Sensaciones inexplicables

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POV Regina

Después de que Emma me besara por primera vez, entré en shock por las sensaciones que tuve con aquel beso, tuve que decirle que tenía que irme, tenía que pensar, aun no siendo tan tarde, necesitaba apartarme y pensar por el camino, en la única persona que, si lo descubriese, iba a arrancar el corazón de Emma sin piedad, y deshacerlo en mi cara.

"Madre..." Pensé.

No...no puedo permitirme sentir esto, no puedo enamorarme de Emma. Y como mi padre siempre dice "Las mentiras tiene las piernas cortas, Regina"

Si hiciera eso, si me permitiera sentir...Mi madre lo descubriría tarde o temprano, y al final, quien acabaría hiriéndose o quizás muriendo sería Emma...y solo de pensar en verla en tal estado siento ganas de llorar, como si ya estuviese completamente enamorada de ella.

«¡No! ¡Yo no siento NADA por Emma!» dije hablándole a Flecha mientras regresaba al castillo.

«No puedo sentir...» dije más bajo

En respuesta él sacudió la cabeza

«Mañana se lo voy a decir...voy a decirle que no podemos tener nada, a no ser una bella...amistad» dije en un triste suspiro

«¡No puedo arriesgarme...!»

Al cabo de un rato, llegué al castillo, dejé a flecha en el establo, y entré.

«¿Regina? ¿Dónde estabas?» preguntó mi madre

«En el bosque, mamá» respondí y enseguida subí las escaleras a paso rápido.

«No sé lo que le pasa, Henry...está tan extraña últimamente...voy a mandar a uno de los empleados a vigilarla»

«Cora, ¿no crees que ya controlas bastante a Regina? Déjala, solo debe ser una fase...» dijo Henry sereno como siempre

«¿De qué estás hablando, Henry? ¡Solo quiero lo mejor para ella! Debe comportarse con la debida obediencia. Es lo mínimo ante el esfuerzo que hago para convertirla en una princesa...¿Sabes lo que me costó convencer a los "Charming" para que trajeran al hijo para conocer a Regina?»

«Sí, Cora, entiendo...solo creo que debes darle algo de privacidad...»

«¡Ya le doy bastante privacidad dejándola que monte en aquel inmundo animal! No se hable más...la dejaré, pero si comienza a empeorar, me veré obligada a dar un fin a esto» dijo ella desapareciendo enseguida

Aquella noche ni bajé a cenar...solo pensaba en el momento de mi primer beso con Emma. El modo en que ella me besó despertó mis sentimientos intensa y locamente, cuando nos separamos un fuego nació en mí, un deseo de tener sus labios más, más y más...de estar con ella, de ver su sonrisa, su mirada, el modo en que mueve la nariz cuando está nerviosa...

"¡Para Regina...! ¡Contrólate! ¡Acuérdate de que no debes dejar que tus sentimientos te venzan! ¡Estás determinada a no tener nada con ella a no ser una amistad!"

Me quedé repitiéndome eso toda la noche hasta quedarme dormida. Al día siguiente me levanté sola, como había hecho toda la semana, fui hasta el armario y me puse la ropa de montar. Enseguida llegó mi madre sin llamar a la puerta.

«Regina, hoy te quiero de vuelta más pronto, ¡sin excusas! Cuando llegues, vamos a ir al salón y me llevarás en el baile, vamos a ver si aprendiste algo del vals» dijo ella y sin esperar respuesta salió del cuarto.

"¡Muy bien, cuánto más temprano vaya, más tardo en regresar! Pensé.

Enseguida, bajé, alimenté a Flecha y nos encaminamos hacia el bosque. Durante el trayecto me puse triste pensando en lo que le diría a Emma...todo lo que yo quería decirle era lo que sentía y tener de nuevo sus labios en los míos, pero tenía que mantenerme firme, aunque me estuviese sintiendo como si fuese a hacer la peor cosa de mi vida.

Al llegar la divisé, caminaba de un lado a otro, parecía muy nerviosa, y ante eso mis nervios también se duplicaron. Ninguna palabra salió de mi boca, me quedé estática, cuando vi su mirada con una mezcla de miedo, nervios y pasión.

«Hola...Regina...yo...siento algo por ti...¿sabes?»

En ese mismo momento, me congelé al oír las palabras que estaba diciendo, y la miraba a sus ojos, con la boca entre abierta.

«Yo...¡creo que estoy enamorada de ti!»

«Pero...voy a entender si tú no sientes lo mismo...va a ser difícil, pero voy a entender...»

Cuando terminó, miró hacia abajo tristemente, esperando que yo la rechazase como estaba dispuesta a hacer...sencillamente no me contuve, mi corazón latió desaforadamente, mis sentimientos estaban gritando para que la abrazara en aquel momento y le dijera que yo sentía lo mismo. Y así, como si no tuviera control sobre mi propio cuerpo, lo hice.

Después de minutos que por mí podrían alargarse una eternidad, nos separamos y yo me declaré, con todo mi corazón...era como si corazón fuera una bomba, lista para explotar, y si no dejase que mis sentimientos me guiaran, explotaría en cualquier momento.

Tras eso, el pánico volvió a surgir, me acordé de mi madre... "¿Y ahora? ¿Qué voy a hacer?" Pensé, y enseguida comencé a hablar, pero tan pronto como divisé el cielo, y vi que ya estaba oscureciendo, el desespero tomó cuenta de mí. Tenía que estar más pronto en casa e iba a llegar más tarde que nunca. Dejé de hablar y le dije a Emma que mañana continuaríamos, lo que aceptó amablemente. Fui corriendo a montar mi caballo, pero antes ella me agarró y me besó intensamente, y mi corazón se disparó de nuevo.

«¿Estarás aquí mañana, no?» dijo ella separándose y mirándome con esperanza

«¡Siempre!» respondí sonriendo apasionadamente. Después salí corriendo hacia casa.

Nunca he estado tan feliz en mi vida, tenía la sensación de estar haciendo lo correcto, aunque todo podría estar en contra, aunque tuviera que arriesgarlo todo, aunque tuviera que enfrentarme a mi madre un día, nunca iba a dejar que esa bomba explotara, porque, de aquí en adelante, iba a demostrarle a Emma TODO lo que sentía, haría de TODO para verla de nuevo, finalmente acepté que yo, Regina Mills, estaba locamente enamorada de Emma.

Tuya, hoy y siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora