El perdón es siempre bueno

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«Ruby...Ruby, despierta... ¡anda, perezosa!»

« ¿Qué...? ¿Qué pasa? Graham, ¿eres tú?» preguntó ella somnolienta

«Sí, amor, vamos, levanta, ¡ven conmigo!» dijo él extendiendo la mano mientras ella se desperezaba

« ¿Dónde vamos?» preguntó restregándose los ojos y bostezando

« ¡Ven conmigo, y te lo enseño!» respondió él sonriendo y agarrando su mano, y empujándola levemente

«Está bien...» concordó ella después de desperezarse de nuevo, y agarrando su mano

«Ven, quiero enseñarte una cosa...» dijo él mientras la guiaba hasta la parte de atrás del castillo

Como todavía estaba somnolienta, él la empujó más rápido mientras reía de la pereza de la morena. En respuesta ella resopló, pero acabo sonriendo y caminando rápido a su lado.

« ¿Por qué estamos en el patio?» preguntó ella tras salir por la parte de atrás del castillo, y al ver un gran y espaciado jardín

« ¿Ves aquella diana?» preguntó él señalando hacia delante, donde había una pequeña diana colgada de un árbol.

«Sí, la veo... ¿qué pasa con ella?»

«Hoy te voy a enseñar a usar un arco» dijo él sin dejar de reír un segundo

« ¿Qué? ¿Has bebido? ¡No soy cazadora, sino presa!»

« ¡Puedes ser lo que tú quieras!» dijo acercándose a ella «Puedes ser presa tanto como cazador...puedes hacer y ser lo que quieras, porque eres valiente como una cazadora y brava como una loba. ¡Si juntas las dos, resulta una mezcla perfecta, morena mía!» dijo acariciando su rostro dulcemente con la mano

Al escuchar eso ella sonrió y colocó su mano encima de la de él en su rostro.

« ¡Y también porque es divertido! ¡Vas a ver! Parece aburrido, pero incluso llega a ser algo anti estresante» habló de nuevo, acercándose lentamente y besándola. Un beso tranquilo, pero intenso « ¡Anda! ¡Te va a gustar!» dijo, terminando el beso y levantándola, haciendo que gritara asustada y después se echara a reír bien alto. La llevó cerca del árbol y la dejó en el suelo. En el momento en que la soltó, agarró su rostro y le dio otro beso, rápido esta vez, a continuación se dirigió hacia donde estaba colocada la diana ya que allí tenía un arco y unas flechas. Los cogió y se los llevó a la loba.

«No sé si voy a poder, Graham»

« ¡Claro que sí! Vamos...cógelo de esta manera...» dijo él abrazándola por detrás y colocando el arco con sus manos en las manos de ella. Después se puso a su lado y estiró sus brazos junto con los de ella, indicando que moviera el derecho hacia atrás para ajustar la flecha y el izquierdo para asegurar el arco.

«Y ahora, ¿cómo hago para acertar?» preguntó ella riendo y en la misma posición en la que Graham le indicara.

«Solo tienes que concentrarte en dar en la diana...no pienses en nada más, saca los problemas, las dificultades, piensa que solo existes tú y la diana. ¡Relájate, siente que lo vas a conseguir y lo harás!» respondió él mirándola profundamente. Ella cerró los ojos un instante y en cuanto los abrió soltó los dedos, y la flecha voló rápidamente, dando en el extremo de la diana.

«¡Ahhh! ¡Soy horrible en esto!» dijo ella irritada al ver que no había acertado en el centro, y Graham se echó a reír al escucharla. «Eh, ¿me incentivas a aprender y después te ríes en mi cara? Ok, ¡está bien, para mí ya es suficiente!» dijo ella fingiendo estar enfadada tirando el arco al suelo.

Tuya, hoy y siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora