskra al sitio donde sé que asistirá Dean. En parte, me la estoy jugando por joderle el momento y en otra jodo el mío, porque la mujer por la cual estoy empezando a sentir algo especial no sabe mi pasado.
Sin embargo, lo mejor es que Dean odiará la idea de ver a su hermana de nuevo entre mis brazos. Si él quiere jugar, pues lo haré a su manera. Es curioso estar en una habitación solo, la cual puede guardar secretos, y estoy aquí pensando en un sobrevalorado plan cuando debería estar husmeando.
Empiezo a reír.
Mi instinto investigativo me llama o podría decir que mi curiosidad por lo prohibido es tentadora. Lo cual me mete en problemas, siempre. Me levanto para observar el lugar encontrándome a primera vista algo poco casual. Una especie de baúl sobresale lo suficiente debajo de la cama para haberse dejado notar.
Intrigado me acerco, lo arrastro hacia fuera y me arrodillo para abrirlo. No tiene ningún seguro. Cuando la tapa es abierta me encuentro con una gran o, más bien, grata sorpresa.
—Pero, ¡vaya! —Empiezo a reír— Si esto es la biblia del pecado.
Libros eróticos de muchos autores recientes hasta antiguos. Historia de O es el que más me llama la atención. Es una de las historias más emblemáticas en obras referentes a los tabúes sociales de su época.
Bueno, ¿Y qué hace London con un material así?
No sé si reír o preocuparme de que tiene un mundo de conocimientos para hacerme perder entre su entrepierna. Una vibración cerca de mi protuberancia me asusta. Caigo sentado al suelo. Antes de sacar conclusiones, el sonido de mi celular me trae a tierra.
—Ya decía que mi amiguito no podía despertarse como loco con tal idea.
Saco del bolsillo delantero de mi pantalón el móvil. En pantalla, Iskra. Lo que me recuerda mi pésima idea.
Contesto.
—Hola... —digo, pero soy interrumpido a mitad de mi saludo.
—¿A qué hora piensas recogerme? —Suena demandante.
¿Y en qué momento le he dado oportunidad alguna de que me trate así?
—Espérate, paras tu actitud o se va todo a la mierda —puntualizo.
—Vaya que no has cambiado —ironiza.
Empiezo a guardar los libros que había sacado, cierro el baúl y lo ingreso en el fondo de la cama.
—Mejor nos vemos a la entrada del club. —Cuelgo.
Iskra solo es un señuelo, no dejaré que piense que puede tenerme otra vez en sus manos. Me levanto para ir por las llaves del apartamento que están la mesita de noche. Miro mi reloj y es tarde. Salgo del cuarto, mientras me dirijo a la salida del apartamento me percato de la flor amarilla que le he regalado a London está en el florero de la sala.
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London © - [Serie Apariencias] [Libro #2]
Romance[ADVERTENCIA: Debes leer Random para poder leer esta parte.] London era un chica buena: No rompía ningún plato en su casa, tampoco en la calle. No bebía. No fumaba. No salía de fiesta. Era cari...